*Nota publicada en agenda noticias EAFIT
Los talleres con niños y jóvenes, que realiza habitualmente la Universidad de los Niños EAFIT, llegaron hasta la Fiesta del Libro y la Cultura con el objetivo de que más público tuviera contacto con la ciencia y la investigación, tal como lo declaró Ana María Londoño Rivera, coordinadora estratégica de este programa eafitense.
El aula fue un espacio que invitaba a la imaginación: en el piso estaban dispuestos cojines, y se valía desde acostarse hasta saltar y correr. En el techo colgaban cuadros de papel que formaban un signo de interrogación, en alusión a la dinámica de los cuatro talleres centrados en las preguntas ¿cómo surgen los países?, ¿qué poderes gobiernan la ciudad?, ¿qué son energías renovables? y ¿es real lo que percibimos con los ojos?
Sobre el taller ¿cómo surgen los países?, que se impartió a profesoras normalistas, Natalia Jaramillo Puerta, estudiante de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Copacabana, consideró que fue una experiencia muy significativa que le aportó estrategias pedagógicas para trabajar en el aula de clase.
Manuel Castrillón Medina, asistente estratégico de la Universidad de los Niños, explicó que se realizaron cerca de ocho talleres al día y, hasta el pasado viernes, ya sumaban cerca de 50 talleres y 1.500 personas.
Los participantes fueron niños y jóvenes entre los 8 y 15 años, además de grupos de primera infancia, público adulto y grupos familiares, quienes a pesar de no hacer parte del público habitual, pudieron participar de juegos y otras actividades.
“Compartir con los niños en la Fiesta del Libro y la Cultura fue algo muy gratificante porque tuvimos la oportunidad de dar a conocernos y de despertar en los niños la capacidad de asombro a través de preguntas y de una manera divertida, con el objetivo de promover la lectura y la investigación”, anotó.
Edward Steven García, estudiante de la Institución Educativa Nueva Generación, opinó que el Taller ¿es real lo que percibimos con los ojos?, le permitió ver cosas en las que normalmente no se piensa.