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El Eafitense / Edición 110 ¿Emprender o emplearse? Esa no es la cuestión - El Eafitense

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¿Emprender o emplearse? Esa no es la cuestión

​​​​El mundo laboral y el mercado verán cómo, cada vez más, las personas no se aferrarán a un solo empleo durante su vida para buscar una jubilación. Hoy, los profesionales o buscan vivir varias experiencias o le apuntan a generar sus propios ingresos a partir de la creación de sus propias empresas. La universidad debe prepararlos para ambas situaciones.​​


​Catalina Guzmán Garzón
Comunicadora Innovación EAFIT

El panorama de trabajo para los jóvenes egresados en Colombia está directamente ligado a la realidad del mercado laboral de la región, que también sufre afectaciones por las dinámicas de la economía mundial. Esta cadena de eventos exige a las instituciones de educación superior, así como a sus estudiantes y a sus egresados, prepararse para superar los desafíos de este agitado mundo profesional.​​

En primer lugar, es fundamental entender el significado de la palabra “emprender”, ya que se ha generalizado una interpretación inexacta del término. Emprender es la capacidad humana de generar ideas o proyectos, y trabajar por cumplir esos objetivos de la manera más eficiente posible. ​

​Según el último informe de mercado laboral, presentado por Fedesarrollo en abril de 2016, en el primer trimestre de este año los segmentos de empleo particular y empleo por cuenta propia generaron en el país 28 mil puestos de trabajo para los jóvenes entre 14 y 28 años, lo que concentra el 83,7 por ciento del empleo juvenil. De esta manera, la principal opción de empleo para los jóvenes sigue siendo, en gran medida, obtener un contrato laboral en una empresa privada. Sin embargo, los 8.000 jóvenes emprendedores de iniciativas empresariales, que hacen parte de esta estadística, marcan una tendencia importante que in​​ dica que muchos optan por ser independientes y crear sus propias fuentes de ingreso. 

Para Lady Giraldo Ortiz, coordinadora del programa de acompañamiento a emprendedores de Innovación EAFIT, el panorama actual del empleo cambia y es cada vez más flexible: “Las personas tienen la facilidad de tener varios trabajos al mismo tiempo y en diferentes ámbitos, es flexible en cuanto a horario y a oportunidades de negocio. Cada vez es menos común que una persona llegue a una empresa y se quede allí hasta su jubilación, una situación poco probable tanto por la legislación como por las dinámicas empresariales, y hasta por las expectativas y deseos de los mismos trabajadores”. 

Ante este escenario, EAFIT hace varios años, por ejemplo, tomó una serie de decisiones encaminadas a dotar a sus estudiantes de las capacidades necesarias para enfrentarse a esa realidad y tener mayores posibilidades de triunfar. El secreto está en el espíritu emprendedor. ​

A emprender 

En primer lugar, es fundamental entender el significado de la palabra “emprender”, ya que se ha generalizado una interpretación inexacta del término. Emprender es la capacidad humana de generar ideas o proyectos, y trabajar por cumplir esos objetivos de la manera más eficiente posible. ​​ 

EAFIT, desde 2006, inició una apuesta por generar en los estudiantes capacidades de estas características, al convertir el emprendimiento en una línea estratégica a partir de formación, investigación y extensión. De igual forma, con la creación del Centro para la Innovación, Consultoría y Empresarismo (Cice), hoy Innovación EAFIT, adquirió el compromiso de brindarle a los alumnos competencias, metodologías y acompañamiento para el desarrollo de sus ideas de negocio, a la vez que propició la conexión con el ecosistema de innovación y emprendimiento de la ciudad para mejorar los procesos internos y alinearlos con las estrategias de Medellín.​

La Universidad no tiene que plantearse una posición radical entre formar estudiantes para que sean empresarios o empleados, pues dota a sus alumnos con las capacidades para desempeñarse en ambos aspectos. ​

Para Adriana García Grasso, directora de Innovación EAFIT, los 10 años de esta dependencia han contribuido a formar una generación de emprendedores: “En una universidad de tercera generación la transferencia de tecnología y conocimiento involucra también a todos los emprendedores que desean ser empresarios, ya que en la medida en que sus iniciativas empresariales tengan un alto componente de innovación se ofrecerán soluciones reales y oportunas a la sociedad y al país”. 

