“En el corto plazo desarrollamos ciertas acciones con miras a cerrar brechas entre el talento humano que las empresas están necesitando y lo que se encuentra en la ciudad en términos de profesionales”, apunta Adriana Pérez.
De EAFIT participaron dos proyectos, uno de estos es el de generación de una línea de énfasis en innovación y emprendimiento para el programa de Administración de Negocios, una línea transversal que se pone en marcha y que también hará parte de los currículos de ingenierías y de los otros pregrados que ofrece la Universidad.
El segundo es un proyecto de transformación de Ingeniería de Producción que, como menciona Adriana, es un programa posicionado y con gran tradición en la ciudad, pero que debía repensarse y tener una respuesta más contundente frente a los avances del sistema productivo, tanto local como internacional.
Lo que hay dentro de Innovacampus
De acuerdo con Adriana Pérez, Innovacampus es un programa que se desarrolla a mediano plazo y que forma parte de las estrategias que tiene Ruta N orientadas al progreso de talento humano para una ciudad innovadora, sostenible e incluyente.
En este se trabaja con las instituciones de educación superior con el objetivo de que la innovación sea uno de los ejes de transformación de las mismas y del sistema educativo de la ciudad.
“En el corto plazo desarrollamos ciertas acciones con miras a cerrar brechas entre el talento humano que las empresas están necesitando y lo que se encuentra en la ciudad en términos de profesionales”, apunta.
Innovacampus empezó en 2013 y cuenta con varias iniciativas: la primera de estas es el proyecto piloto de innovación curricular, que comenzó en 2014 y en el que las ocho instituciones de educación superior, que fueron escogidas mediante convocatoria, trabajaron en la transformación de 12 currículos.
Jorge Hernán Mesa Cano, coordinador de Empresarismo de EAFIT, considera que lo más importante de hacer parte de ese proyecto piloto con Ruta N fue abrir la mente, mirar otras experiencias, visualizar diferentes formas de intervenir los currículos, integrarse a otras universidades y ser parte de un reto de ciudad.
El segundo proyecto es el capítulo de educación del Gran Pacto por la Innovación que convocó Ruta N con el apoyo de otras instituciones, en el que se hizo una convocatoria a las empresas e instituciones para firmar dicho pacto, y en el que se busca generar conciencia sobre la importancia de contar con una mayor inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación en la ciudad para aumentar la competitividad regional.
Un tercer punto es el de gestión de innovación en educación superior, en el que se busca que las instituciones que trabajan en educación terciaria no solo piensen en transformar sus currículos sino que tengan la innovación como parte de su ADN, lo que se materialice en una capacidad de gestionarla mediante la generación de sistemas innovadores.
Innovación académica
El resultado específico del proyecto piloto de innovación curricular era poder ser un interlocutor válido con las instituciones de educación superior que vieron a Ruta N como un facilitador de la transformación de sí mismas y de su programa, de modo que su oferta pueda ser más cercana a las necesidades presentes y futuras de las empresas.
Para lograrlo se contó con el acompañamiento de la consultora alemana Unistaff Associate, que se encargó de facilitar la operación de este primer proyecto piloto, así como con la participación de cerca de 500 personas que hicieron parte de los equipos de las diferentes universidades.
“Algo que concluimos en el piloto y que hemos vuelto parte del programa es creer en lo que le apasiona a las personas, en que estas tienen más disposición para innovar en la medida en que sienten que lo que tienen que hacer distinto es lo que les gusta”, afirma la profesional de Plataformas de Innovación de Ruta N.
Todos los equipos estuvieron conformados por docentes, investigadores, estudiantes y empresarios de las ocho instituciones, al ser ellos quienes forman parte del trabajo de transformación que se quiere lograr con Innovacampus. El proyecto, que tuvo una inversión superior a los 1.300 millones de pesos por parte de las universidades participantes, finalizó en junio de este año con un evento internacional en torno a la innovación y la educación.
Administración de Negocios y su nueva línea
Jorge Hernán Mesa Cano, coordinador de Empresarismo de EAFIT, considera que lo más importante de hacer parte de ese proyecto piloto con Ruta N fue abrir la mente, mirar otras experiencias, visualizar diferentes formas de intervenir los currículos, integrarse a otras universidades y ser parte de un reto de ciudad.
El proyecto Innovación curricular en emprendimiento e innovación para programas de pregrado: creación de una línea de énfasis para la Escuela de Administración de la Universidad implicó la creación de cinco currículos. Además, es un programa que ya empezó a funcionar.
Gabriel Páramo sostiene que en el tema de Ingeniería de Producción se trabajó, específicamente, para el área de manufactura, a partir de una revisión curricular, un planteamiento con las tendencias mundiales y una revisión hacia adentro de las estrategias pedagógicas.
“Primero surgió un currículo orientado netamente por competencias, con un grupo de actividades extracurriculares que contribuyen al desarrollo del estudiante y, así mismo, se crearon bancos de actividades, club de la innovación, y otras como la Cátedra de Innovación José Gutiérrez Gómez”, señala Jorge y añade que con este programa se logró articular, desarrollar y crear nuevos espacios para la comunidad académica.
Las nuevas materias de la línea de énfasis corresponden a un acróstico de EAFIT: expedición innovadora, aventura corporativa, frontera tecnológica, ideal empresarial y travesía audaz. Todo ese proceso, en palabras del docente, permitió el desarrollo del ADN del innovador eafitense y una serie de actividades extracurriculares articuladas a la formación.
“El reto fue muy importante y consideramos que somos una de las instituciones que mejor aprovechó todo el programa de Innovacampus”, expresa.
Ingeniería de Producción, un nuevo horizonte
Gabriel Jaime Páramo Bermúdez, docente de Ingeniería de Producción en el área de manufactura, relata que Innovacampus permite una innovación dentro de la educación superior para acercar más a los estudiantes a la realidad del entorno industrial, por lo que en el proyecto se hizo una visita a Alemania para ver la experiencia de ese país en términos
de innovación y de educación superior.
El profesor sostiene que en el tema de Ingeniería de Producción se trabajó, específicamente, para el área de manufactura, a partir de una revisión curricular, un planteamiento con las tendencias mundiales y una revisión hacia adentro de las estrategias pedagógicas.
Así mismo, se evaluó la ventaja que tienen los proyectos integradores, surgió la revisión de tres cursos del área de manufactura, así como la propuesta del diseño y construcción de un laboratorio para Ingeniería de Producción, que servirá a diferentes áreas del programa.
“Con el laboratorio se busca que los estudiantes tengan más inmersión en la realidad de una empresa productiva, se defina un tipo de producto –en especial de uso industrial– y que estos puedan vivir diferentes papeles, desde lo operario, la planeación, la dirección, la programación y otros que se viven alrededor de una empresa manufacturera”, precisa el docente.
En 2016 se quiere desarrollar la adecuación del laboratorio y se definirán las empresas que estarán en el proyecto, debido a que se busca que la experiencia sea de una compañía ubicada en EAFIT que tenga un producto real con visión hacia el futuro, para lograr la mayor realidad posible en un contexto educativo.
Alberto Rodríguez, decano de la Escuela de Ingeniería de EAFIT, expone que en Medellín hay unas empresas muy grandes en ensamble que proveen a Sofasa y a las ensambladoras de motos, un tema que no se ha insertado mucho como un tema académico, por lo que decidió desarrollarse este programa.
“La intención de Ruta N es poner un tema de cierta congruencia entre las universidades y el entorno productivo para que los planeamientos curriculares tengan en cuenta las necesidades productivas de la ciudad”, finaliza el Decano.