Una casa mejor, más segura, un hogar más tranquilo. Eso es lo que siente que recibió Lina Marcela Marín este viernes, cuando le entregaron el reforzamiento sísmico de la estructura física de su vivienda, ubicada en el barrio 13 de Noviembre, en la comuna 8 del centro-oriente de Medellín. Esta intervención es una de las primeras tres que se harán en la región y fue posible gracias a un convenio entre EAFIT, la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) y la fundación Build Change.
La vivienda -a la que se le construyeron muros y columnas porque no cumplía con los estándares básicos de construcción antisísmica- fue entregada en un acto en el que participaron representantes de las entidades comprometidas con el reforzamiento. Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana, expresó que intervenciones como esta permitirán hacer muchas más en el resto del territorio. Eso es lo que está haciendo EAFIT, trabajando con aliados para que el conocimiento y la ciencia estén en beneficio de la comunidad y en pro del desarrollo sostenible, manifestó Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de la Universidad.
“Tenemos el Plan Metropolitano de Gestión del Riesgo Sísmico y lo que buscamos es ejecutar los procesos de la gestión del riesgo para reducir los daños: hacer proyectos de conocimiento y reducción de la amenaza, de manejo de desastres y de todo lo que es gobernanza, educación y comunicación del riesgo. Tenemos diferentes proyectos y uno es la investigación donde estamos evaluando experimentalmente el comportamiento de la mampostería simple en el Valle de Aburrá. Dentro de ese convenio estamos haciendo el reforzamiento de tres viviendas y la sensibilización del riesgo sísmico”, explicó Juan David Moreno, ingeniero civil de la Unidad de Gestión de Riesgo del Área Metropolitana.
El reforzamiento estructural de viviendas es resultado del convenio de investigación entre la Universidad y la entidad metropolitana, suscrito en noviembre de 2017, para el estudio del riesgo sísmico en los diez municipios de la jurisdicción, el estudio se llama Evaluación Experimental del comportamiento de muros de mampostería no reforzada sometidos a cargas laterales y reforzamiento de viviendas MUR (de mampostería no reforzada).
Esta investigación la dirige Ana Beatriz Acevedo Jaramillo, docente del Departamento de Ingeniería Civil de EAFIT, quien encontró que alrededor del 60 por ciento de las viviendas del Valle de Aburrá no están construidas bajo las condiciones adecuadas y no resistirían un sismo de gran magnitud.
“Las viviendas tienen un sistema de resistencia de cargas laterales que permite que tengan un comportamiento adecuado en caso de terremoto. Este sistema puede ser de diferentes maneras: el que conocemos como sistema de pórticos está formado por vigas y columnas. Hay otro sistema que son los muros de concreto, encargados de resistir esas fuerzas. En Antioquia, como en la mayoría del país, el sistema que más predomina es un sistema de mampostería no reforzada. Son viviendas que están construidas nada más de ladrillos pegados con mortero, pero sin columnas en su interior, ni vigas. Y este sistema de resistencia no es el adecuado si ocurre un terremoto”, señaló la investigadora Ana Beatriz Acevedo, doctora en reducción del riesgo sísmico de la Universidad de Pavia (Italia).
Los estudios sobre exposición sísmica de viviendas realizados en EAFIT dan cuenta del grado de vulnerabilidad de los municipios del Valle de Aburrá, dado el crecimiento urbano y la progresiva densificación de la vivienda informal que no cumple con las normas vigentes de construcción en sismoresistencia.
Para esta investigación se realizaron ensayos experimentales de laboratorio que ayudaron a comprender el comportamiento de las viviendas durante los eventos sísmicos. Como parte del convenio el objetivo fue intervenir, además, edificaciones con características de mampostería no reforzada como modelos en distintos territorios del Valle de Aburrá.
“Hay un concepto que se llama riesgo sísmico, que es determinar cuántas pérdidas van ocurrir cuando suceda un terremoto, tanto vidas humanas como económicas. En la Universidad estamos haciendo las evaluaciones del riesgo sísmico, lo que depende de factores como la amenaza, la exposición y la vulnerabilidad”, explicó la ingeniera eafitense.
Según la Unidad de Gestión del Riesgo del Área Metropolitana son cerca de 250000 viviendas que necesitan ser reforzadas en su estructura en el Valle de Aburrá, por lo que estas intervenciones servirán como proyectos pilotos desde la investigación para implementar mejores estrategias en la reducción de amenazas por desastres sísmicos.
“Para nosotros no solo es importante el conocimiento, saber cómo se van a comportar las estructuras. Es importante trabajar en riesgo de desastres y es uno de los componentes que habrá que incluir en la agenda política de los próximos gobernantes, como generar estrategias tendientes a reducir los riesgos sísmicos”, concluyó Juan David Moreno.
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Alejandro Gómez Valencia
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