La implementación de esta estrategia emprendedora se ha realizado de manera integral, desde la adaptación del currículo con la línea de énfasis que hoy cuenta con más de 1.500 estudiantes al año, un diplomado, un grupo de investigación, diversos cursos de formación empresarial, publicaciones, además de un programa de acompañamiento a emprendedores en el que se realiza una asesoría personalizada y una serie de actividades especializadas para aquellos estudiantes y egresados con ideas de negocio. 

Teniendo en cuenta esta perspectiva, la Universidad no tiene que plantearse una posición radical entre formar estudiantes para que sean empresarios o empleados, pues dota a sus alumnos con las capacidades para desempeñarse en ambos aspectos. En ese sentido, promover el espíritu emprendedor en los estudiantes significa que sean audaces, creativos, con iniciativa, que contribuyan a la empresa y a la sociedad con nuevas ideas. Estas características pueden ser promovidas tanto para el medio laboral como empresarial con personas flexibles y polifacéticas. 

El estudiante, por su parte, una vez termina su carrera se enfrenta a la decisión de ser empleado o ser empresario, pero sea cuál sea su elección lo importante es que sea emprendedor. Es así como lo expone Jorge Hernán Mesa Cano, de la Escuela de Administración de EAFIT: “En materia de emprendimiento vemos cómo los estudiantes asumen el riesgo, cómo confían en sus propias capacidades. En la medida en que se tengan confianza estarán más dispuestos a correr riesgos. De esa manera, un individuo con una gran autoconfianza y una actitud más​​ decidida tendrá mayores probabilidades de que se lance a crear empresa”. 

Las empresas y la comunidad en general están requiriendo de personas con un espíritu emprendedor dispuesto a innovar, a ver los problemas como oportunidades, consciente de que las ideas hay que materializarlas y el camino a esa materialización debe ser responsable y sostenible. La posición de las empresas no dista mucho de la visión de emprendimiento que se ha consolidado en EAFIT. No obstante, adquiere relevancia ​​​​​ generar capacidades para la innovación. Jorge Alonso Echeverri Muñetones, director de Innovación de Colcafé, ratifica esta postura: “Desde mi experiencia considero que los nuevos egresados cuentan con el manejo de las herramientas necesarias para aportar a los procesos de innovación de las empresas, pero falta conocimiento de cómo se gestiona de manera efectiva. Pienso que se debe incluir la innovación de una manera más formal en las carreras y hacer ejercicios de innovación en conjunto con las empresas”. 

Competencias básicas para un innovador
• Experimentación
• Habilidad de preguntar
• Observación
Asociar
• Trabajo en red​​

Competencias fundamentales para un emprendedor
• Amplitud perceptual
• Pensamiento sistémico
• Creatividad
• Orientación al logro
• Trabajo en equipo​​

¿Un emprendedor empresario nace o se hace? 

Hoy, cuando se habla de ser empresario, no se habla de un solo individuo, sino que se piensa en un equipo, de manera que las competencias y habilidades de todos los integrantes del colectivo se complementan para sacar adelante una empresa. Para lograrlo, todos deben ​​ aprender a desarrollar capacidades adicionales como la creatividad, la solución de problemas y el trabajo en equipo con una visión más global y holística del mundo. 

​En este sentido, el trabajo colaborativo tiene un papel protagónico, además porque los nuevos medios facilitan la creación de redes y alianzas estratégicas que permiten poner en marcha los proyectos y brindan nuevas perspectivas para el crecimiento y expansión de los negocios. 

No existe una fórmula que defina qué tipo de personas deben ser emprendedores empleados o emprendedores empresarios. Desde la Universidad no se puede influenciar a un estudiante para que tome uno u otro camino, pero sí se puede aportar al trabajar en el proyecto de vida del estudiante, de manera que reconozca sus capacidades y que, sea cual sea el rumbo que elija, pueda tener el mejor desempeño y obtener los mayores éxitos. ​​​
Última modificación: 27/02/2017 12:08