Las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional y el sector financiero para aliviar la situación económica de empresas y personas naturales, así como los posibles escenarios en los que se moverá la economía en el futuro fueron analizados por los expertos Mauricio Cárdenas Santamaría, Mauricio Reina, Eduardo Lora, Juan Ricardo Ortega y Jorge Hernán Cárdenas Santamaría.
Los analistas del sector público y privado compartieron sus apreciaciones en la conversación virtual titulada Análisis económico y empresarial de la coyuntura actual, covid-19, posibles impactos y alternativas, convocada por Marble Headhunter, Talenta 365, Revista Dinero, y la Escuela de Economía y Finanzas de EAFIT.
Como parte de este webinar, Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, destacó la necesidad de escuchar a los expertos en épocas de crisis como algo fundamental para superar la emergencia económica. “Afortunadamente hemos aprendido de otros países que han sufrido la pandemia. Eso nos ha llevado a tomar algunas medidas que pueden ser muy positivas en términos de salud pública, que han puesto un freno de mano a toda la economía”, sostuvo.
“Hay unos grandes dilemas”: Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia y profesor visitante de la Universidad de Columbia.
Para el exministro, uno de los dilemas más importantes en este momento es cuánto tiempo se va a extender la cuarentena, eso relacionado con los efectos que tiene sobre la economía. Comentó que “los epidemiólogos consideran que el aislamiento es la forma más expedita para aplanar la curva. Es decir, es un dilema entre dos objetivos fundamentales, la salud que es la vida, y la economía que son los medios de vida. ¿Dónde trazar ese equilibrio entre los dos objetivos? En este momento, la posición más pragmática es ir monitoreando las cosas día a día para poder tomar las decisiones acertadas y mejor informadas”.
También se refirió a la decisión de la firma calificadora Fitch de bajar la calificación al país y a la condición complicada que eso significa por la posiblidad de perder el grado de inversión. “Estar en ese punto no es nada bueno. Probablemente, en las actuales circunstancias, vamos a tener que poner a un lado esa situación para tomar las medidas audaces que se requieren en el frente fiscal, lo que significa más deudas para poder sortear esta coyuntura”, opinó.
En su vida como economista, dijo, nunca había visto la situación actual en la que se reúnen diferentes elementos tan complejos.
“El mejor escenario”: Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo.
"Para poner un marco de análisis quiero recordar los números que hemos estimado en Fedesarrollo acerca del peor escenario. Hemos hecho tres que varían en cuanto a la duración de la crisis. Un escenario favorable supone que esto dura tres meses. Un segundo escenario normal supone que dura seis meses. Y el escenario negativo es que dura un año”, dijo en su itervención Mauricio Reina.
En la figura de los escenarios, explicó que en el más razonable se supone que el precio del petróleo se ha recuperado; el segundo escenario supone un precio del petróleo de 36 dólares el barril, “cosa que hoy se ve bastante distante”; y en el peor escenario ese precio es de 25 dólares.
En las predicciones que compartió teniendo en cuenta el precio del crudo y la duración de la cuarentena, dijo que “el peor escenario arroja como resultado algo que es muy complicado, una contracción de la economía en este año de medio punto porcentual. Pero el dato más crítico tiene que ver con la tasa de desempleo. En ese peor escenario que hemos calculado, el desempleo en Colombia superaría al 19.5 por ciento, una cifra absolutamente inmanejable desde el punto de vista económico y social.
“Prepararse para una crisis prolongada”: Eduardo Lora, consejero del BID e investigador de EAFIT.
“Lo primero es dotar de recursos suficientes al sistema de salud y lo segundo es garantizar un ingreso básico a las familias de bajos recursos. Esas son las dos cosas inmediatas y necesarias para la sobrevivencia de muchísimos colombianos. Luego es necesario evitar la destrucción de empleos que serían viables en condiciones normales, la quiebra de empresas que serían solventes en otras circunstancias y, fundamental, es también prevenir crisis de entidades financieras por falta de liquidez”, destacó el economista, también investigador de la Universidad de Harvard.
