Están internados en la selva. Explorando con el entusiasmo de, quizás, identificar habitantes del planeta que el hombre aún no tiene registrados. Son docentes y estudiantes del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT que —junto con Colciencias y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)— se internarán durante dos semanas en lo profundo del bosque húmedo tropical de Anorí, en el Nordeste antioqueño, para descubrir e inventariar las especies naturales de distintos grupos bióticos que habitan el territorio, unas 52 mil hectáreas inexploradas hasta ahora por los científicos del país.
La Expedición Colombia Bio Anorí, la décimo octava que se realiza desde el inicio del programa científico en 2016, es realizada por 22 investigadores de EAFIT, la Universidad de Antioquia y la Universidad CES, acompañados por profesionales de Colciencias, la ONU y líderes comunitarios de este municipio antioqueño. La iniciativa también cuenta con el apoyo de la Mesa de Reincorporación de Antioquia, EPM, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Corantiquia e ISA Intercolombia. Con los expedicionarios, como parte vital del proceso de reincorporación de las Naciones Unidas, participan 10 excombatientes de la exguerrilla FARC, quienes son los guías de la exploración científica.
“Vamos a las tierras bajas de Anorí, a la zona conocida como el Bajo Cauca-Nechí. Estos bosques tienen dos particularidades, pues se encuentran donde convergen prácticamente dos grandes hotspots de la biodiversidad, esas zonas calientes que hay en el planeta, como la del Chocó biogeográfico y la de los Andes. Anorí está justo donde se mezclan, esto hace de la zona un sitio con diversidad única y, posiblemente, desconocida para la ciencia”, expresa Juan Fernando Díaz Nieto, profesor de EAFIT; coordinador de la expedición científica; y doctor en Ecología, Evolución y Comportamiento de la Universidad de Minnesota.
De esta exploración biológica hacen parte grupos bióticos especialistas en mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles, insectos con énfasis en mariposas y expertos en plantas como la palma de iraca y la orquídea. Una condición especial de esta región antioqueña, caracterizada por el bosque húmedo tropical continuo, ubicado alrededor de los 800 metros sobre el nivel del mar, es que ha sido una zona históricamente afectada por el conflicto armado y, por lo tanto, poco estudiada por los ecologistas.
“En temas de conservación, Anorí es de los pocos municipios donde queda bosque húmedo tropical en Antioquia. Es muy singular por eso, tenemos un bosque continuo y nativo, donde esperamos tener resultados muy significativos con los científicos, pero también tenemos un reto: es el cuarto municipio de Antioquia con alerta temprana de desforestación. Ese bosque tiene otros intereses que quizá no son los mejores para el desarrollo sostenible incluyente de las comunidades”, señala Juan Camilo Salazar, jefe técnico de la Alianza EPM-PNUD y líder de la Bioexpedición.
En este territorio, casi desconocido para muchos de los exploradores, según los guardabosques locales, existen 180 especies registradas de mamíferos, 450 de aves, 90 de reptiles y 1400 forestales. Animales como el jaguar, el oso de anteojos o los venados han sido reconocidos por muchos pobladores como habitantes de estos bosques.
“Esta expedición es muy importante porque estamos construyendo el camino de la paz, además, es poder conocer realmente nuestro país porque no teníamos la posibilidad de acceder a muchas zonas por el conflicto. En la parte académica es la oportunidad de trabajar con expertos, particularmente, en el tema que más me gusta que son las aves”, expresa Sara Velázquez Restrepo, de 21 años, expedicionaria y estudiante de Biología en EAFIT.
Colombia Bio, como parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y apoyado por Colciencias, espera completar 20 expediciones naturales a finales de 2018. Hasta el momento algunas de estas han sido en ecosistemas de la isla de Malpelo, Cayo Cerrana, Caquetá, Guaviare, Chocó, Vichada y Antioquia.
En la más reciente expedición natural realizada en Antioquia, en noviembre de 2016, como parte de los hallazgos los científicos reportaron una posible nueva especie en los cañones del río Melcocho y Santo Domingo, en el municipio de Carmen de Viboral. Se trata de una rana arbícola, de la familia Hylidae.
“Estos territorios de las tierras bajas, por años, estuvieron sin acceso por orden público. Son zonas desconocidas para la ciencia y lo que se ha hecho allá es mínimo. Así que esta expedición busca encontrar registros novedosos y muy seguramente especies nuevas en cada uno de los grupos bióticos que vamos a trabajar”, señala el biólogo Juan Fernando Díaz, quien se ha especializado en el reconocimiento de la diversidad biótica del neotrópico, principalmente en mamíferos.
Como parte de esta estrategia educativa y de exploración científica de los diversos ecosistemas, la Expedición Colombia Bio tiene como objetivo fortalecer 20 colecciones biológicas. Según el Sistema de Información sobre la Biodiversidad de Colombia (SIB Colombia) el país cuenta con 214 colecciones legales y 30 millones de especímenes catalogados.
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Alejandro Gómez Valencia
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