Margarita Zuluaga Esquivel
Colaboradora
El más viejo de los millennials tiene en la actualidad unos 39 años, es decir, es un adulto contemporáneo que seguramente pasó por el pregrado, cursó un posgrado y está consolidado como profesional. Pero, ¿cuáles son las características e imaginarios de esta nueva generación? La pregunta se la hizo la Dirección de Mercadeo Institucional de EAFIT y lo que encontró, con el apoyo de la agencia de investigación Etnológica, sirvió para detallar información sobre los centennials o Generación Zeta.
El estudio ayudó a caracterizar a los centennials colombianos y a comprender su proceso de decisión sobre el pregrado que querían estudiar, y la manera como esperan que se desarrollaran las clases hoy en día, lo que permitió tener una visión más cercana de la percepción que los chicos tienen sobre las universidades.
Adicionalmente, “queríamos conocer su entorno social y familiar. En la actualidad, los hogares son distintos, más pequeños, con menos hijos; como también la visión del adolescente sobre el mundo, aquellas personas que inciden en su decisión de estudiar, cómo se acercan a los medios de comunicación y a la tecnología, su visión frente a los procesos pedagógicos”, explica Luis Fernando Cuartas Ramírez, coordinador de Investigación e Inteligencia de Mercados de EAFIT.
Los centennials tienen algunas características de los millennials, que se acentúan particularmente en ellos como el hecho de que tienen una fuerte relación con la tecnología, buscan el sentido de las actividades que realizan, legitiman la autoridad en conocimiento y no en jerarquía o antigüedad.
Históricamente, el adolescente es el rebelde, el que mantiene un permanente conflicto consigo mismo. Pero, ¿quiénes y cómo son los centennials?
Algunos rasgos del estudio señalan que los centennials tienen algunas características de los millennials, que se acentúan particularmente en ellos como el hecho de que tienen una fuerte relación con la tecnología, buscan el sentido de las actividades que realizan, legitiman la autoridad en conocimiento y no en jerarquía o antigüedad, son más reconocidos socialmente, son hijos de la sobreestimulación y el hiperagendamiento, y aspiran a emprender, aunque no todos lo logran.
Según Eduardo Cárdenas Echeverri, director de Investigación de Etnológica, los centennials cargan con todas esas características de los millennials, pero también tienen poco manejo de la frustración, son autodidactas no solo porque poseen acceso total a la información en la web y las redes sociales, sino por las nuevas metodologías de estudio de los colegios. Son adictos a las redes sociales y tienen una alta dependencia de los smartphone. Así mismo, los adolescentes de hoy también adoptaron de los millennials su gusto por viajar y han desarrollado una mayor conciencia ambiental y social.
Existe la percepción de que esta generación no tiene hábitos fuertes de lectura. Lo cierto es que a pesar de que no todos tienen el gusto por textos académicos o literatura en general, dedican muchas horas a la lectura de forma fragmentada en publicaciones, estados, noticias o información en redes sociales.
“Leen, pero de manera más corta, por la facilidad de acceso a la información de forma digital, ahora logran enterarse de todo. Eso sí, no leen en profundidad, prefieren leer textos noticias cortas para enterarse rápidamente de lo que ocurre. Por eso son muy amigos de aquellos medios de comunicación con presencia en redes como Instagram o de buscar contextos rápidos en la web del tema que están tratando en el momento. Por otro lado, respecto a temas de literatura pura, también hemos detectado casos de chicos que pueden devorarse una saga completa de libros por gusto o pasión”, asevera Luis Fernando.
Eligiendo la carrera y la U
Los contextos culturales y temporales generan unos rasgos de comportamiento, especialmente en esta era marcada por la tecnología. Es decir, hay unos patrones que determinan al adolescente de hoy, sin llegar a decir que todos son iguales. En el caso del estudio, era importante saber qué querían estudiar cuando se graduaran del colegio. Y aunque son distintas las formas en que se llega a tomar la decisión sobre su futuro profesional, ambos contextos son relevantes desde el punto de vista etnográfico.
