En Medellín, entre los años 2017 y 2018, la desigualdad medida a través del Coeficiente de Gini, un instrumento internacional que sirve para evidenciar la desigualdad en los ingresos, aumentó del 0,46 a 0,47. A su vez, la pobreza monetaria pasó del 13,4 al 13.7 por ciento, y la pobreza extrema que era del 2,4, fue del 2,7 por ciento. Por su parte, el índice Multidimensional de Condiciones de Vida evidenció un crecimiento, pasando de 47,8 a 48,8 sobre 100 puntos.
Estos datos estadísticos, los cuales son indicadores objetivos de resultado con corte a 31 de diciembre del año pasado, hacen parte del Informe de Calidad de Vida de Medellín 2018. Sus resultados fueron presentados la mañana del jueves 20 de junio en la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, durante la socialización del estudio anual realizado por el programa Medellín Cómo Vamos, que integra la Red de Ciudades que evalúa la evolución de los índices de bienestar social en distintas urbes del país.
Mediante una mesa de trabajo con Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín, se analizaron algunos de los puntos más relevantes de este Informe. Desde el año 2006, el programa Medellín Cómo Vamos articula una alianza interinstitucional para hacer seguimiento a la calidad de vida en la ciudad, en la que participan instituciones como EAFIT, Proantioquia, Fundación Corona, Comfama, Comfenalco, El Colombiano, El Tiempo, Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia y Cámara de Comercio de Bogotá.
“Medellín tiene condiciones estructurales de desigualdad. Estas son claramente una barrera para hacer sostenibles las reducciones de la pobreza y, principalmente, la pobreza extrema. Crece la economía de la ciudad, el ingreso per cápita, crecen las empresas. No obstante, eso contrasta con que las oportunidades de empleo son desequilibradas, pues no son iguales para todos los grupos poblaciones”, señaló la economista y experta en políticas públicas Piedad Patricia Restrepo Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos.
Aunque en el reciente periodo de análisis, como señala el Informe, no se presentan avances en temas como la pobreza y el índice de reducción de la desigualdad se encuentra estancado, la ciudad mantiene la senda para alcanzar las metas y superar el fin de la pobreza hacia el año 2030, que es el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), destacó Piedad Patricia.
“Requerimos mejorar la capacidad de recaudo impositivo para afrontar los retos de sostenibilidad de aquí a 2030. La inversión se requiere que sea cada vez más localizada y basada en evidencia, proveniente de la evaluación técnica de los principales programas. Por ejemplo, planteamos que es interesante el abordaje del modelo integral de atención en salud; qué bueno hacer una evaluación de impacto frente a los propósitos de esa intervención, en especial en la zona nororiental que es una zona de bajas condiciones sociales y económicas”, señaló la directora.
El alcalde Federico Gutiérrez, presente en la mesa de trabajo Medellín Cómo Vamos, expresó que “en la ciudad tenemos una prioridad y es la disminución de brechas. Primero debemos reconocer que tenemos una ciudad donde hay una desigualdad social profunda y que pese a los esfuerzos durante tantos gobiernos esta persiste, en la medida en que hemos disminuido esas brechas pero que siguen siendo grandes. Es el reto para quienes estamos hoy acá”.
En ese sentido, el Alcalde destacó los avances que viene experimentando la ciudad por reducir las brechas sociales, en especial en sectores definidos por el Departamento Nacional de Planeación como la educación, la salud, la vivienda y los servicios públicos. Además, la apuesta por la ciencia, tecnología e innovación que contó con una inversión del 2,14 del PIB municipal entre el año 2017 y 2018.
“Medellín es una de las ciudades en el mundo que viene trabajando de la mano de los ODS y presentando informes actualizados, definiendo metas. Aquí ya tenemos en la gran mayoría de los temas metas que son ambiciosas pero que debemos cumplir. Por eso la importancia del cierre de brechas”, comentó el dirigente local, quien el próximo 19 de julio profundizará en el análisis del Informe de Calidad de Vida durante la segunda sesión de la mesa de trabajo de Medellín Cómo Vamos.
El Informe evalúa cuatro dimensiones. Los activos de las personas, que es lo relacionado al acceso a derechos como la educación, la salud, el empleo y la seguridad ciudadana. El Hábitat urbano, que tiene que ver con vivienda, servicios públicos, espacio público, movilidad vial y medio ambiente. Ciudadanía y gobierno, acerca de la gestión pública. Y Desarrollo económico y competitividad, que da cuenta del crecimiento de la producción, la inversión y la dinámica empresarial.
Dentro del Informe de Calidad de Vida de Medellín 2018 se incluye un análisis de acuerdo con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al año 2030, los cuales son un conjunto de propósitos globales que buscan asegurar el futuro del planeta. Dentro de la agenda adoptada por la ciudad para el mejoramiento de la calidad de vida, 17 de estos objetivos y 169 metas han sido asociadas.
En algunas de estas dimensiones, evaluadas por el reciente Informe, se presentan los siguientes indicadores para el año 2018:
Ingreso Per cápita El ingreso per cápita en el Valle de Aburra creció un 2%. Pasó de $995.928 a $1.015.796.
Educación En el Valle de Aburrá se redujo la tasa de analfabetismo, de 2,46% a 2,2%. La meta local al año 2030 para la cobertura del programa Buen Comienzo, en Medellín, es de 90%.
Empleo
En el Valle de Aburrá aumentó el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan (Nini), pasando de 17,3% a 18,4%. La meta de Medellín para los jóvenes Nini es de 15% al año 2030.
Seguridad ciudadana y convivencia En Medellín aumentó la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes, pasando de 23,2 a 25,2. Esto significa 582 homicidios en 2017, frente a 632 en 2018. La ciudad tiene planteada una meta de 10,3 homicidios por cada cien mil habitantes al año 2030.
Desempeño económico y competitividad Medellín alcanzó una densidad empresarial de 41 empresas por cada mil habitantes. La meta planteada a 2030 es alcanzar una densidad empresarial de 55 empresas por cada mil habitantes.
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Alejandro Gómez Valencia
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