En la reciente Encuesta de Percepción Ciudadana Comparada (EPCC), realizada en 21 ciudades capitales del país por la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, que mide asuntos como la seguridad urbana, el hábitat de los ciudadanos y la gestión pública de los gobiernos locales, Medellín ocupó el segundo lugar después de Barranquilla en el escalafón de calidad de vida percibida en 2017.
Para detallar esta situación y analizar los cerca de 200 indicadores que miden cómo viven los medellinenses y la valoración que tienen sobre la administración municipal, se reunieron el miércoles 13 de junio, en una mesa de trabajo junto con el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga, los líderes del programa Medellín Cómo Vamos, que presentó el informe sobre calidad de vida en la ciudad durante 2017.
“Para ciertos indicadores no hay metas y vamos a hacer algunas propuestas de mejora para esa agenda local. La inversión pública municipal vemos que creció casi en un billón de pesos en términos constantes, y los sectores que más crecieron fueron transporte, salud, equipamiento, seguridad y convivencia, y promoción del desarrollo. Estos cinco sectores abarcaron el 84 por ciento del aumento de la inversión entre estos dos años”, manifestó Piedad Patricia Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos, durante la presentación del informe en la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
Asuntos como los niveles de ingreso per cápita de la ciudad y su región metropolitana, las brechas de desigualdad, el acceso de sus habitantes a educación, salud, empleo, vivienda, seguridad ciudadana, medio ambiente, movilidad y espacio público, además de un sistemático seguimiento a las finanzas públicas y la competitividad son evaluados por el presente informe.
Para los analistas, una de las principales variables que miden la calidad de vida en las ciudades es el índice de pobreza y los niveles de desigualdad. Según el programa Medellín Cómo Vamos, en el primero rubro se redujo el porcentaje de pobres frente al año anterior, con el 14,2 por ciento de la población en este estado. El caso de la pobreza extrema se ubicó en el 3,6 por ciento.
Por su parte, la desigualdad se mantuvo en los mismos índices de 2016, que según el índice de GINI (instrumento que mide la reducción de las brechas socioeconómicas), fue de 0,52. Es decir, continúa siendo una ciudad con bajos estándares en esta materia. Este hecho se refleja en datos sobre la calidad de vida en las comunas de Medellín; mientras el sector El Poblado tiene mayores condiciones de vida (75,3/100), en otras zonas como Popular se marcaron menores índices (34,8/100).
“Si hay una ciudad en Colombia y América Latina que esté haciendo bien la tarea de cómo incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dentro del Plan de Desarrollo y sus indicadores es Medellín, y en eso tenemos que seguir avanzando. En término de desarrollo económico Medellín ha venido haciendo unos esfuerzos importantes, además en convenio con el sector privado, y es definir una política de desarrollo económico como eje, donde se tenga la innovación, la ciencia y la tecnología, y lo más importante es generar empleo de buena calidad y emprendimiento”, sostuvo el alcalde Federico Gutiérrez.
Uno de los valores agregados del Informe Medellín Cómo Vamos es que para este año los analistas contrastaron los principales indicadores de calidad de vida locales con la agenda 2030 de los ODS de la Organización de las Naciones Unidas, para identificar los avances y desafíos que mejoren las condiciones de vida en la ciudad.
Por ejemplo, de acuerdo con la agenda 2030 de los Objetivos, en materia de educación el informe de calidad de vida contempla que en Colombia la tasa de cobertura en educación media es del 95 por ciento y en educación superior del 80. Medellín, en este sentido, no tiene metas de cobertura de acuerdo con estos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Indicadores
El sector salud, según considera el informe Medellín Cómo Vamos, fue el segundo con mayor destinación de recursos municipales, con una participación de 17, 8 por ciento, equivalente a 821.816 millones. Frente a las causas de mortalidad, las enfermedades crónicas no transmisibles continúan representando la mayor parte de las muertes en Medellín para 2017.
En lo que tiene que ver con la ocupación laboral, la tasa de desempleo en Medellín fue de 10 por ciento y la del área metropolitana de 10,7 por ciento. Al cierre de 2017, indica el Informe de Calidad de Vida, había 1,1 millones de ocupados y 792 en empleos mil informales.
“Algo positivo es que hemos avanzado en la lucha contra la pobreza y la pobreza extrema, y hemos experimentado un crecimiento de la clase media. No obstante, aún tenemos desafíos muy importantes para reducir la desigualdad en los últimos años, tanto en ingresos como en términos sociales. La ciudad tiene una brecha importante en la acumulación de competencias y cualificaciones entre los hogares según el nivel de ingreso, que se convierte en una barrera a la mejora sostenible de la equidad. Eso lo evidenciamos”, señaló Piedad Patricia Restrepo, economista y magíster en Políticas Públicas.
El concepto de calidad de vida, según las instituciones involucradas en este informe, tiene que ver con el bienestar integral de la ciudadanía, tanto en su carácter objetivo como subjetivo. Esto último hace referencia a la valoración individual que tienen los habitantes con los bienes y servicios en la ciudad, de acuerdo con los indicadores de la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC), que realizan anualmente.
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Alejandro Gómez Valencia
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