Con unidades productivas de cultivos hidropónicos, dispuestas en algunas terrazas de Medellín donde se siembran vegetales y plantas aromáticas como la albahaca, emprendedores de EAFIT le apuestan a un nuevo tipo de agricultura urbana que permitirá garantizar la producción de alimentos dentro de la misma ciudad.
“Pensamos montar una producción de alimentos en las terrazas de Medellín, por medio de la hidroponía. Montamos sistemas en tubos de PVC, básicamente, con estructuras metálicas y automatizadas, aprovechando todo el potencial agrícola que tiene el país. Venimos a fortalecer la producción de alimentos dentro de la ciudad, lo que trae beneficios en cuanto al transporte de las cosechas, a la vez de mitigar la contaminación que hay en las ciudades creando terrazas verdes”, señala Simón Martínez Monsalve, emprendedor y estudiante de último semestre de Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT.
Los cultivos hidropónicos, a diferencia de la agricultura tradicional, es una técnica donde las plantas crecen sin necesidad de suelo agrícola, simplemente a través de agua y disoluciones minerales. Este descubrimiento, que comprobó que las plantas absorben los nutrientes esenciales por medio de iones inorgánicos, fue hecho por fisiólogos vegetales durante el siglo XIX.
Esta técnica de cultivo, que en Colombia es utilizada desde la década de los noventa en la producción de flores y hortalizas, hoy es aprovechada por esta iniciativa empresarial denominada Aura Hidroponía, la que ocupó en 2017 el primer puesto del Concurso de Iniciativas Empresariales de EAFIT, en la categoría social-tradicional.
“Ellos han venido recibiendo asesorías con diferentes expertos en temas de formalización empresarial e inversión. Siguen muy conectados porque el potencial que tienen es muy alto, dado que lo que desean atender son los cultivos hidropónicos en zonas urbanas, lo que permitirá atender una parte de la cadena agrícola. El tema de hidroponía en Colombia está por aprovecharse en muchos tipos de cultivos”, señala Lady Janeth Giraldo Ortiz, coordinadora del Programa de Acompañamiento a Emprendedores de Innovación EAFIT, dependencia que trabaja en el fortalecimiento del emprendimiento, la transferencia de conocimiento y la innovación.
La idea de negocio en Aura Hidroponía se basa en un sistema de cultivos bajo dos modalidades, conocidas como NTF y Raíz Flotante. Por medio de estos métodos se cultiva desde hortalizas hasta flores ornamentales. El primero de estos significa Nutrient Film Technique, una de las técnicas hidropónicas más populares para la producción de vegetales en el mundo. Es una red de bombeo que permite la circulación continua o intermitente de una fina capa de solución nutritiva a través de las raíces, la que pasa por una serie de canales de cultivo diseñados en distintos niveles que maximizan el espacio.
El segundo sistema, por su parte, es ideal para el cultivo de plantas de bajo tamaño como las lechugas y algunas otras aromáticas. Este brinda condiciones propicias para disminuir el ciclo de cosecha, pues la técnica consiste en mantener las plantas flotando sobre contenedores con solución nutritiva, reduciendo los tiempos de crecimiento.
“Estamos buscando mediante la hidroponía hacer inclusión y emprendimiento social, llevando esto a la ciudad y sus zonas altas. Queremos abordar todas las áreas posibles e impactar en la agricultura de la alimentación. La ventaja de los cultivos hidropónicos es que permite, en menor espacio, tener una mayor producción a la agricultura tradicional”, señala Andrés Álvarez Sabogal, socio de la empresa.
El mercado en Colombia de este tipo de cultivos viene en desarrollo, por lo que es cada vez más habitual encontrarse, no solo con producciones en invernaderos, sino con hogares equipados con huertas hidropónicas que sirven para la siembra del propio alimento. Incluso, para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los cultivos hidropónicos se han convertido en una solución para la seguridad alimentaria del mundo.
Para la industria agrícola, por su parte, también se ha transformado en una oportunidad de negocio, pues este tipo de sistemas permite cultivar eficientemente y acelerar las cosechas con ciclos de funcionamiento automatizados, como las horas de riego e irrigación de soluciones minerales, a la vez que puede ofrecer luz artificial a los cultivos en caso de estar en lugares cerrados.
“Estos sistemas son ideales a gran escala. La mayoría de plantas de porte bajo se pueden adaptar a los sistemas hidropónicos. Tenemos pensado experimentar con tomates, con frutas como la uchuva y otro tipo de productos que son también de buen valor y se podrían comercializar fácilmente. Estamos abriendo el panorama”, dice Simón Martínez.
Una de las mayores ventajas de estos sistemas, además de ser una forma eficiente y a bajo costo de producir alimentos, es que el buen manejo de una producción obtiene mejores rendimientos. Actualmente esta técnica de cultivo también es usada en la investigación biológica y en los procesos educativos, con un importante auge en las regiones donde las condiciones para la agricultura son adversas.
“En Colombia se importan actualmente legumbres, productos vegetales que fácilmente pueden ser producidos en la ciudad o en el campo, pero que no se están aprovechando”, concluyen los empresarios.
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Alejandro Gómez Valencia
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