El expero considero acertadas las medidas que se han tomado frente a los objetivos de ingresos, quiebras y liquidez, “aunque muy limitados para los dos primeros”. Esto porque cree que los montos para transferencias a las familais no son suficientes para evitar quiebras.
En cuento al empleo, consideró que prácticamente no hay nada. “El único hecho sustancial del Ministerio de Trabajo fue recordar a las empresas que los despidos masivos requieren autorización, pero esto obviamente no resuelve el problema. Para eso sería necesario, en alguna forma, reducir el costo del empleo y se han sugerido varias propuestas”.
Lora también habló de escenarios para comentar que, aunque el Gobierno central no tiene problemas en temas de liquidez, puede enfrentar en el futuro problemas de sostenibilidad. “El escenario más realista, que al menos le doy una probabilidad del 70 por ciento, es que ya estamos hablando de la estrategia del acordeón con las cuarentenas más limitadas por grupos o áreas, lo que significa que vamos a tener una crisis más prolongada y, posiblemente, nos lleve a un déficit fiscal creciente. Hay un escenario mejor y es que el país se prepare desde ahora para una crisis prolongada”.
“La economía está en coma”: Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian y exsecretario de Hacienda del Distrito de Bogotá.
“Hay que tener cuidado en cómo pensamos este problema porque la economía, en realidad, está en coma. No por una falla del sistema económico o el sistema financiero, lo que tenemos es un problema de salud pública. La palabra recesión tiene todo tipo de connotaciones, lo que quiere decir que se desarticula el aparato económico. Los economistas tenemos aquí una desventaja, las herramientas que nosotros usamos no son necesariamente las idóneas para este tipo de discusión”, consideró Juan Ricardo Ortega.
Para el analista, un referente es la estimación del Banco de la Reserva Federal de San Luis (Estados Unidos) sobre que el 50 por ciento de la producción de los trimestres que esté parada la economía se pierde. “En el caso nuestro, la mejor estimación que he encontrado es el 30 por ciento, porque no somos economías tan sofisticadas. El impacto en la actividad económica en estos meses sin lugar a dudas es considerable”, expresó.
El experto acudió a la experiencia de la pandemia del año 1918. Dijo que el mundo enfrentó esa pandemia con menos tecnología y conocimiento y citó un paper del Federal Research de San Luis (Estados Unidos) que muestra cómo en la crisis de ese año la economía se recuperó relativamente rápido. Advirtió, no obstante, que en la pandemia actual tiene un efecto negativo el pánico por los contenidos se comparten en medios de comunicación.
“Enfocar esfuerzos y diálogos con autoridades locales para comenzar un desmonte paulatino por sectores, áreas o regiones es factible. En un momento incertidumbre la gente no toma riesgos, se requieren grandes decisiones y garantías del sector público, que es el único que puede confiar en el futuro y repartir las cargas de manera intergeneracional”, recomendó.
“Un reto multifacético”: Jorge Hernán Cárdenas Santamaría, director de la firma Oportunidad Estratégica.
El efecto sobre el capital social y humano, y por ende en la organización social, que tiene la restricción en modos de intercción por la cuarentena fue uno de los puntos a los que se refirió Jorge Hernán Cárdenas. Además consideró que se requiere de la unión del sector público, privado y social, así como de un fuerte liderazgo privado, para generar en los empresarios un trabajo mancomunado para mitigar las consecuencias de esta coyuntura.
El analista se preguntó por las estrategias de las empresas y manifestó que “para los empresarios las reglas de juego cambian y hay que revisar los modelos de negocios en función de las nuevas reglas de cómo las empresas pueden operar. Y, por supuesto, también hay que identificar las oportunidades de negocio que se presenten en la crisis, no para especular si no para atender desafíos como la telemedicina”.
Justamente en el tema de salud mencionó la necesidad de aumentar la capacidad hospitalaria. “¿Cómo vamos en esta tarea? Todavía tenemos un desafío gigante en materia de cuidados intensivos y atención hospitalaria. Los cálculos del mismo Gobierno dicen que podría haber 180 mil personas con afectaciones severas, lo que desbordaría nuestras provisiones de camas hospitalarias”, dijo.
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Alejandro Gómez Valencia
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