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El Eafitense / Edición 108 Un banquete de co2 se dan las microalgas - El Eafitense – Edición 108

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Un ‘banquete’ de C02 se dan las microalgas

​​​​Capturar CO2, para favorecer la generación de oxígeno, es el objetivo de un proyecto de alianza entre la Universidad y Cementos Argos. Esta iniciativa, que desde hace cinco años cuenta con el compromiso de la Escuela de Ingeniería, está a punto de materializarse a gran escala para beneficio del medio ambiente. Se trata de una de las acciones con las que la Institución crea y transforma la sociedad de la mano de la empresa privada.


​Laura Victoria Botero Berrío
Colaboradora 

La urgencia de desarrollar estrategias que preserven el planeta ha producido iniciativas que, aunque en un principio parecieron simples, han aportado grandes transformaciones: separar residuos desde la fuente o gestionar de manera responsable el consumo de agua son ejemplos que hablan de estos alcances.

“Esta es una experiencia maravillosa desde el punto de vista investigativo y desde el personal. Se vinculan dos instituciones que propenden por la innovación y busca maneras de mejorar la calidad de vida de las personas. Eso nos tiene muy contentos”. Alex Sáez Vega, investigador.

​Otros planteamientos requieren de horas, meses y años de investigación, así como de laboratorios y de aproximaciones del tipo ensayo error. Uno de estos proyectos es el que se desarrolla en sinergia entre Cementos Argos y EAFIT, y que se orienta a potenciar la capacidad de las microalgas para utilizar el dióxido de carbono (CO2 ) y producir oxígeno. Este es un sueño que empezó a gestarse en 2010 y que está en proceso de materializarse con la presentación de proyectos que se conviertan en pilotos de laboratorio cerca de las plantas cementeras.​​

Esta investigación es referente de innovación. La fase que está a punto de comenzar materializa un trabajo de cinco años, que empezó en un laboratorio y en poco tiempo busca medirse en resultados sociales y económicos. El docente eafitense Alex Sáez Vega, que está al frente de este proyecto de la Escuela de Ingeniería, lidera el equipo de investigadores por parte de la Institución, un grupo que, junto a los delegados de Argos, suma más de 50 profesionales.​​

​Las poderosas microalgas 

La Facultad de Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay ha estudiado desde hace varios años el potencial de las microalgas para dar respuesta a muchas necesidades actuales, por ejemplo, para la generación de biomasa y biocombustibles. 


Un estudio reciente de esta institución explica que estos microorganismos son estudiados desde el año 1800 y que, sin embargo, las revelaciones más importantes se lograron en el siglo XX. Aseguran que son cruciales en la evolución de la vida en el planeta, que son ubicuas, muchas veces desapercibidas, salvo cuando ocurren floraciones y son los principales productores primarios en muchos sistemas acuáticos. 


​En general son altamente eficientes en la fijación de CO2 y utilización de la energía solar para producir biomasa. 


​Estos microorganismos pueden encontrarse en todos los cuerpos de agua, sin que esto signifique que no puedan existir en suelos y algunos ambientes terrestres extremos. Esto habla de una importante capacidad de adaptación en condiciones adversas.

​El nombre es SP1 y en EAFIT cuenta con un laboratorio experimental en el parqueadero sur del campus, que puede verse desde diversos lugares de la Institución y que hace parte de lo que se conoce como Ciencia a la vista, concepto que permite que espacios pensados para la ciencia y la tecnología estén a los ojos de la ciudadanía. Allí se cuenta con 48 fotobiorreactores, donde los investigadores cultivan algunas cepas de microalgas que se utilizan en esta iniciativa.​​​​​

“Luego de que la empresa cementera nos manifestara su interés en desarrollar este proyecto empezamos a realizar el trabajo académico y de investigación. En 2010 se fortalece el área y se piensa en grande con la construcción de un laboratorio específico para el tema, en el que se pudieran evaluar diferentes tipos de microalgas para la captura de CO2 ”, indica el docente.​

Pero, ¿sería ambicioso pensar que en este tipo de proyectos reposa alguna respuesta para hacerle frente al calentamiento global? Las microalgas son organismos fotosintéticos que capturan CO2 y emiten oxígeno. Son los responsables de la producción de más del 70 por ciento del oxígeno mundial, de ahí el creciente interés de cultivar estos microorganismos porque, además, su proceso es mucho más simple y eficiente que el que realiza una planta. Además, unas 375 mil millones de toneladas de carbono, en forma de CO2 , se han emitido a la atmósfera desde inicios de la era industrial en 1750. Por eso se hace necesario buscar soluciones​.​​​

