Anorí, laboratorio de ciencia y paz

2019-02-05T05:00:00Z Investigación Grupos de investigación

Entre el 17 y 31 de julio de este año la Alianza EPM–PNUD, Colciencias y EAFIT desarrolló en el municipio de Anorí, ubicado en el Nordeste de Antioquia, la Expedición Colombia Bio Anorí, que investigó un bosque que se encuentra en la confluencia de dos de las áreas más biodiversas del planeta, las montañas de los Andes y el Chocó biogeográfico. De esta experiencia participaron funcionarios e investigadores de la Universidad, la Alcaldía de Anorí, el Consejo de Reincorporación de Antioquia, la Misión de Verificación de la ONU, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la Universidad de Antioquia, CES, Corantioquia e ISA Intercolombia. Allí, un total de 10 excombatientes de la exguerrilla de las Farc, como ejemplo de reincorporación y apoyo a la conservación de la biodiversidad en la zona, participaron como guías y auxiliares de investigación. En el recorrido se hallaron 14 nuevas especies. Este es un reportaje gráfico que recoge los momentos más importantes de este trabajo.

​Juan Fernando Díaz Nieto
Biólogo y docente de la Escuela de Ciencias de EAFIT
Róbinson Henao Cañón
Reportero gráfico y colaborador

Paulo Pulgarín, ornitólogo (especialista en aves) de la Universidad CES les explica a los excombatientes de Farc y guardabosques de Anorí acerca del muestreo de aves. Este bosque se encuentra en la confluencia de dos de las áreas más biodiversas del planeta, las montañas de los Andes y el Chocó biogeográfico. Foto: Róbinson Henao.

La Expedición Colombia Bio Anorí buscaba registrar el mayor número posible de especies de anfibios, aves, insectos, mamíferos, peces, plantas y reptiles. Juan Camilo Arredondo (izquierda y profesor de EAFIT) les enseña a estudiantes, excombatientes de Farc y personal de Corantioquia una rana marsupial. Foto: Róbinson Henao.

La Expedición contó con la participación de exguerrilleros, en un ejercicio de reconciliación. Arley, quien sostiene una muestra de una culebra coral, posee cicatrices de la guerra, pues una mina le mutiló uno de sus pies y un estopín dejó su mano derecha con tan solo 3 dedos. Foto: Róbinson Henao.

El proyecto involucró activamente a los excombatientes, no solamente como guías de campo, sino como coinvestigadores. Ellos aprendieron las técnicas de muestreo de los grupos bióticos e, incluso, realizaron trabajo de laboratorio posterior al campo. En esta foto Yesenia libera un murciélago de una red de niebla. Foto: Róbinson Henao.

Los excombatientes jugaron un papel vital para el éxito de la Expedición. Su entusiasmo, perseverancia y conocimiento del “monte”, pero sobre todo su curiosidad, estuvieron presente a lo largo del trabajo. Excombatientes, estudiantes y personal de la ONU observan una culebra venenosa mientras es fotografiada. Foto: Róbinson Henao.

El trabajo de campo implicó convivir a manera de grupo por semanas enteras, trabajando, comiendo, durmiendo y conociendo las historias de vida del otro. Acá Osman (gorra hacia atrás) le enseña al coordinador de la Expedición un juego de estrategia que se popularizó en el campamento. Foto: Róbinson Henao.

Dos cucarrones, diez plantas, un ratón arborícola y un lagarto fueron las nuevas especies que se hallaron en el recorrido. Foto: Róbinson Henao.

Los 'tesoros' fueron hallados por biólogos especialistas en especies como mamíferos, aves, anfibios, reptiles, insectos y plantas. Foto: Róbinson Henao.

Algunas de las personas que antes estaban en la guerra que aisló el territorio investigado, ejercieron como colaboradores. Foto: Róbinson Henao.

Anderson Carranza (izquierda) fue en tiempos del conflicto un jefe guerrillero. Durante el proyecto fue ganando confianza en el grupo y en esta foto puede verse la felicidad al observar un perezoso de tres uñas. Foto: Róbinson Henao.

La Expedición dejó resultados académicos sobresalientes que superaron ampliamente las expectativas. Fueron más de 1000 especies registradas y no menos de 14 nuevas para la ciencia, como esta orquídea del género Epidendrum. Sin embargo, todos los participantes de este trabajo concuerdan en que el mayor logro fue la convivencia. Foto: Esteban Domínguez.