En el caso de quién influye a los centennials para tomar esta decisión, hay cuatro niveles de influenciadores: en el cuarto nivel, que se considera accesorio o secundario, se encuentran los famosos o personalidades destacadas en su campo de acción, en este caso muchos jóvenes desarrollan interés por la ciencia o la tecnología partiendo de la admiración a personas como Elon Musk o Stephen Hawkins por ejemplo; el tercer nivel lo componen los profesores, los pares mayores o la familia; en el segundo nivel están personas más cercanas como los orientadores vocacionales de los colegios, hermanos y primos cercanos.
“Y en el primer nivel están los padres de familia, cuyo aval es bien importante para el joven, y a pesar de que los padres de ahora dan más libertad a sus hijos en esta decisión, aún influyen en factores relacionados con el programa a elegir. Este nivel de influenciador es el determinante, ya que ayuda y acompaña al joven a tomar la decisión sobre su futuro como profesional”, anota Eduardo Cárdenas y hace énfasis en lo importante que es para el centennial la opinión de los padres de familia.
Después de cumplido este paso sigue un ejercicio de carácter personal, que bien podría haber recogido los pilares de la técnica japonesa Ikigai: la carrera elegida me gusta y me apasiona, tengo habilidades para esta y qué proyección laboral tiene. Por último, está mirar la reputación del programa y las universidades que lo ofrecen.
Para la muestra está la historia de Jorge Enrique Martínez De Ávila, centennial oriundo de la ciudad de Cartagena (Bolívar) quien estudia Derecho en EAFIT. Su hermana María Fernanda también estudia en la Universidad, pero no fue ella la que le ayudó a hacer la elección sobre su futuro académico. Jorge sabía que quería estudiar Derecho, por lo que hizo el ejercicio de revisar planes de estudio, hojas de vida de profesores, hasta que llegó a la conclusión de que, de la oferta de universidades de Cartagena y Medellín, EAFIT era la mejor opción.
Los muchachos llegan a la clase sabiendo los temas, por lo que son más exigentes con la información que el docente les entrega.
Si bien la de Jorge fue una decisión autónoma basada en la información y el conocimiento, también está el caso de Luisa María Ramírez, una centennial con una amplia conciencia ambiental y social (características relevantes de ellos) que decidió estudiar Finanzas en el Sena por recomendación de su hermano millennial y que ahora ve la necesidad de terminar sus estudios universitarios por su trabajo en una reconocida entidad financiera de la ciudad.
Para la academia esta información es muy valiosa porque, como ya se dijo antes, el adolescente de hoy es muy analítico. Así como es de importante conocer su proceso particular para elegir carrera y universidad, también es interesante saber cómo harán los profesores para capturar su atención.
“En la actualidad, las clases son un reto para los docentes porque tienen que dar sentido a la actividad que realizan, deben transmitir conocimiento, pero también pasión. Los muchachos llegan a la clase sabiendo los temas, por lo que son más exigentes con la información que el docente les entrega. Son conscientes de los diferentes tipos de cerebro y aprendizajes, y esperan que, de esa forma, les sea entregada la información. Con este público se conecta más lo multimedial, el juego, las actividades por fuera del aula y la construcción conjunta del conocimiento en donde se tiene en cuenta lo que ellos ya saben al respecto”, concluye el coordinador de Investigación e Inteligencia de Mercados de EAFIT.
Los nuevos adolescentes
Estas son otras características de los centennials, según el estudio de la Dirección de Mercadeo Institucional de EAFIT:
- Narcisistas frente al conocimiento.
- Nativos digitales.
- Leen fragmentariamente.
- Debaten en redes sociales.
- Son respetuosos con la diversidad sexual.
- Buscan la estabilidad (quieren adquirir bienes materiales).
- Poco manejo de la frustración y poca paciencia.
- Han crecido en cierta soledad en el hogar.
- Es frecuente que se sientan estresados, principalmente por temas de presión social.
- Calculadores y discretos.
- Adultos antes de tiempo.
La investigación
El estudio se realizó en establecimientos educativos de los estratos 2 al 6 de Medellín, entre agosto y octubre de 2018. Se invitó a estudiantes de los grados noveno, décimo y once y de primeros semestres de universidades. El análisis fue cualitativo, psicográfico y etnográfico.
Los temas de análisis fueron divididos en cinco aspectos: caracterización de los centennials, su relación frente a la pedagogía y la educación superior, el proceso de decisión de la carrera, percepción frente a las universidades y recomendaciones generales.