Y es que, hasta ahora, poco se ha logrado para frenar el denominado Efecto Invernadero, que genera en el planeta una alteración ​climática que sorprende día a día, año a año. Este fenómeno es producido cuando los gases que hay en la atmósfera terrestre empiezan a retener calor e impiden que la energía proveniente del sol regrese, o se devuelva, a la atmósfera de manera adecuada. “¿Viste cómo está de loco el clima?”, es una frase cotidiana que se repite en todos los idiomas. El Efecto Invernadero causa deforestación, desertización, inundaciones, huracanes, sequías y la temida fusión de los casquetes polares.​​​​​​​​​​​​

​​​Pasos de gigante

El profesor Sáez explica que luego de superada la fase piloto, que mostró la afectación con gases de una chimenea normal (simulados en el laboratorio), Argos junto con EAFIT y otras instituciones presentan en la actualidad un proyecto para avanzar a una fase más compleja que implica el montaje de una planta piloto de 80 metros cúbicos. La idea es hacerlo en Tolú Viejo (Sucre), Cartagena (Bolívar) o Puerto Nare (Antioquia) para trabajar con microalgas en 
​el sitio y con gases de chimenea. ​​ 

El impacto, para el jefe investigador, será “una gota en un mar de gotas” porque los resultados se verán en el largo plazo. “Sabemos que no se va a solucionar de manera inmediata el problema del calentamiento global ni nada por el estilo, pero sí vamos a tener varios impactos importantes e inmediatos. Uno de estos es que si se consolida una producción de microalgas sostenible se va a beneficiar un frente económico, ambiental y social en la región que se defina y que ha tenido problemas de desempleo y orden público. Esto sería un paso adelante en el impacto social”.​​

​Argos y la innovación 

El rol de Cementos Argos para la puesta en marcha de este proyecto ha sido fundamental y es destacado por los investigadores de EAFIT. Los recursos económicos requeridos y la disponibilidad de equipo humano han sido determinantes. Camilo Restrepo, vicepresidente de Innovación de esta compañía, entrega su punto de vista sobre el tema. 


“Las épocas de gran desarrollo de esta tecnología han sido durante las grandes crisis energéticas, que es cuando los países dependientes de energía fósil se ven amenazados e impulsan este tipo de desarrollos alternativos con fines de producción de combustibles renovables. Hoy en día hay muchas investigaciones alrededor del tema, y lo que las diferencia es su objetivo, entre los que encontramos biocombustibles, suplementos alimenticios tanto para humanos como para animales (DHA, Omega 3, 6 y 9), colorantes para la industria alimenticia​, antioxidantes, precursores para la industria química, precursores para la industria farmacéutica y producción de hidrógenos”.

​En ese sentido, la puesta en marcha de esta planta permitirá generar una biomasa de microalgas que son fuente de proteínas y compuestos. Así, habrá un aporte a la salud humana y se tendrán mejorías en el aspecto de nutrición y seguridad alimentaria. “También habrá un insumo académico porque se pueden producir patentes, artículos y desarrollo científico orientado a este tema. Esto ha generado muchos trabajos de investigación en maestrías”, afirma el profesor.

Por su parte, Camilo Restrepo Restrepo, vicepresidente de Innovación de Cementos Argos, indicó que la viabilidad y rentabilidad del proyecto se deriva de la producción de otros resultantes como biomasa, Omega 3 y 6, utilizada en la alimentación de animales​​ o, incluso, productos de alto valor agregado como componentes para la industria cosmé- tica. “Inclusive se puede llegar a producir biocombustible hecho a base de biomasa, un elemento residuo muy común en todos los procesos fotosintéticos”​​​.​​​
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​Universidad y empresa​

El proyecto es el resultado de la alianza entre universidad y empresa, relación que en el departamento de Antioquia, y en muchos casos de la mano del Estado, ha permitido desarrollar iniciativas como la Rueda de Innovación y Negocios Tecnnova que, cada año, se realiza en Medellín con la participación de instituciones de varias regiones de Colombia. ​

“Argos es un caso exitoso, tanto que ha generado la creación del Centro Argos para la Innovación en EAFIT. Esto nos permite decir que en esta relación se ha consumado el matrimonio y debe ser un llamado a las empresas para que se acerquen a las universidades del país a hacer este tipo de investigaciones”, comenta el profesor Sáez.​

Adicionalmente, con el ánimo de estimular más iniciativas de este orden, el docente asevera que podría simplificarse la legislación sobre diversidad que existe en el país. “A veces sentimos que es demasiado compleja y esto tiene repercusiones en el avance de muchos proyectos que son importantes, justamente, para preservar nuestra biodiversidad”.​

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Última modificación: 27/02/2017 12:56