Con un carnaval lleno de juegos se realizó en la Universidad el cierre de DiverTIC Edulabs Medellín. Un espacio que sirvió también para hacer una muestra de los trabajos realizados por los estudiantes que participaron este año en el proyecto, en los componentes de robótica, de periodismo digital, audiovisual y sonoro.
Después de más de dos meses de trabajo en distintas instituciones educativas de la ciudad, DiverTIC Edulabs Medellín termina su edición 2013 con grandes logros y muchos proyectos para el futuro.
Esta estrategia de ciudad, que vienen realizando desde hace cuatro año Medellín Ciudad Inteligente y la Secretaría de Educación, se enmarca en el Plan de Desarrollo 2012-2015, “Medellín, un lugar para la vida’, y busca incentivar a los jóvenes a investigar, crear, aprender y divertirse con las TIC.
Este año fue operada por primera vez desde la Universidad Eafit y su pregrado en Comunicación Social, en una edición que permitió que 1279 estudiantes de 50 instituciones tuvieran la oportunidad de desarrollar de manera gradual habilidades narrativas, tecnológicas y de experimentación en los cuatro componentes de base. Una experiencia que, según Ana Isabel Palacios, gerente de Medellín Ciudad Inteligente, ha sido muy interesante ya que se integraron nuevos componentes como el de robótica.
Bajo la filosofía de “aprender jugando”, y con el acompañamiento y la guía de los facilitadores (estudiantes de Comunicación Social y de Ingeniería de Sistemas de la Universidad), la estrategia DiverTIC busca privilegiar y promover el trabajo par a par en la transferencia de conocimientos, el autoaprendizaje bajo los modelos tipo 'hágalo usted mismo', la colaboración y la creación colectiva. Todo encaminado a despertar en los estudiantes el interés por la investigación y a reconocer en ella una posibilidad de comunicación, creación y expresión.
Para Omar Mauricio Velásquez, profesor de nuestro pregrado en Comunicación Social en las áreas de Narrativa Audiovisual y coordinador del proyecto DiverTIC Edulabs Medellín 2013, “el proceso consiste en tratar de entender que los impactos socioculturales que de alguna manera se demandan en la ciudad, necesitan personas que tengan las botas puestas. Esa ha sido la filosofía más importante, porque cada uno de los componentes, aunque tiene un mapa de ruta, fue lo suficientemente flexible para entender que cada colegio, cada comuna y cada estudiante son una historia distinta”.
Según el coordinador, lo más importante es entender que en los componentes pedagógicos que se están diseñando se puede comprender que cada uno de estos niños tiene demandas particulares frente al conocimiento. “Lo que intentamos en cada uno de estos talleres es que ellos siempre encuentren, al hacerse una pregunta, algún rasgo particular de la diversión”, afirmó.
Enseñanzas para todos
El proyecto, que nace del laboratorio, del componente estratégico que se viene trabajando desde el Medialab de Eafit (Edulabs), busca derivar hacia una estrategia en línea, tal como lo explica el profesor Velásquez: “Tiene por objeto producir un conocimiento con unos contenidos que permitan que todo sea transversal, como una línea de trabajo. Lo más bonito es eso, que cuando se construye el proyecto se piensa en un marco teórico particular que trasciende porque se hace evidente cómo se lo apropia un tallerista, cómo ese tallerista se lo entrega a un tutor, a un facilitador que va a las instituciones a entregarlo a los niños. Cada uno de los niños que participaron hoy en día está en capacidad de poder transmitir conocimiento a sus compañeros que no participaron en la estrategia”.
Para Sara Gallardo, estudiante de los últimos semestres de Comunicación Social y facilitadora del componente sonoro, el aprendizaje ha sido muy satisfactorio: “He aprendido a tener más tolerancia, especialmente con los niños. He podido enseñarles un poco más de lo que yo sé, y saber cómo transmitirles ese conocimiento con respecto al componente en el que trabajé”.
