Es un cambio de paradigma: la creencia de que las personas debían formarse durante una época determinada de la vida para luego vincularse al mundo laboral y aplicar esos conocimientos aprendidos cada vez viene siendo más cuestionada.
Los cambios propios de las ciencias, la aplicación de tecnologías a la solución de problemas y las dinámicas mismas de la sociedad obligan a los profesionales a actualizarse continuamente para permanecer vigentes en el mundo del trabajo. Y la educación continua es una oportunidad para reforzar los conocimientos, o adquirir nuevas herramientas.
Así lo considera Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de Formación Integral de EAFIT, y quien afirma que para poder competir y ser competente es necesario que el proceso de aprendizaje sea durante toda la vida.
“En ocasiones las personas pueden autoinstruirse, pero en otras es necesaria la orientación, la guía y el soporte de las instituciones especializadas. Ahí aparecen los programas formales de posgrado, pero también la oferta de cursos, congresos, diplomaturas, seminarios, conferencias, misiones académicas, encuentros profesionales y gremiales, escuelas de verano, entre otras opciones en las que se debaten, permanentemente, los conocimientos sobre una profesión o la manera como esta debe darles respuesta a las problemáticas de la sociedad”, comenta.
Por su parte, Luis Fernando Rendón Cortés, director de Educación Continua EAFIT, no solo apoya la opinión de la evolución constante del conocimiento, sino también de los ámbitos empresarial y de innovación, que requieren de profesionales comprometidos con su propia formación para no llegar a la obsolescencia.
Por eso, recomienda a los egresados identificar los campos en los que necesitan actualizarse y las posibles maneras de hacerlo. “Puede ser, incluso, a través de libros, con artículos en revistas especializadas o estando al tanto de la actualidad nacional. Pero si se trata de un cambio en la manera de hacer las cosas a veces es necesario un entrenamiento nuevo, volver a los talleres y a la práctica, como es el caso de los temas de normas internacionales para contadores públicos, o de leyes y reformas, para abogados, entre otros”.
Rapidez, facilidad de tiempo y conocimientos centrados en el saber práctico son algunas de las cualidades que diferencian este tipo de educación y que hacen que se convierta en una herramienta atractiva para muchos profesionales. Y así mismo, Luis Fernando explica que las empresas también deben revisarse y pensar en cada una de sus áreas y en los temas que debe capacitarse su personal.
“Un error grave de algunos profesionales es, justamente, este tema de actualización. Todos somos humanos y cometemos errores, pero muchos de estos pueden ser evitados si se tienen los conocimientos específicos”.
Para el eafitense es totalmente normal que un profesional no sepa de un saber específico, pero es importante que lo reconozca a tiempo, que recurra a su propia capacitación o a la de su equipo, o que busque apoyo en un asesor o institución externa. “La actualización nos permite estar enterados del contexto empresarial y contribuye en la toma de mejores decisiones”.
En la actualidad, la Dirección de Educación Continua cuenta con un amplio portafolio de aproximadamente 600 programas, en casi 30 áreas del saber, abiertos y cerrados, y dirigidos a profesionales de todos los niveles, desde especialistas hasta gerentes.
Pero además de los temas específicos sobre la profesión, Gabriel Jaime Arango, director de Formación Integral, hace un llamado a las competencias de tipo social y en temas del ser humano, que abarcan desde el lenguaje hasta temas de liderazgo, trabajo en equipo, ambiente laboral, sentidos de integridad, colaboración, comunicación efectiva, pensamiento crítico o capacidad de análisis.
Otras competencias como las digitales —en un mundo cada vez más mediado por las tecnologías de la información y la comunicación—, así como las de idiomas o las pasantías internacionales, que facilitan la interculturalidad o facilitan los procesos de inserción en otros mercados, también cobran importancia en este tema de actualización.
Así lo considera Mery Tamayo Plata, jefa del Departamento de Economía de la Escuela de Economía y Finanzas, y quien recientemente acompañó a un grupo de eafitenses a un viaje académico a Barcelona (España). Para esta docente las pasantías, study tours o viajes académicos también son otra alternativa de actualización constante de los profesionales.
“Es una oportunidad enriquecedora para conocer otras empresas, universidades, culturas o formas de innovar. De igual manera, a los participantes les sirve para darse a conocer, para establecer contactos y generar redes de trabajo”, dice Mery.
Para concluir, Gabriel Jaime Arango extiende la invitación al profesional de hoy “a perfeccionarse y aplicar sus capacidades todos los días, durante toda la vida, para que se mantenga vigente, productivo y con un desempeño apropiado a las expectativas de la sociedad”.