Las redes sociales se han convertido en uno de los principales canales de comunicación y entretenimiento para muchos ciudadanos durante la pandemia del covid-19, esto en medio de la propagación de noticias falsas (fake news) que se difunden viralmente. ¿Qué hacer ante ese fenómeno que al desinformar confunde, crea terror y oscurece el ambiente? Analistas de la Escuela de Humanidades de EAFIT ofrecen su percepción.
“Una situación tan compleja como la que está sucediendo nos debería llevar a un uso racional de la información. Y eso tiene que ver en dos sentidos, uno en la cantidad de información que se consume y otro en la calidad", expresa Juan Gonzalo Betancur Bentancur, magíster en Estudios Humanísticos y profesor del Departamento de Comunicación Social de EAFIT.
Para el experto, el debate en torno al fenómeno de las fake news ha llevado a los profesionales de la información a retomar los principios básicos del periodismo como la verificación de fuentes, la contrastación y el seguimiento de la información. "El problema no está tanto en los medios de referencia sino en los medios periféricos del ecosistema informativo, que están al alcance de personas que no son profesionales en el manejo de la información. Yo desecharía las redes sociales como fuente principal de información, que sea más una guía que nos permite ir a las fuentes oficiales", añade el experto en narrativas.
Carlos Mario Correa Soto, profesor de la Universidad y periodista con larga trayectoria en medios de comunicación, también habla del papel que cumplen los periodistas profesionales como curadores de la información y la relevancia que eso tiene para que la sociedad esté bien informada en un momento trascendental del mundo. "Desde mi punto de vista, lo que estoy observando del despliegue de los medios y el cubrimiento en todas las plataformas, los que podemos llamar tradicionales de prensa escrita, radio, televisión, pero también en los medios multimediales, es que se han revalidado, en gran medida, los medios con autoridad, tradición y respaldo de periodistas profesionales. Eso ha cobrado mucha fuerza", sostiene el profesor.
Recurrir a esos medios de comunicación confiables y de referencia, donde se identifique claramente las fuentes de información que han sido consultadas y que, en casos de contingencia como estos, cuenten con respaldo de expertos y autoridades científicas, es la mejor manera de mantenerse informado en medio de la avalancha de noticias que se producen diariamente.
"Es una época de una fuerte presencia de las teorías conspirativas, el complot como una forma de pensamiento crítico en el cual hay un protagonismo de las emociones y los sentimientos. Las fake news pueden considerarse información que tiene un sentido concreto, un objetivo y una pretensión que en algunos casos es desinformar o producir confusión", menciona Jorge Iván Bonilla Pérez, jefe del Departamento de Comunicación Social de EAFIT.
Señales de falsedad
El rigor en la precisión de los datos, el contraste de las distintas fuentes involucradas en los hechos descritos y la forma cómo está narrada o presentada una historia son elementos diferenciadores de una noticia verdadera a una falsa. Estos bulos informativos, como se evidencia en muchos de los casos, generalmente contienen fallas ortográficas, corresponden a otros contextos y presentan hechos poco verosímiles a la opinión pública, pero que compartidos masivamente tienen su efecto psicológico en las personas. Aunque el fenómeno no es nuevo, en la coyuntura actual parece tomar relevancia ante la incertidumbre que causa la pandemia.
"También han pescado en río revuelto los informadores individuales a través de las redes sociales, que se han valido de la ansiedad y angustia que muchas personas están viviendo. Han aparecido publicando una cantidad de historias en todos los formatos sobre curas milagrosas, por ejemplo. Canalizando un público muy ansioso y habituado a lo esotérico", manifiesta el profesor Carlos Mario Correa.
Por su parte, Jorge Iván Bonilla menciona que algunos aprendizajes interesantes en la lucha contra las fake news se han estado desarrollado por iniciativa de las organizaciones sociales y los mismos periodistas, mediante la estrategia de los fact checking. "Son unas prácticas periodísticas para asegurar la calidad de la información que se viene trabajando desde esa perspectiva. La necesidad de verificar la información a través de varios filtros, como la credibilidad de las fuentes", menciona el doctor en Ciencias Humanas y Sociales.
En ese sentido, algunos de los medios independientes que se destacan por su calidad periodística, en el caso latinoamericano de Revista Anfibia (Argentina) y el periódico Efecto Cocuyo (Venezuela), por ejemplo, desde hace un tiempo atrás se han tomado el trabajo de combatir las fake news con unidades de verificadores de datos. Otro como el portal latinoamericano Chequeando, el primero en tener un equipo destinado a esta tarea, ha creado una sección especial sobre la pandemia del covid-19. Actualmente, en esta cruzada para combatir las noticias falsas también se han unido las grandes plataformas digitales de Facebook y Google mediante algoritmos para detectar este tipo de contenidos tramposos.
Mayores informes para periodistas
Alejandro Gómez Valencia
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: 574 2619500 ext. 9931
Correo electrónico: jgomez97@eafit.edu.co