Por su parte, Simón Restrepo, facilitador en el componente de periodismo digital, reconoce que fue difícil estar en la posición de enseñar, ya que siempre se ha encontrado en la posición de estudiante; sin embargo disfrutó mucho del proceso: “Fue muy bacano porque aprendimos cosas de los niños, nosotros tratamos de enseñarles lo que hemos aprendido del área y a que manejen las herramientas. Fue difícil estar en la posición de enseñar, porque uno todavía no sabe muchas cosas, pero sobre la marcha fuimos aprendiendo cosas que también van a ser muy importantes para nosotros en el futuro, y esperamos que los niños también hayan aprendido”.
Todas estas enseñanzas y aprendizajes fueron evidenciados durante el cierre del evento que se realizó el 28 de noviembre del 2013 en Eafit. Allí, en una carpa llena de música, juegos y diversiones, cada uno de los componentes hizo una muestra de los trabajos. Los facilitadores y estudiantes ofrecieron a los asistentes una explicación del resultado de los distintos talleres realizados, y se dio la oportunidad a cada institución de conocer sobre los temas en los que no participaron en esta edición de DiverTIC.
En esta jornada se encontraba Tatiana Garcés, de la institución educativa La Asunción y una de las participantes del componente sonoro. Ella fue una de las primeras en inscribirse al proyecto cuando lo presentaron en su institución: “Cuando nos hablaron de esto, como el nombre decía ‘Divertic’, aunque no sabía todavía el componente, me sonó a algo divertido, entonces me animó mucho y fui una de las primeras en inscribirme”.
Tatiana espera poder seguir participando en este proyecto, para complementar su formación en TIC: “La experiencia muy bacana, todo fue muy didáctico, muy fuera de lo común, las clases fueron muy especiales. Nuestra profesora nos enseñó sobre los elementos de la radio, los componentes, las clases de programas, nos enseñó a grabar y a editar los audios. Me gustaría seguir participando y ahora espero poder estar en el componente audiovisual”.
Un proyecto con mucho corazón
Los logros obtenidos durante esta edición de DiverTIC Edulabs Medellín, son una evidencia del esfuerzo y la pasión con la que se ha trabajado desde la Universidad, tal como lo afirman algunos de los encargados del proyecto.
Para Omar Mauricio Velásquez, esto evidencia que hay un alma, porque “si bien es importante que produzcamos contenidos en artículos de publicación e indexación, sentir la risa de estos niños, es una calificación que va mucho más allá”.
Algo que va muy en línea con lo que dice la gerente de Medellín Ciudad Inteligente: “Nos ha gustado mucho que las personas que están detrás le han puesto mucho corazón, entonces son muy emotivos los resultados, porque los chicos cuando nos hablan del proyecto lo presenta como ‘lo máximo que les pasó’. Por eso estamos muy contentos y esperamos poder continuar con el proceso y seguir trabajando con Eafit, con la que hemos tenido una muy buena experiencia.
Según Palacios, en este cierre no solo se trata de hacer un reconocimiento a los resultados de los estudiantes, sino que la ciudad entera reconoce un trabajo que viene haciendo el programa durante 4 años, y que cada vez se posiciona más. Para ella, este realmente es un proyecto que transforma la vida de los jóvenes de Medellín, “que toca y deja capacidad instalada, que es bastante valiosa para su vida como estudiantes y seguramente para su vida profesional”.
También este es un logro para el pregrado en Comunicación Social y para la Escuela de Ciencias y Humanidades, que por primera vez se encargar de operar el proyecto. Y es que, tal como afirma el profesor Velásquez: “Tener cerca de 15 egresados y 30 estudiantes de pregrado, realizando una tarea tan compleja, como es ir a colegios a impartir conocimiento en contextos tan difíciles como los que se viven en la ciudad, es de un impacto invaluable, es uno de los mejores indicadores que podamos dar”.