No es ciencia ficción. Según uno de los últimos informes publicados por la consultora PriceWaterHouseCoopers la Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en ingles), le aportó dos billones de dólares al Producto Interno Bruto del mundo tan solo en 2018, y se tiene previsto que, para 2030, la cifra podría alcanzar los 15 trillones de dólares.
Este es un gran campo en crecimiento, de hecho una de las tecnologías más disruptivas del momento, considerada como la “electricidad del futuro”, y que ya se encuentra inserta en la cotidianidad de muchas personas.
Y es que ya sea a través del software que identifica cuáles correos son spam y cuáles no; con los sistemas que cruzan la información de una persona con los productos de diferentes proveedores para maximizar la probabilidad de compra; o a través de las instrucciones que se les dicta a un celular, la inteligencia artificial es una realidad en el día a día, y el siguiente paso es aplicarla a otros y a más diversos sectores económicos.
Es ahí donde entra la labor de Alejandro Betancourt Arango, ingeniero matemático y magíster en Matemáticas Aplicadas de EAFIT, y quien en la actualidad se desempeña como mánager general y senior Machine Learning Egineer de la Oficina de Landing AI en Colombia.
Se trata de una de las tres compañías (junto a AI Fund y Deep Learning AI) que creó el Andrew Ng, cofundador de Coursera y uno de los expertos en inteligencia artificial más importantes del mundo, con el objetivo de potenciar la incubación de nuevas empresas en este campo, la transformación de los sectores industriales, y la formación de ingenieros en temas de machine learning y robótica, entre otros, y que cuenta con su centro para Latinoamérica en Medellín desde hace poco más de año y medio.
“El principal objetivo es poder ayudar a diferentes sectores como el de la agricultura, la manufactura o el ensamble y crear las aplicaciones necesarias para generar más valor. Sin embargo, sabemos que hay industrias que no cuentan con ese nivel de datos y ahí tenemos otro reto: el de small data. Es decir, encontrar formas de generar nuevos datos, mejorar los que ya se tienen y generar metodologías técnicas que nos permitan hacer un mejor aprovechamiento del volumen de datos”, señala el eafitense, quien también cuenta con un doctorado en Sistemas Cognitivos de las universidades de Génova (Italia) y de Eindhoven (Holanda).
El egresado señala, además, que la presencia de estas compañías en la ciudad tiene un alto impacto positivo para la sociedad, pues “permite consolidar un equipo altamente competitivo trabajando y desarrollando tecnologías para solucionar problemas a escala global”.
En la actualidad son 46 personas en el equipo de Colombia, pero se espera que esta oficina pueda crecer hasta conformar un equipo de hasta 200 profesionales trabajando por consolidar a Medellín como un epicentro de la inteligencia artificial.
Una relación activa con EAFIT
Cámara de Comercio de Medellín, EPM, Alcaldía de Medellín o Ecopetrol –donde lideró el montaje de la estrategia de transformación digital-, y Philips Televisión (en Bélgica), entre otras instituciones, hacen parte del amplio recorrido profesional de Alejandro Betancourt desde que culminó su pregrado en Ingeniería Matemática.
De esa época también destaca su vinculación del Grupo de Investigación Rise (Research in Spatial Economics), y menciona que “la Universidad le brindó el backround teórico, los principios profesionales, la ética bien definida y la importancia de desempeñarse como un ser integral en todo el espectro de la vida”.
En el momento continúa siendo muy cercano a su Alma Máter, visita con frecuencia a sus amigos y colegas en la Institución, y ha dictado algunos cursos en temas de Inteligencia Artificial.