Camilo Piedrahíta Vargas
Decano de la Escuela de Derecho de EAFIT
La innovación legal como concepto que comienza a tomar fuerza dentro de las facultades de derecho del mundo, la emergencia de nuevos paradigmas en términos jurídicos como la regulación de los nacientes modelos de negocio… Y para ahondar en el tema, EAFIT, que celebró en 2019 los 20 años de su Escuela de Derecho, puso en el centro de la conversación la innovación legal y los retos para el sector en la era 4.0, un concepto que, de entrada y según los expertos, puede plantearse más o menos ambiguo por lo que se hace necesario abordarlo con todo el rigor de la academia.
La innovación legal hace referencia a un movimiento donde lo que tratan de hacer empresas, gobiernos, ONG, universidades o cualquier entidad o sujeto involucrado en la industria y el sector legal es tratar de utilizar la tecnología y el diseño al servicio de soluciones que generen valor económico o social. Esto pasa, además, por la especialización en ramas como el derecho informático o digital. Así, un profesional del derecho, formado en estas áreas, se encarga de buscar soluciones a los problemas legales que se producen por el uso de las mismas y que se renueva rápida y constantemente.
Así, a la actividad académica de septiembre la Universidad invitó a expertos nacionales e internacionales, entre ellos a Jameson Dempsey, abogado de tecnología y que hace parte de la junta directiva de Legal Hackers, y quien ha hablado globalmente sobre política tecnológica e innovación legal; y a Chris Bentley, director gerente de la Zona de Innovación Legal (LIZ) y del Programa de Práctica Jurídica (LPP), de la Universidad de Ryerson (Canadá), y quien ha conducido varias iniciativas de cambio en este tema. Ambos se refirieron a lo que es la innovación legal y sus alcances.
“El futuro del derecho incluye tecnología e innovación”: Jameson Dempsey
¿Para usted qué es la innovación legal?
Para mí, la innovación legal empieza con una mentalidad. Con el abogado, el ingeniero legal o cualquier otro partícipe de la industria legal abriendo su mente a nuevas posibilidades sobre cómo se pueden hacer las cosas, pero respetando la ley, bien sea desarrollando un nuevo proceso para hacerlo más eficiente o aprovechar una nueva tecnología para gestionar mejor la información jurídica.
Pero realmente con lo que empieza la innovación legal es con el individuo y eso es en lo que realmente nos concentramos en
Legal Hackers, en crear una cultura legal abierta, una que les dé la bienvenida a todas las personas al ecosistema de la innovación legal, en orden de difundirla rápidamente a través del mundo.
¿Qué herramientas se utilizan para hacer innovación legal y por qué?
Hay varias herramientas que se usan. La principal es la creatividad humana, algo que está adentro de todos nosotros.Por esto, yo creo que la innovación legal es algo de lo que todos podemos tomar parte, porque la creatividad es algo inherente a todos. Otras herramientas que se podrían utilizar son las tecnologías legales aplicadas. Por ejemplo, en el litigio, en un acuerdo empresarial o, incluso, dentro del mismo gobierno.
Sobre tecnologías legales hay muchos ejemplos. Uno que es realmente emocionante para mí es este desarrollo de tecnologías legales de código abierto, que son gratuitas y están abiertas a cualquier persona para que, pongamos un caso, se pueda utilizar un sistema experto llamado
Docassemble con el fin de crear sistemas de preguntas y respuestas realmente eficientes para la clasificación de problemas legales.
Hay otra herramienta llamada
OpenFisca, que también puede ser usada por cualquier persona para modelar la legislación. Esto se hace para que se pueda hacer un borrador de ley en un código a computador, ingresar los datos y obtener un resultado, como, por ejemplo, cuánto de un beneficio público le debe el gobierno al ciudadano o cuántos impuestos necesita pagar. Hoy tenemos todo este conjunto de herramientas que han empezado a desarrollarse y que, en realidad, van a transformar rápidamente la industria legal.
Cris Bentley durante su intervención en EAFIT.
Foto: Róbinson Henao
A menudo la innovación legal está dirigida por los grupos de interés como son las compañías, las firmas de abogados o el gobierno sin tener en cuenta a los individuos, a los ciudadanos y a los consumidores de los servicios legales en la discusión.
¿Quién debería hacer innovación legal?, ¿las compañías, el gobierno, las universidades?
Yo creo que con la innovación legal todos esos actores tienen un papel importante qué jugar, pero también se debe incluir a los consumidores de servicios legales. A menudo la innovación legal está dirigida por los grupos de interés como son las compañías, las firmas de abogados o el gobierno sin tener en cuenta a los individuos, los ciudadanos y a los consumidores de los servicios legales en la discusión.
