El desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la producción, la manufactura y la logística en el contexto global de la industria 4.0, comprender la transformación productiva de los países y optimizar los procesos empresariales basados en mayor innovación e investigación. Esos son algunos de los desafíos identificados por ingenieros de producción de EAFIT, que durante esta semana celebran 40 años de creación de este departamento académico en la Universidad.
Los profesionales de la Institución, en el marco del aniversario que durante esta semana contempla una amplia programación, analizaron el futuro de la ingeniería de producción en Colombia, en un momento coyuntural que consideran definitivo por la actual convergencia tecnológica aplicada a los procesos productivos de las industrias, además de lo relacionado con la investigación en campos como la logística 4.0, avances que impactan directamente las compañías locales dedicadas a la manufactura y la venta de servicios.
“Estamos atravesando una etapa muy determinante por el asunto de la cuarta revolución industrial. Eso hace desde la academia repensar los contenidos para saber hacia dónde va el país, porque estos asuntos nacen en el primer mundo y tenemos que entender cómo adaptamos esas tecnologías a nuestro entorno. Esa es la reflexión en la que estamos”, comenta Mario César Vélez Gallego, jefe del Departamento de Ingeniería de Producción de la Universidad.
Precisamente, el concepto de industria 4.0 nace en Alemania, un país ligado al origen del programa de Ingeniería de Producción en EAFIT hace cuatro décadas. Durante los años ochenta, bajo un esquema de cooperación, la Universidad fue pionera en incorporar tecnología de punta para la manufactura dentro de la academia. Esta semana, sobre este proceso de adaptación a la nueva industria, dos profesores del Instituto Fraunhofer de Ausgsburgo (Alemania), Johannes be-Isa y Lukas Merkel, llegaron a compartir sus experiencias.
“Una reflexión importante es que las universidades son como una máquina para ir al futuro porque permiten pensar y ver cómo puede ser. Y es un trabajo que parte de integrar los procesos académicos con los proyectos de desarrollo tecnológico e investigación para que los estudiantes tengan una visión actual y futura de la ingeniería de producción, marcada por las tendencias mundiales, pero también por las propuestas que nacen al interior de la Universidad”, dice el egresado de Ingeniería de Producción y docente José Alejandro Montoya.
Uno de los aspectos que destacan los ingenieros en el reto del mejoramiento de los procesos productivos está relacionado con el desarrollo de líneas de investigación específicas que toman cada vez más auge en el mundo, como es el caso de la logística 4.0, un nicho científico que comienza a abrirse campo en la Universidad. Un ejemplo de esto es el reciente laboratorio del Departamento de Ingeniería de Producción, el Warehousing Lab dedicado a la investigación en operaciones logísticas y de almacenamiento, con aplicación de nuevas tecnologías como vehículos autónomos y sistemas de software automatizado.
Con estos avances, que sirven para experimentar labores dentro de la cadena de suministros de una empresa, una de las principales áreas que influyen en la productividad de las industrias, se gestiona y analiza la optimización de los procesos que luego podrían ser escalados a las compañías locales.
“Estamos en un momento de transición en el cual las empresas se están dando cuenta de que el negocio es global, entonces tenemos que ser capaces de responderle a la industria. Ahora incluso más con temas como el comercio electrónico, donde la producción necesita saber cómo se puede responder a esa rapidez en términos de fabricación o entrega. Esto no se logra si no hay una buena administración de las operaciones y la logística”, dice Juan Gregorio Arrieta Posada, egresado de la Universidad y quien hace 23 años es docente del Departamento de Ingeniería de Producción.
Para los expertos integrar paulatinamente el internet de las cosas, la analítica y el big data, la robótica y el aprendizaje automático de las máquinas, entre otros conocimientos aplicados a los centros de distribución de las compañías, a su vez que incorporar procesos innovadores como la manufactura adictiva a pequeñas y medianas empresas, las cuales componen gran parte del tejido industrial colombiano, es uno de los objetivos para los nuevos profesionales.
Por esta razón el perfil profesional del ingeniero de producción es multidisciplinar, pues tiene la capacidad de integrar los distintos saberes para mejorar los procesos de las empresas. Desde la mirada de diversas disciplinas de la ingeniería que se congregan en la producción, la perspectiva integradora es fundamental para identificar las oportunidades de apropiar tecnologías al contexto local y así lograr ventajas en costos y competitividad.
“Uno de los desafíos más grandes que identificamos es cómo transferir estas tecnologías a pequeñas y medianas empresas porque la economía en Colombia, la generación de valor y producción de riqueza está muy concentrada en Pymes. El tejido industrial mediano y pequeño es el que genera la mayor cantidad de empleo. Y esas empresas tienen muchos más retos porque tienen menos acceso a capital y tecnologías”, expresa Mario César Vélez.
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Alejandro Gómez Valencia
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