José Manuel Mejía, a sus siete años de edad, es un aprendiz de pianista que sueña con tener su propio piano de cola, uno tan grande como los que ve en los teatros donde ha tocado a su corta edad. Por el momento tiene un Korg, un órgano electrónico de marca japonesa que le obsequió su familia, donde le gusta practicar Balleto, una obra del compositor Alexander Peskanov que le ayuda a mejorar su técnica pianística. “Quisiera conocer muchos países y mostrar a las personas lo que puedo hacer”.
Junto a él, otros dos infantes pianistas lo acompañan en las clases con la profesora Natalia Ramírez Díaz, todos con el mismo sueño. Además de José Manuel, los estudiantes Juan Pablo Cardona y Tomás Baena, que no superan los 12 años de edad, en poco tiempo sumarán una experiencia más en los concursos de piano. Esta vez viajarán, del 8 al 22 de julio, al Festival Internacional de Verano Petrof en República Checa, uno de los más importantes de Europa.
“Desde el año pasado mis estudiantes se han presentado en concursos nacionales e internacionales. Es la primera vez en este festival y significa el honor de tocar en una sala por la que han pasado grandes músicos a través del tiempo. Para ellos será una gran inspiración y motivación al llevar en alto el nombre de Colombia”, dice Natalia.
El festival europeo se realiza desde el año 2018 en Hradec Kralove, una de las ciudades checas reconocidas no solo por su cultura musical sino por ser la cuna de la antigua fábrica de pianos Petrof, una de las marcas más famosas del mundo, la que promueve el concurso. Durante dos semanas se reúnen artistas y académicos destacados de la música para compartir sus conocimientos con estudiantes de todas las latitudes y edades, que llegan allí para aprender las lecciones maestras y dar algunos conciertos.
Como parte de esta convención musical se realiza una competencia internacional donde los estudiantes exhiben su virtuosismo en el instrumento, con tres piezas o movimientos contrastantes que no excedan los 25 minutos de duración. En este concurso, que será el 17 y 18 de julio en la Galería Petrof, participarán los pequeños pianistas colombianos con repertorio de maestros como William Gillock, Alexander Peskanov y Alberto Ginastera, entre otros, piezas que han ido perfeccionando tras cada concierto.
“Con la música quiero llegar lo más lejos que pueda, que sea parte totalmente de mi vida. Me veo dirigiendo las mejores orquestas del mundo”, comenta Juan Pablo Cardona, quien se destaca como compositor de sonatas y arreglista musical. “Tocar en esas ciudades es vivir y sentir la misma experiencia que tuvieron grandes genios de la música, es simplemente un honor”, menciona el joven pianista.
Tomás Baena, por su parte, para quien tocar el piano es hacer música con los dedos, expresa que la sensación de participar en este festival internacional es inimaginable. “Quiero ser una persona muy reconocida en el mundo. Significa mucho para mí porque ha salido gente muy exitosa. Tengo una sensación de emoción muy grande”, añade el joven intérprete que prepara para tocar Invention, de Joan Sebastián Bach, durante el concurso.
Los niños pianistas comenzaron a cumplir el sueño de la mano de su educadora, quien es egresada de Música de EAFIT y desde hace un lustro enseña a tocar el piano en los cursos de Educación Permanente de la Universidad. Recientemente sus alumnos fueron ganadores de varios premios durante el certamen Carmel Klavier Latinoamérica -realizado en Bogotá- que convoca a niños y a jóvenes pianistas de la región. La actuación de Tomás y Juan Pablo fue reconocida con una invitación para estar en la final de esta competencia que se realiza cada año en Indianápolis (Estados Unidos).
“Son niños que están demostrando que tienen un alto nivel gracias a su disciplina. Es mejor cuando las condiciones y el entorno los prepara auditivamente desde la sensibilidad para entender mejor la música”, reflexiona la maestra resaltando el trabajo en equipo con los niños y sus padres de familia.
Logro musical y familiar
Más que un festival de exhibición, el Petrof Fest es un programa académico que está abierto para pianistas de cualquier edad y nacionalidad. Según estipula la organización, los participantes estudian bajo la guía de artistas excepcionales, actúan en clases magistrales y realizan conciertos como parte del certamen.
Dentro del itinerario los estudiantes visitan la Fábrica Petrof, lugar donde se construyen los tradicionales pianos de cola, así como el museo de la marca. Además, mediante recorridos por las ciudades de Hradec Kralove y Praga conocen sus emblemáticos sitios históricos.
“Es una experiencia musical y cultural maravillosa para su futura carrera. Es mostrar en otro continente el gran talento que tiene nuestro país y es abrir el camino para que futuros músicos colombianos se proyecten”, manifiesta Lina Jaramillo, madre de Juan Pablo. “Nunca me imaginé que tendría un hijo músico. Sin duda alguna estará en más importantes salas del mundo haciendo lo que más ama hacer y representando a su país con un gran orgullo”.
Elizabeth Cárdenas, madre de José Manuel, cuenta que desde los tres años observó la vocación musical de su hijo y que la música les ha transformado la vida familiar. “Nos ha mostrado un camino bonito que nos ha servido mucho. Hemos visto la sensibilidad despertar en nuestro hijo y la transformación que ha tenido. Tenemos nuevas actividades que hacer en familia, vamos a conciertos y los disfrutamos”, señala.
En ese mismo sentido la mamá de Tomás, Mónica Zuluaga, considera que la música ha sido el mejor complemento para las actividades habituales porque genera disciplina en los niños. “La experiencia en este festival es la oportunidad de sumergirse en el instrumento y conocer otras personas que tienen la misma pasión”, comenta.
Según resalta Carolina Castro Gil, coordinadora del área de formación musical en Educación Continua EAFIT, quien organizará próximamente la tercera edición del Festival de Piano EAFIT Junior, este programa está dirigido prácticamente a todas las edades. “La primera infancia ha ido creciendo en los últimos años, en especial, el área de piano ha sido la favorita para los niños y las familias. Empezamos a dar los cursos de instrumentos o piano alrededor de los cuatro años, antes son los cursos de exploración. A partir de aquí comienzan su proceso individual con cada maestro y tiene posibilidad de hacer recitales en la Universidad”, menciona.
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Alejandro Gómez Valencia
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