Uno de los desarrollos realmente emocionantes en el curso de los últimos años ha sido el movimiento de diseño legal, que está pensado en ser un centro de acercamiento humano a la innovación legal. Esto significa traer a las personas que tienen que lidiar con el sistema legal, los consumidores de servicios legales, como alguien que está en una controversia o que está pasando por un problema de derecho de familia para acompañarlos incorporándolos en el proceso de innovación legal. Es decir, diseñar servicios que le sirvan mucho más a los consumidores. Esto para mí es realmente emocionante. Entonces todos los actores tienen un papel crucial por jugar, pero en el futuro son los consumidores quienes van a tener el papel más importante.
El futuro del derecho incluye tecnología e innovación. Por lo tanto, es importante que las escuelas preparen a estudiantes para ese entorno y si no lo están haciendo, las otras sí lo harán.
¿Cómo se puede reconciliar la disrupción de la innovación legal con el marco legal existente?
Yo creo que es importante mirar el propósito del sistema legal, mirar el resultado, qué sucede en el mejor escenario. Esto es que una controversia sea resuelta, que se haga un acuerdo y haya un contrato que emana de esto, que las personas encuentran un cierre en problemas o asuntos muy personales. Entonces si la innovación legal les ayuda a las personas a llegar de una manera más eficiente a ese cierre, a resolver el litigio, a cerrar el trato, a pasar la nueva ley o regulación, esto es algo bueno.
Por lo tanto, necesitamos respetar la tradición, los actores que existen hoy y evaluar las razones por las que esas estructuras existen de la manera que lo hacen, pero no podemos tener miedo de encontrar una forma más eficiente, más humanas de abordar estos retos para alcanzar el objetivo principal del sistema que es la justicia. Siendo así, creo que si mantenemos el enfoque en la justicia y dejamos que la innovación legal suceda, hay mejores posibilidades de resultados satisfactorios para más personas.
¿Cómo terminó trabajado en innovación legal?
Empecé a trabajar con innovación legal desde que salí de la universidad y entré a trabajar en una gran firma de abogados como asistente legal y lo que pasaba era que me daban mis tareas a las cinco de la tarde cuando todos los socios se iban, cuando el personal de tecnología se iba y las debía entregar a la siguiente mañana. Eso significó para mí aprender a manejar todo el software, cómo funcionaban las bases de datos, la información legal y la tecnología y me encantaba, realmente lo disfrutaba, entonces cuando todos mis amigos entraron a la escuela de derecho yo me fui para el departamento de informática de la firma de abogados y un año después de estar en este departamento me dije que quería ir a la escuela de derecho para aprender las leyes y así hacer un mejor trabajo en innovación legal en el departamento de informática.
Entonces empecé realmente temprano en mi vida, con mucha autoayuda, indagando sobre las herramientas, el software, tratando con asuntos legales, por lo que realmente ha sido una parte de mi carrera desde el inicio.
¿Qué recomendaciones le haría usted a Colombia para adoptar la innovación legal?
Lo primero y más importante es que la innovación legal sucede en el ámbito local y debería venir de la comunidad, entonces no puedo hablar por Colombia, pero lo que sí puedo decir es que hay muchas cosas emocionantes que estoy viendo que ocurren aquí que proporcionan una gran oportunidad para expandirse en estos temas.
Lo primero son los cursos universitarios y universidades como EAFIT que están explorando la innovación, que están empezando grupos estudiantiles enfocados en innovación legal, que están organizando hackathons, que están tratando de engancharse con el diseño legal y esto es realmente apasionante, entonces creo que ver más de eso en las escuelas de derecho es un desarrollo bastante positivo.
Lo segundo es que dentro de las corporaciones se están empezando a ver personas que no son abogados, y que son diseñadores, tecnólogos o ingenieros legales, que están siendo contratados en los departamentos internos para operaciones y diseño legal, y creo que esto es un muy emocionante y prometedor, pero creo que aún hay muchas más cosas que se pueden hacer en traer este grupo de habilidades multidisciplinarias al departamento legal.
Lo tercero es que dentro de las firmas de abogados están contratando personas por tener un amplio conjunto de habilidades, una mentalidad diversa, un entendimiento de la tecnología, entonces creo que esto va a ser lo más importante en el futuro, pues los mayores retos legales a los que nos enfrentamos están relacionados con la tecnología, por lo que al tener un entendimiento de esta, y no solo en cómo aprovechar la tecnología para ser un mejor abogado, sino para servir de una mejor manera a los clientes, es lo que va a ser un desarrollo muy positivo y es algo que ya estoy viendo aquí en Colombia.
¿Cuál es la responsabilidad de las universidades en la educación sobre innovación legal?
El rol de una escuela de derecho es preparar nuevos abogados para la práctica, cualquiera sea la manera de que esta adopte. El futuro del derecho incluye tecnología e innovación. Por lo tanto, es importante que las escuelas preparen estudiantes para ese entorno y si no lo están haciendo, las otras sí lo harán. Entonces cuando el empleador esté buscando contratar a alguien y mira a un abogado innovador y uno que no, hay una posibilidad que elija a aquel que sí lo es. Por lo tanto, creo que las escuelas no quieren ser las últimas en moverse en este asunto, en dirigirse hacia la innovación, en preparar a la siguiente generación, por lo que considero que es importante que empiecen a pensar en cómo entrelazar la innovación y los programas que ofrecen.
