Hace 20 años tengo esta distribuidora de cueros y creo que en este negocio si hay ciencia: la de la vida. A veces no hay poder económico para volverse usted rápido, para pelear con las máquinas de los europeos y los chinos. Entonces toca ganarles con diseño, con la talabartería que es manual, que se hace sin máquinas. Carlos Flores, comerciante de cueros.
Yo me fui a una chatarrería y por allá pague trece mil pesos para organizar este carrito. Yo creo esto es tecnología porque yo eso jamás en mi vida lo había llegado a hacer y yo misma me lo ingenié. Ana Uribe, vendedora.
El perfume está compuesto de fragancia, fijador que es el alcohol de perfumería, feromonas y catalizador que ayuda para que dure más y se sienta más varonil o más femenino. ¡Esto no tiene ciencia! Hay es que tener bien las medidas de preparación. Lo que sí tiene ciencia es hacer la perfumería en los laboratorios, cuando sacan eso de las flores y ya usan fórmulas para saber qué agregar de cada elemento y poner el aroma igual al original. Jonathan Muñoz. Perfumista.
El universo es grande y está lleno de ciencia. ¡Todo es ciencia! Trabajar en una librería tiene ciencia porque hay que conocer los gustos de los clientes, saber un poco de autores, de libros y de nacionalidades. Cada cosa tiene su objetivo, su razón, entonces cada cosita trae su toque de ciencia. Sebastián Cifuentes, librero.
La ciencia es tener paciencia. Un científico se va a muchas partes y hace muchas cosas. Va cuando quiere a la oficina, para eso trabaja y estudia. Tiene que estudiar muchas cosas. El científico sabe lo que está haciendo y lo que va a hacer. Rubén Darío Vasco, relojero.