Antes de llegar a Medellín en busca de nuevos horizontes, hace menos de dos meses, Luis Ángel Beltrán Zambrano, oriundo de la ciudad de San Cristóbal (Venezuela), ejercía su carrera como músico profesional en la Orquesta Simón Bolívar de Táchira, donde era uno de los percusionistas. Su destreza ahora hace eco en Medellín junto a la de varios de sus compatriotas que inmigraron, músicos profesionales que se unieron en la Orquesta Filarmonía Gran Colombia, que ofrecerá junto a la Orquesta Sinfónica EAFIT un concierto este jueves 15 de agosto a las 8:00 p.m. en el Teatro Metropolitano.
Para completar un sueldo que permitiera sobrevivir de mejor manera a él y a su familia, Luis Ángel también tocaba en recitales con la banda oficial de conciertos de su región. Sin embargo, la crisis de años recientes por la inestabilidad política de su país lo llevó a ser uno de los cerca de 1.4 millones de venezolanos que han pasado la frontera en busca de mejorar su calidad de vida, según datos de Migración Colombia.
Entre esta ola de inmigrantes, que es considerada la mayor en la historia entre los dos países, se cree que han llegado a Medellín más de un centenar de sinfonistas, músicos con experiencia orquestal y con formación profesional en el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, el cual es reconocido en el mundo por promover famosos personajes como Gustavo Dudamel, actual director de la Filarmónica de Los Ángeles.
“En esta ciudad se nos ha acogido con un respaldo muy significativo, ya que la situación en Venezuela es muy crítica. Empecé en la música desde los 14 años cuando entré al bachillerato musical, pero desde muy niño tocaba en agrupaciones empíricamente. Como todo emigrante se llega a un mar inmenso y es empezar a nadar, sin documentación y a expensas de ver qué sale”, narra Luis Ángel, de 32 años, quien ahora es percusionista de la Orquesta Filarmonía Gran Colombia, un proyecto que congrega a más de 60 inmigrantes del país vecino en torno a la música sinfónica, y que este jueves interpretarán obras como la
Sinfonía No. 5 en Do sostenido menor de Gustav Mahler.
Esta iniciativa de integrar los músicos venezolanos en una agrupación es impulsada por el concertino de la Orquesta Sinfónica EAFIT, el maestro Williams Augusto Naranjo Zerpa, quien hace más de una década es profesor de violín en la Universidad, luego de ser invitado por el Departamento de Música por su trayectoria en la enseñanza académica en el país vecino.
“Estos músicos llegaron a Medellín por la situación que vive Venezuela y por eso la intención es crear un producto en que la crisis de la migración venezolana, que es la primera gran migración importante que ha tenido Colombia, se convierta en una salida positiva. Un proyecto en este caso con la música, ya que Venezuela se convirtió en un país exportador de músicos. En ese sentido, la ciudad es muy afortunada porque han llegado muchos migrantes músicos”, dice el maestro Williams Naranjo, promotor del proyecto con apoyo de la Orquesta Sinfónica EAFIT.
Un recital especial
Colombia y Venezuela unidas por Mahler, en el Teatro Metropolitano de Medellín con boletería entre 25.000 y 60.000 pesos, mostrará la unión en escena de 95 músicos de la Orquesta Sinfónica EAFIT y la Orquesta Filarmonía Gran Colombia, quienes en una misma sinfonía revivirán obras del compositor austriaco Gustav Mahler, en un concierto dirigido por la maestra Cecilia Espinosa Arango.
“La génesis de este concierto se da porque nuestro concertino es venezolano y él está al tanto de la migración, especialmente, de los músicos que tienen un nivel profesional, muchos de los cuales tocaban en diferentes orquestas. Recordando que en Venezuela han trabajado tanto a Mahler, desde la labor que ha hecho el Sistema de Orquestas con Gustavo Dudamel y Claudio Abbado, pensé que era una bonita oportunidad para hacer esta sinfonía que tiene mucho contenido emocional y sentimental”, comenta la directora orquestal.
Como parte del programa musical, el cual se presentará de manera continua durante un poco más de una hora, el concierto tendrá la obertura de una de las piezas del nuevo lenguaje sinfónico colombiano. La suite de danzas
Curramba, creación ambientada con los sonidos de la Costa Atlántica, obra del compositor colombiano Héctor González.
“Muchos de nosotros por cuestiones de ser migrantes, en muchos casos, tuvimos que dejar la música. Y esto es una oportunidad muy bonita que se presenta para volver hacer lo que hacíamos en Venezuela. Allí el movimiento todavía existe y siguen formando músicos, pero no es como antes. Es decir, de toda esa generación que se formó, creo que la mayoría emigró”, expresa el sinfonista Amado Martínez, quien vive en Medellín hace un año y ahora ensaya para los próximos conciertos de la Orquesta Filarmonía Gran Colombia.
Violines I • Williams Naranjo (Concertino) • Gerónimo Isturiz • Eddie Cordero • Gerson Coronel • Alejandra Anzola • Mario Figueroa • Michael Carreño
Violines II
• Yenifer Laurens • Gabriela Rosas • Eylin Morales • Felix Bellorín • Alejandro Sierra • Michelle Carreño
Violas
• Carlos Fagúndez • Yilmar Vivas • Abril Stenta
Violonchelos
• Valentina Mejías • Atamaica Ruiz • Leslie Pérez • Jesús Angulo Contrabajos • Luis Oyalbis • Jackziel Sayago Flautas • Flor Ruiz • Daniel Richardson • Carlos Vivas • Fernando Martínez Oboe • Beberly Ramos
Clarinetes • Yesid Medina • Winder Montañez Fagotes • Luis Amundaraín Corno • Danny Gutiérrez Trompetas • Jonathan Vásquez • Bogart Sánchez • Andrés Croce Trombones • Carlos Isturiz • Starlyn Piña • Antonio García Percusión • Amado Martínez • Luis Beltrán • Luisa Araque
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