En una ocasión Albert Camus, escritor francés de origen argelino (como Zinedine Zidane), dijo: “Patria es la selección nacional de fútbol”. Si la frase es cierta, entonces la camiseta que portan los futbolistas representa la bandera que se defiende, de ahí que la indumentaria deportiva sea uno de los elementos más importantes en el terreno de juego.
Este 2014 se disputó en Brasil, entre el 12 de junio y el 13 de julio, la vigésima edición de la Copa Mundial de Fútbol, el evento deportivo más popular del planeta, al que regresó la Selección Colombia después de 16 años de ausencia, y en la que obtuvo una actuación histórica.
Pero la alegría de la clasificación no estuvo exenta de polémicas, en este caso, por cuenta de la camiseta amarilla que utiliza la Tricolor en la cita mundialista. Los hinchas no se sintieron identificados con esta a pesar de tener detalles como la franja azul donde están los trazos del sombrero vueltiao.
Mejor aceptación tuvo el segundo uniforme, el de la camiseta roja, que recuerda la hazaña de Italia 90, cuando la Selección empató a uno con Alemania Federal, con gol del volante Freddy Rincón en tiempo adicional.
En el tema del fútbol sí está claro. Primero fue el deporte y, mucho después, la camiseta. La práctica de esta disciplina, tal como se la conoce hoy, inició en 1863 y, cuatro años después, los equipos empezaron a usar indumentaria del mismo color para diferenciarse. Por supuesto, no había marcas, ni tecnología.
“Hasta 1954 aparecen los números, antes eran 11 tipos con camisetas, pero sin identidad. La verde amarilla de Brasil llega en 1973, y el amarillo, azul y rojo de Colombia en los años ochenta”, cuenta Santiago Hernández Henao, periodista deportivo.
Hubo camisetas con bolsillos, botones e, incluso, cordones en el cuello. Se jugó con pantalones y con tangalonetas. Pero, a medida que el juego cambia, también lo ha hecho la moda deportiva, que se sirve de las nuevas tecnologías para potenciar las capacidades y el talento de los futbolistas.
“Los jugadores de fútbol son atletas cada vez más ofensivos y más rápidos, por eso se han desarrollado tecnologías como la DRI-FIT, que les permite sentirse más cómodos y frescos al brindarle a las prendas un diseño que ayuda a que el sudor se dirija hacia la parte externa en vez de permanecer en contacto con la piel”, explica Julia Londoño Bozzi, directora de Relaciones Públicas de Nike en Colombia.
Esta marca ha incursionado en la fabricación de indumentaria deportiva amigable con el medio ambiente. Las 10 camisetas de las selecciones nacionales que patrocinará en el Mundial de Brasil se elaboraron a partir de un proceso que convierte las botellas PET recicladas en los hilos con los que se elaboran los uniformes.
Futbolistas modelos
El delantero holandés Johan Cruyff pasó a la historia en el Mundial del 74, que se disputó en Alemania Federal, no solo por comandar la Naranja Mecánica y obtener el galardón como mejor futbolista del torneo, sino por una disputa comercial. Como Cruyff era patrocinado por la marca Puma y la selección holandesa portaba uniformes de Adidas, se optó porque a la camiseta y a la pantaloneta de “el tulipán de oro” se les quitara una de las tres líneas que caracterizan las prendas de Adidas.
“La práctica de esta disciplina, tal como se la conoce hoy, inició en 1863 y, cuatro años después, los equipos empezaron a usar indumentaria del mismo color para diferenciarse”: Santiago Hernández.
“Tiempo después Cruyff aceptó que recibía más beneficios económicos siendo patrocinado por Puma que por Adidas. Ese es el primer hito de futbolista y marca de ropa, aunque en ese entonces el tema no era muy mediático”, comenta Santiago.
La gran revolución llegó con David Beckham (Inglaterra), que transformó la imagen del futbolista, pues además de atletas se empezó a pensar en ellos como marcas. El internet y la televisión por cable fueron definitivos en la mediatización del jugador, lo acercaron a los hinchas y su vida fuera de la cancha también se volvió interesante.
“Los contratan porque representan el imaginario de estilo de vida sana, éxito y juego limpio. Es una relación gana-gana porque ellos, al ser imágenes de diseñadores, cuadernos o bebidas se vuelven atractivos para otro público, no solo al que le gusta el deporte. Las mujeres, por ejemplo, los ven como referentes de moda”, afirma Beatriz Arango Sepúlveda, periodista especializada en moda.
Ponerse la camiseta
El boom de la mercantilización de la indumentaria deportiva empezó, en Colombia, a mediados de los años noventa con el traspaso de Faustino Asprilla al Parma (Italia) y la transmisión de los partidos de otras ligas como la argentina que, de inmediato, crearon en el país mini hinchadas de Boca y River.
La gente empezó a viajar con más frecuencia y las camisetas de los equipos de fútbol de otros lugares se volvieron regalos comunes. Además, con la apertura económica, llegaron a Colombia las tiendas de artículos deportivos más populares del mundo y empezaron a exhibir en sus vitrinas las camisetas de los equipos y de las selecciones nacionales que patrocinaban.
Ahora las camisetas de fútbol hacen parte del vestuario cotidiano, sobre todo, de los jóvenes, que se sienten tan hinchas de Medellín y de Nacional como del Real Madrid o el Barcelona.
Brasil 2014: una pasarela
En París, Milán, Londres y Nueva York se realizan, dos veces al año, las semanas de la moda, en las que los diseñadores más reconocidos muestran las últimas tendencias en vestuario.
El Maracaná, el Mineirão, el Arena de São Paulo y el Nacional de Brasilia serán sus equivalentes en el Mundial de Brasil. Estos estadios se convertirán en pasarelas y allí los jugadores lucirán los uniformes que los identifican con un país, con un sentir. Prendas que han sido pensadas hasta el mínimo detalle.
"Creo que vamos a ver uniformes muy llamativos en los que el espíritu patriótico se verá reflejado en los colores. Eso es importante para algunos por cuestión de cábala. Las prendas también estarán diseñadas para destacar el físico de los futbolistas, como el cuello en V", señala Beatriz Arango.
El proceso de diseño de los uniformes incluye un minucioso estudio en el que participan miembros del equipo, hinchas y personas que conocen la historia y la tradición del seleccionado, precisa Julia Londoño.
Por su parte, Santiago Hernández pronostica la hegemonía de lo monocromático. "Por eso, Colombia y Alemania jugarán con pantaloneta blanca. Y, seguramente, a México le van a pedir pantaloneta o verde o roja con su tradicional camisa verde".
El proceso de diseño de los uniformes incluye un minucioso estudio en el que participan miembros del equipo, hinchas y personas que conocen la historia y la tradición del seleccionado, precisa Julia Londoño.
Es así como en la parte interna del cuello de la camiseta de Brasil está la imagen de un canario, que alude al seudónimo -La Canarinha- de este equipo. Y en la espalda de la de Colombia están las alas del cóndor de los Andes, enlazadas por la frase "unidos por un país", que representan la fortaleza del grupo y la esperanza que en este han depositado los colombianos.