“En cada cambio hay una oportunidad”: Chris Bentley
¿Para usted qué es la innovación legal?
Innovación legal es, simplemente, preguntarse qué necesitan las personas de los servicios sociales y legales, y hacerse cargo de que esos servicios legales que hoy estamos entregando funcionen para las personas, y la innovación es la manera de llegar ahí.
¿Qué herramientas son utilizadas para hacer innovación legal y por qué?
La innovación es cambio y eso puede ser cualquier cosa. Puede ser la más sofisticada inteligencia artificial o el internet de las cosas, o podría ser muy simple: cómo encontrar una manera más corta de llegar de un punto a otro. No tiene que involucrar tecnología, pero sí tiene que involucrar la pregunta por a dónde necesitan las personas que llegues y cómo puedes llegar allí de una manera más eficiente para ellos. No es sobre nosotros los abogados, es sobre las personas a las que servimos.
¿Por qué es importante la innovación legal?
La mayoría de las personas en el mundo no tienen acceso a las protecciones legales que, se supone, deben estar disponibles para ellos y los demás tienen cierto acceso, pero no satisface sus necesidades. El sistema es muy lento, muy costoso, muy complejo para que la mayoría lo entienda. Nosotros nos tenemos que asegurar de que los derechos, las protecciones que son el mandato de la ley (y el fundamento de la mayoría de las sociedades), estén disponibles para esas personas a quienes la sociedad sirve.
¿Quién debería hacer innovación legal? ¿las compañías, el gobierno, las universidades?
Todos deberían estar haciéndola. Por esto, miro a la juventud de hoy, a los nuevos abogados y a los abogados de mañana, y les digo que es su momento: tomen el control y diríjanos al resto de nosotros a donde deberíamos estar y eso los hará los líderes.
Jameson Dempsey
Foto: Róbinson Henao
Las escuelas de derecho no quieren ser las últimas interesadas en moverse en este asunto.
¿Cómo se puede reconciliar la disrupción de la innovación legal con el marco legal existente?
La ley no está para proporcionar trabajos exclusivamente para quienes están involucrados en esta, sino que esta se supone que debe servir a las personas. A los negocios y a su jurisdicción les digo: en cada cambio hay una oportunidad. Cuando cambiamos de los caballos a los carros, las personas que velaban por los caballos tenían menos trabajos, pero había muchos más trabajos para personas que se encargaban de los carros. Por supuesto, si usted no quería nada que ver con los carros perdía su trabajo. Le digo a quienes le tienen miedo a la disrupción que, de igual manera, la tecnología permite a los consumidores (bien sean personas o negocios) tener lo que ellos necesitan y esto está llegado a los servicios legales. Entonces mis colegas en el derecho, los gobiernos y los negocios tienen que tomar ventaja de esto e innovar lo más rápido posible porque al final del día ningún gobierno, negocio o abogado puede prosperar a menos que les dé a las personas a quienes sirve lo que ellas necesitan y a su manera, y al precio que este están dispuestos a pagar.
¿Cómo terminó trabajando en innovación legal?
Yo practiqué el derecho de una manera tradicional por 23 años. Después estuve en el gobierno y estando allí me di cuenta que había cosas que queríamos hacer y el dinero no era la respuesta o nunca había suficiente. Entonces había que pensar en diferentes maneras de hacerlo y entre más pensaba en formas creativas, y mientras más hablaba con otros que estaban interesados en estos temas, me di cuenta de que todo es cuestión de que funcione y suceda para las personas a quienes les sirves, porque uno no se queda en el gobierno a menos que haga que las cosas sucedan para aquellos a quienes sirves; y no es sobre dinero, es sobre un enfoque en el consumidor y la utilización de todas las herramientas a tu disposición para llegar allí y reconocer que en el cambio también se crean empleos.
¿Qué recomendaciones le haría usted a Colombia para adoptar la innovación legal?
Yo creo que Colombia está en un gran lugar. Tiene muchos abogados, mucha capacidad mental, tiene este creciente interés en la innovación y hay una gran oportunidad para que Colombia se convierta en un jugador clave. Incluso, en un líder en innovación legal y aunque es una gran oportunidad para Colombia también es una gran oportunidad para cualquier otro país.
¿Cuál es la responsabilidad de las universidades en la educación sobre innovación legal?
Es un papel muy importante y lo que EAFIT hace con los 20 años de la Escuela de Derecho es tomar una postura de liderazgo. Necesitamos que nuestros educadores hagan lo que se supone que deben estar haciendo, retándonos a mirar al futuro, retándonos a cuestionarnos lo que hemos hecho tradicionalmente y pensar en cómo se podría hacer mejor y eso es lo que las mejores universidades siempre han hecho.