Tecnología de punta, académicos del más alto nivel y el respaldo de una institución como la Universidad de Harvard están detrás del Laboratorio Kolter, un rincón del planeta en donde se intentan desvelar, desde 1983, los secretos del mundo microbiano. Su creador estará en EAFIT (auditorio 38-101) este jueves 8 de noviembre a las 3:00 p.m. para ofrecer una conferencia en desarrollo de la exposición fotográfica Un mundo en una gota, inaugurada con motivo de la celebración de los cinco años del pregrado en Biología de la Universidad.
Roberto Kolter es el hombre detrás de la creación y funcionamiento de ese laboratorio, cuyos miembros ostentan títulos de posdoctorados y adelantan investigaciones sobre relaciones entre especies y comunidades; multicelularidad bacteriana y técnicas de imagen macroscópicas. Su formación académica en biología pasó por las aulas de instituciones como la Universidad Carnegie-Mellon, la Universidad de California y la Universidad Stanford.
Tras formar durante 35 años a cerca de 120 investigadores en su laboratorio, ocupar cargos docentes y administrativos en Harvard, participar en cerca de 247 publicaciones científicas indexadas y ser citado más de 48.000 veces, Roberto Kolter se prepara para cerrar el laboratorio y empezar otra etapa de su vida como profesor emérito.
En esta entrevista, Roberto Kolter reflexiona sobre la importancia de analizar el mundo invisible y darlo a conocer a todas las personas.
La ciencia suele estar confinada a publicaciones indexadas y pápers científicos. ¿Cuál es la importancia de recurrir al arte —en este caso la ilustración y la fotografía— para comunicar la ciencia en un lenguaje más comprensible para las personas que no tienen formación científica?
Pues sí y no. Aunque las publicaciones indexadas de investigación son la manera estándar de mantener un registro permanente del trabajo científico, gran parte de la comunicación de las ciencias ocurre a través de la tradición oral, a través de charlas o visitas a otros laboratorios, por ejemplo. En ese entorno, el lenguaje es necesariamente especializado. Pero es también muy importante mantener al público general informado sobre los alcances y los retos de la ciencia. Para lograrlo creo firmemente en la importancia de combinar el conocimiento con el aspecto estético, pues cuando las personas ven una imagen hermosa su curiosidad aumenta y las preguntas surgirán de manera espontánea. Así, puede darse inicio a un buen intercambio científico entre quien pregunta y el académico que puede tener las respuestas adecuadas.
Mientras la atención de la gente se centra en Marte, los agujeros negros y el espacio exterior, parece que gran parte de las personas se olvidan de la vida microscópica. ¿Cómo podemos comprender la vida en la Tierra, e incluso las dinámicas del universo, al observar las interacciones y las estructuras construidas por estas formas de vida microbiana?
Yo diría que gracias a los logros en términos de diseminación científica las personas tienen hoy acceso a las dimensiones macro y micro del universo. Es cierto que escuchamos mucho sobre el universo, la posibilidad de hallar vida en Marte, el Big Bang, los hoyos negros, entre otros asuntos, pero también debemos aceptar que existe actualmente mucho interés en los microbios. En parte, esto se debe a la curiosidad natural de la gente acerca de su propio microbioma —los microbios que llevamos con nosotros todos los días—. Estoy convencido de que los patrones de interacción que observamos en el ámbito microscópico en nuestro planeta tienen paralelos con patrones de interacción evidenciados en la Tierra y en el universo. Esas características compartidas entre patrones que emergen a medida que las partes interactúan siempre me ha fascinado. No estoy seguro de poder aprender las dinámicas del universo al estudiar la vida microbiana, pero lo aprendido al estudiar ambos frentes nos permite comprender mejor el universo que habitamos.
¿Qué puede enseñarnos el estudio de la vida microbiana sobre la evolución en nuestro mundo y la interacción entre especies?
¡Muchísimo! Los microbios nos permiten estudiar la evolución en tiempo real. Las tasas de crecimiento de los microbios son muy rápidas y el tamaño de sus poblaciones es enorme. Así que evolucionan a pasos agigantados en comparación con animales y plantas. "El medio ambiente es el teatro en el que se representa la obra de la evolución", una frase de Evelyn Hutchinson cuya interpretación nos aclara que la evolución sucede en un ambiente en donde interactúan y coevolucionan diferentes especies. Podemos comprobarlo directamente, haciendo experimentos en los laboratorios, y eso lo encuentro fascinante. Los microbios nos permiten no solo realizar evolución experimental sino también ecología experimental.
¿De dónde viene su fascinación por hacer visible lo invisible?
Siempre me he sentido atraído por lo que es bello. Creo que todos lo hacemos. ¡Cuando lo invisible se hace visible, emerge la belleza justo frente a nuestros ojos!
¿Por qué estas formas de vida microscópicas construyen estas estructuras simétricas que son visibles al ojo humano, las que ustedes captan en sus fotos?
Claramente, porque fueron elegidas por la selección natural. Me refiero a que al formar comunidades multicelulares las propiedades emergentes deben incrementar las capacidades físicas y, por ende, el éxito reproductivo de las partes. Hemos demostrado que ese es el caso en algunas instancias en donde descubrimos que los microbios evolucionaron al punto de realizar división de responsabilidades y labores.
¿Por qué cerrará el Laboratorio Kolter?
Porque me jubilo. ¡El Laboratorio Kolter no va más!
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Alejandro Gómez Valencia
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