José Alejandro Pérez Monsalve
Colaborador
Las series se han convertido en una de las formas de expresión audiovisual más importantes en los últimos años. La televisión, y de manera más reciente las plataformas digitales como Netflix, Hulu o Amazon TV han convertido estas producciones en nuevos espacios en los que se están contando algunas de las mejores historias.
No en vano, muchos analistas hablan de una época dorada para la televisión, que se refleja en la calidad de las producciones, la complejidad y el desarrollo de las historias, y la participación de actores que antes solo era posible ver en el cine.
Títulos como The Wire o The Sopranos, por hablar de las que iniciaron el camino; o más actuales como Game of Thrones, House of Cards, Orange is a New Black, Westworld, Stranger Things o Black Mirror son objeto de culto para muchas audiencias. Y la forma de emitirse, a través de las plataformas de televisión por demanda, también cambió el paradigma para su visualización. Ya no es necesario esperar un capítulo cada semana. Ahora es posible ver toda una temporada en un día o dos gracias a las maratones.
Y así como alrededor de la experiencia cinematográfica se crearon espacios de análisis y discusión de las películas y de cómo estas reflejaban distintas realidades de su entorno, en los denominados cineclubes también las series pueden ser un instrumento para desarrollar estrategias de diálogo, en torno a las realidades ficcionadas que se desarrollan a través de sus historias.
“Las series tienen hoy varios ingredientes. De un lado su componente de entretenimiento y escape de muchas personas que las miran para salir de la cotidianidad. Pero también sus fanáticos encuentran algo más en las series que los enganchan, y especialmente por un riguroso ejercicio de mercadeo desde lo audiovisual y la construcción de la historia y obras en torno a ese lenguaje”: Juan David Orozco
Un club de series
La Universidad de los Niños y el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, ambas de EAFIT, implementaron hace poco más de un año el programa Cuatro Ojos Serie Club que, a semejanza de los ya mencionados cineclubes busca convocar a personas aficionadas, conocedoras o curiosas por las series de televisión y sus temáticas, a un diálogo para compartir la experiencia de estos productos audiovisuales y sus diferentes temáticas.
“Este es un proyecto que nació entre la Universidad de los Niños y la Biblioteca de la Institución, con el objetivo de promover conversaciones alrededor del arte, la ciencia, la tecnología y los temas sociales, teniendo como excusa las series audiovisuales, que son un producto ya muy consolidado entre adolescentes, niños y adultos”, comenta Tatiana Isaza Taborda, comunicadora de la Universidad de los Niños.
En la creación de Cuatro Ojos, las dos dependencias promotoras del proyecto contaron también con la asesoría del comunicador social Juan David Orozco Córdoba, docente del Departamento de Comunicación Social de EAFIT y experto en cinematografía y lenguaje visual, apasionado por las series de televisión y actual director de la Comisión Fílmica de Medellín. Con él desarrollaron la estructura del programa, se hace la selección de las series y los capítulos que se verán en cada sesión, y también es él quien coordina la conversación posterior.
Esta conversación, anota Tatiana Isaza, parte siempre de una pregunta que el equipo coordinador del Serie Club plantea a partir del capítulo seleccionado. Para motivar la dinámica de la conversación también en cada proyección participa un invitado experto en la temática que se genera con la pregunta planteada.
“Se inicia la conversación entre el invitado, el experto audiovisual y la gente, que participa generando sus opiniones, sus comentarios, sus aportes y así se pueda dar una construcción de conocimiento, porque eso es lo que interesa a la Universidad de los Niños, propiciar la formación y el desarrollo de sujetos críticos, que cuestionen lo que sucede. Utilizamos en este caso un elemento que es ciencia ficción, pero que se inspira un poco en la realidad para hablar de la realidad misma”, indica Tatiana.
En el mundo de las series se pueden encontrar aquellas que tienen una trama, que es el hilo conductor de la misma a lo largo de una o varias temporadas; y también las series con episodios unitarios, que plantean la historia y la cierran en el mismo capítulo, aunque comparten un universo común. Por eso en la selección del capítulo que se ve cada mes se busca que su argumento pueda dar una idea lo más completa posible del hilo conductor que guía toda la historia o de la temática general que plantea la serie, y que, a su vez, esté relacionada con la pregunta que dará pie a la conversación.
