A pesar de la solidez del sistema financiero de Medellín, y el liderazgo demostrado en el ámbito mundial por muchas de sus empresas en el tema de ahorro y pensiones, la educación en temas de economía y finanzas, en primaria y secundaria, empieza apenas a arrojar sus frutos, en parte gracias al trabajo adelantado desde el año 2013 por EAFIT, de la mano de varias instituciones educativas de la ciudad.
Hace cinco años, y según recuerda Raúl Armando Cardona Montoya, jefe del pregrado en Finanzas de la Universidad, se dieron acercamientos con el Ministerio de Educación Nacional para apoyar la estrategia de educación financiera en el país. Poco después, motivados por la reciente aparición del decreto 457 de 2014 (mediante el cual se organiza el sistema administrativo nacional para lograr este fin), EAFIT realizó un evento para dar a conocer la estrategia de Colombia en ese frente, pero la respuesta de los colegios fue muy baja.
Hoy EAFIT mantiene el interés y apoya a 10 colegios de Medellín para facilitarles la implementación de estrategias de formación en el tema financiero. "Hasta ahora, las instituciones no habían tenido capacidades para dar forma a proyectos institucionales de educación económica y financiera, con actividades, presupuesto y recursos necesarios. Una de las causas por las que muchos colegios se han mantenido al margen es porque el recurso humano no está capacitado en el tema, aunque las finanzas no son difíciles de aprender, pero sí requieren que la persona se capacite, tenga un plan y cuente con la voluntad", indica el docente.
La estrategia de educación económica y financiera en el país se fundamenta en tres pilares: economía, emprendimiento y finanzas. El primero ha estado presente en los currículos desde hace varios años, y el segundo ha recibido un decidido apoyo estatal durante los últimos años. Las finanzas, por su parte, se empiezan a ganar un lugar en algunos planteles, en donde se estructura desde hace poco un plan transversal que lleve el tema a las guías y cuadernos de alumnos de los grados primero a once.
"Hay colegios avanzados y otros que apenas imparten conocimientos, estrategias y técnicas de finanzas personales en los últimos dos grados. Aquellos que están estructurando planes transversales, conectando el tema en asignaturas como matemáticas, ciencias sociales y tecnología verán resultados en cuestión de dos o más años. Es importante que desde muy temprano los niños comprendan que el dinero es perecedero, limitado, periódico y proviene de los ingresos, no de pasar una tarjeta o acercarse a un cajero", manifiesta Raúl.
Con dicho objetivo en mente, en instituciones como el colegio San José de La Salle, los profesores de matemáticas en los grados de primaria iniciaron la búsqueda de la metodología idónea para transmitir a los pequeños los aspectos básicos de las finanzas: la importancia de ahorrar y usar bien el dinero, las posibilidades que se abren con el uso del mismo, y la capacidad de asumir posturas sobre los bienes necesarios y los lujos a la hora de tomar decisiones de compra.
"Nos parecía muy particular que los niños llegaran a primaria desconociendo el uso del dinero y con poca capacidad de identificar los billetes. Surgió la idea de implementar un banco en el aula de clase, con billetes didácticos, para que estos empezaran a usar dinero, a ahorrar y a relacionarse con los conceptos de matemáticas financieras. Son actividades de su cotidianidad, para que ellos empiecen a aportar en actividades como ir a la tienda con sus padres", señala Paula Andrea Castañeda Pérez, docente del área de matemáticas de ese plantel educativo.
Aunque la iniciativa se implementó en los grados tercero y quinto de primaria, con miras a ampliar la capacidad de respuesta de los estudiantes frente a las pruebas Saber, el colegio se asegura de que el conocimiento generado en el proceso llegue a los demás grados y complemente un proyecto de mayor alcance impulsado por los profesores de matemáticas: la resolución de situaciones problemáticas.
Camino allanado
Todas estas experiencias se conocieron el viernes 4 de mayo, en el foro Cinco años de desarrollo de la educación financiera en los colegios del país. ¿Qué tanto hemos avanzado?, organizado por el pregrado en Finanzas de EAFIT y en cuyo marco se conoció información referente al índice de educación financiera en los colegios y a esfuerzos realizados por diversas entidades de los sectores público, privado y educativo en Medellín y Colombia.
"Desde EAFIT presentamos una investigación hecha en 71 colegios en siete departamentos (62 por ciento de ellos públicos, y 38 por ciento privados). Encontramos mucho por hacer: debemos pasar de la intención a la acción, a través de un comportamiento planificado que asigne recursos y logre los objetivos de entregar conocimientos, conductas y hábitos a los niños, para que mejoren en este tema mientras están en el colegio, pero también con miras a prepararlos para los mundos universitario y laboral", explica Raúl Armando Cardona Montoya.
En su concepto, los pequeños son muy inteligentes, y si se habla con ellos se les pueden transmitir conceptos sobre el uso y el ahorro del dinero, mediante mecanismos como las alcancías o las cuentas de ahorro para menores, que suelen ser más baratas de manejar. Para él, es importante no incurrir en el error de subestimarlos y pensar que estos son asuntos incomprensibles o preocupaciones innecesarias para ellos.
En dicho esfuerzo, las instituciones financieras han aportado también su grano de arena. Es el caso de la cooperativa Confiar, que trabajó desde 1988 hasta 2015 con cerca de 50.000 ahorradores de 300 instituciones educativas, para generar hábito y cultura del ahorro en los estudiantes.
"Se partió de un ahorro semanal, con montos desde 500 pesos en adelante, en la misma institución educativa. Ese dinero llegaba a la Cooperativa y, en diciembre, una vez finalizado el período académico, se les entregaba a los niños y se desarrollaban unas actividades pedagógicas alrededor de esta dinámica. A partir de eso redactamos dos cartillas que se pueden consultar en la página web de la Cooperativa", asegura John Edwin Baena, líder de Investigación y Territorio de la cooperativa Confiar.
Por su parte, el jefe del pregrado en Finanzas de EAFIT celebra que cada vez más entidades se sumen a este esfuerzo, y reitera la importancia de lograr transmitir a los colombianos la noción de que no solo se trata de ahorrar sino de encontrar los mecanismos para transmitir dichos recursos a inversiones, para ampliar el capital: "Es fundamental aprender pronto que uno no debe gastarse más de los ingresos recibidos y que los ahorros no deben ser solo para gastos posteriores".
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Alejandro Gómez Valencia
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