Cada año la Universidad de Michigan —una de las 20 mejores instituciones de educación superior del mundo, de acuerdo con el ranquin QS—, ofrece un exclusivo número de vacantes para realizar estudios posdoctorales a través de su Society of Fellows. Se trata de un programa altamente competitivo en el que los seleccionados podrán vincularse a una institución con alto prestigio internacional como profesores asociados, proponer y desarrollar proyectos de investigación, presentar y publicar sus trabajos en diferentes escenarios, interactuar en un ambiente interdisciplinario con profesionales de todas las áreas, recibir un apoyo económico durante los tres años de su estancia, y tener el respaldo de calidad de esta institución para desempeñarse en diferentes campos profesionales.
Este año, entre los más de 900 postulantes solo dos fueron seleccionados y uno de ellos es un eafitense. Se trata de Juan Fernando Velásquez Ospina, un músico y magíster en Música con énfasis en Musicología Histórica de EAFIT, y quien recientemente también obtuvo su título de doctor en Musicología con mención en Estudios Culturales y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburg, en Estados Unidos.
Se trata de un reconocimiento que recibe este egresado después de un proceso que tomó cerca de ocho meses, y que le permitirá desarrollar, durante el tiempo que dura este programa, su proyecto de investigación The Centennials: a cultural and social history of sound, listening, and urban modernization in Colombia (1886-1930), en el que a partir del estudio de fuentes documentales que el investigador ha recolectado en 22 archivos públicos y privados de seis ciudades colombianas, puede contrastar las experiencias de producción de sonido y escucha durante estos años, un período de intensa transformación en las ciudades colombianas, y que, en sus palabras, coincide con el paso de una práctica musical que se articulaba en torno a la música en vivo a una que cada vez estaba más mediada por dispositivos mecánicos como las pianolas, los fonógrafos y los gramófonos.
“En mi análisis combino la historia urbana, historia cultural, musicología, estudios latinoamericanos, sociología cultural y teoría poscolonial con un campo nuevo y poco explorado en Colombia, en el que actualmente se están dando interesantes discusiones desde la perspectiva del Sur Global: los estudios del sonido. De esta manera, por medio del caso colombiano, exploro la relación que existe entre el sonido, la escucha y los procesos de modernización urbana en las ciudades poscoloniales del Sur Global”, explica el académico, quien agrega que uno de sus principales intereses es explorar cómo las elites urbanas introdujeron modelos de escucha y producción de sonido que promovían una noción de orden social, entre otros aspectos.
“El caso colombiano es de sumo interés porque revela que estas experiencias, disímiles y muchas veces contradictorias, transformaron las ciudades latinoamericanas poscoloniales en espacios en disputa en los que la escucha se convirtió en una experiencia relacional que conectaba sonidos, cuerpos y objetos con espacios y comportamientos específicos. De tal manera, que por medio del sonido y su escucha se formaron y expresaron nociones de clase social, ciudadanía y etnicidad, con frecuencia entrelazadas con políticas de higiene auditiva.
Este proyecto obedece, además, a una vocación de Juan Fernando por la musicología histórica, una pasión que nació desde que se encontraba cursando sus estudios de pregrado y que pudo cultivar y fortalecer con el apoyo de los docentes Fernando Gil Araque y Jorge Gaviria Restrepo, del Departamento de Música. “La musicología, al apoyarse en otras disciplinas como la historia y la sociología, también nos ofrece la oportunidad de acercar a los músicos y sus audiencias, y especialmente, la posibilidad de pensar nuestra historia y lo que somos a través de la música, entendiéndola como un asunto vivo y dinámico en el que todos participamos”, agrega.
Juan Fernando vio crecer la U, y la U vio crecer a un historiador de la música
Una beca de la Fundación Carolina para participar en la Cátedra Robert Stevenson para la Preservación y Difusión del Patrimonio Artístico Iberoamericano del Real Conservatorio de Música en asocio con la Academia de Bellas Artes de San Fernando; otra en Investigación en Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura Ciudadana del Municipio de Medellín, gracias a la que publicó el libro Los ecos de la vida: la música en las publicaciones periódicas de Medellín (1886-1903); y una más por parte de Fulbright-Mincultura como becario predoctoral Andrew Mellon.
Eso sumado a su trayectoria docente en las universidades EAFIT y de Pittburgh; su participación como violinista de la Sinfónica eafitense, y los diferentes premios, menciones y reconocimientos nacionales e internacionales que ha recibido por sus contribuciones a la musicología histórica, son solo una parte del recorrido profesional de este egresado, quien agradece a la Institución por la pasión que le inculcó.
“Desde mi época de estudiante de pregrado me fui involucrando en el tema de la investigación musicológica mientras participaba en la creación y organización de la colección de música de la Sala de Patrimonio Documental. En esta parte de mi formación fue fundamental el grupo de Estudios Musicales, en particular de la Línea de Investigación en Musicología Histórica, de la que hicimos parte varios estudiantes que luego continuamos nuestra formación de maestría”, recuerda Juan Fernando, quien además no descarta la posibilidad de regresar al país para contribuir con sus conocimientos a este campo.
Recuerdo con cariño las palabras que Gabriel Jaime Arango Velásquez, hoy director de Formación Integral y quien antes de mi viaje a Estados Unidos me dijo: “recuerde que la Universidad siempre será su casa”. Creo que en eso tiene toda la razón, en EAFIT pasé 14 años de mi vida, vi crecer la Universidad y el Departamento de Música y ellos me vieron crecer a mí personal y profesionalmente, además atesoro muy buenos recuerdos de quienes fueron mis profesores y conocí a amigos y colegas con los que todavía tengo contacto”, concluye.