“Hemos encontrado que hay público para temas muy distintos siempre. Hay asistentes que están en todas, pero el público varía. Las más sonadas, las más famosas, convocan mucha gente. O también algunas temáticas. Por ejemplo, cuando hablamos de Stephen Hawking, la convocatoria fue de unas 120 personas”: Tatiana Isaza.
Leer no solo en los libros
Pero, ¿por qué utilizar un formato como el de las series, en una actividad que involucra a una biblioteca? ¿No va esto en contra de la idea de la biblioteca de fomentar la lectura?
Para Santiago Zapata Restrepo, la participación de la Biblioteca Luis Echavarría Villegas es totalmente pertinente porque hoy día la lectura no se limita de manera exclusiva al acto canónico de tomar un libro, abrirlo y repasar sus páginas con mayor o menor atención. Ya se lee de muchas y diversas maneras, plantea este bibliotecólogo que gestiona los programas de fomento a la lectura de la biblioteca universitaria.
“La Biblioteca está haciendo una apuesta grande por la apropiación de la lectura y el Serie Club nos permite acceder a otras formas de leer; de leer a través del conocimiento de expertos, de leer a través de la producción de las series, de leer a través del diálogo con los otros a partir de sus conocimientos, sus posturas, su realidad. Esto también genera una manera de apropiarse del conocimiento, en el sentido de que una persona se interesa a través de esto por algo y sale a profundizarlo”.
Además, la Biblioteca también gana en mayor visibilidad, no solo dentro y entre la comunidad universitaria, sino también con los públicos externos. “Se empieza a posicionar como un espacio para apropiación del conocimiento, no solo en el ámbito de poder acceder a los recursos de información que ofrece, sino de generar momentos que, a través de la discusión, propician el conocimiento. El serie club es una idea innovadora porque parte de la idea de tomar realidades, teorías, cuestiones o fenómenos que representan la vida de las personas, a través de las series, y a través de eso se crean discusiones para ver”.
Es importante que los usuarios tradicionales, y quienes por primera vez se acercan, se den cuenta, gracias a esta actividad innovadora, de que la generación del conocimiento que se propicia en la Biblioteca no solo se logra a través de la lectura de un libro. Es decir, que también existen otros formatos que invitan a esa práctica y que en estos la Biblioteca juega un rol fundamental como mediadora en este proceso. “Me parece bonito que personas que nunca han asistido se dan cuenta de asuntos que no conocían y a través de formas diferentes, no en el sentido tradicional de sentarse a leer un libro”.
Y es que, como lo explica Juan David Orozco, el desarrollo de Cuatro Ojos Serie Club lleva a sus asistentes no solo a vivir las emociones que genera una producción como estas, desde la alegría, la ansiedad o la capacidad de conmoverse. También los motiva a hablar de otros asuntos como la ética, el respeto a la diferencia y de personajes característicos de un área del conocimiento. “Es encontrar en estas opciones de entretenimiento una disculpa para conversar sobre otros aspectos que hacen parte de la formación humanística: qué somos, qué pensamos, para dónde vamos como sociedad”. Con Cuatro Ojos Serie Club se abre una nueva perspectiva en el consumo de estos productos audiovisuales, lo que permite la reflexión en torno a su temática y la construcción de nuevos conocimientos basados en el diálogo y la observación que surge en cada uno de los encuentros mensuales.
Cómo funciona
Cada mes, el último martes, un lugar de EAFIT abre sus puertas para permitir la proyección de un capítulo de la serie seleccionada para esa oportunidad. Luego de 40 a 50 minutos de proyección, el comunicador social y experto en cinematografía y lenguaje visual, Juan David Orozco, da inicio a la conversación en torno a la pregunta planteada en la convocatoria con el experto invitado y la participación del público. Una hora aproximada de charla e intercambio de ideas y planteamientos que buscan no solo mostrar algunos de los elementos audiovisuales y narrativos que cada capítulo proyectado trae, sino también propiciar entre los asistentes el intercambio de conceptos en torno al tema-pregunta planteado con el apoyo del invitado experto que aporta su saber específico para enriquecer la conversación.
Cuatro Ojos Serie Club está abierto al público en general y su convocatoria puede conocerse a través de las redes sociales de la Universidad de los Niños y de EAFIT. También se comparte en diversas publicaciones y plataformas que dan cuenta de la actividad cultural en Medellín. Y, de igual manera, sus organizadores extienden invitaciones a diferentes públicos, de acuerdo con la temática acordada para cada mes.