Thymio 2 es una herramienta terapéutica para niños con autismo que desarrolla el Semillero de Investigación en Robótica (SER) de EAFIT, en el que estudiantes de la Universidad reúnen sus esfuerzos para plantear soluciones a partir de plataformas robóticas. Este es una de las diversas exploraciones que hacen los integrantes de los 104 semilleros de investigación que tiene la Institución, la mayoría de estos matriculados en los 21 programas de pregrado.
En palabras de Daniel Cadena Marín, integrante del SER, ellos trabajan con elementos de fuentes abiertas, los cuales tienen mucha información, son replicables en varios contextos académicos y evitan a los grupos de investigación el tener que comprar software muy costoso: "Por eso usamos el robot como una ayuda con el tratamiento de los niños, con el apoyo de los semilleros de Psicología de la Universidad, cuyos consejos nos mostraron que la mejor terapia es el apoyo conductual positivo".
Este tipo de terapia
—explica Daniel—, enfatiza en la relación del pequeño con su entorno social, mostrándole varias formas de interacción y dándole muestras de reconocimiento cuando las replica. Eso explica el uso del Thymio 2: un robot con la apariencia de una consola cúbica, apenas más grande que la palma de la mano, con dos ruedas para desplazarse que, basado en modos de programación gráfica y textual, detecta y evita obstáculos; avanza o retrocede frente a objetos móviles; sigue rutas predefinidas, y hasta escribe mensajes en pliegos de papel, configurando así un abanico de formas de interacción.
"La investigación empezó en 2016 —recuerda Daniel—, y la llevamos al encuentro regional de semilleros y, de ahí, al nacional, que fue el año pasado en Cúcuta. Ya desarrollamos el marco teórico y, el próximo semestre, aplicaremos la investigación mediante el uso del robot con un grupo de enfoque en una fundación de niños con autismo".
Esta iniciativa, como la de los otros semilleros, nació y crece en el intercambio de ideas en los salones, el estrés de los exámenes, y gracias a los esfuerzos académicos que impulsan a los estudiantes a trascender los horarios regulares de clase y buscar respuestas en semilleros de investigación.
Los semilleros poseen una relevancia especial para la Universidad pues, en concepto de Félix Londoño González, director de Investigación de EAFIT, se corresponde con su modelo educativo, fundamentado en la docencia con investigación. De allí que las posibilidades de experimentar la indagación científica sea esencial, de acuerdo con el directivo, para experimentar en todo su esplendor los pregrados y posgrados presentes en la oferta educativa.
Un estudiante consciente de lo que es la investigación, cuyas dinámicas formativas le han permitido vivirla y participar de espacios de práctica, tiene, según Félix, "más potencial y se le abren más caminos para continuar sus estudios de posgrado. Los semilleros permiten profundizar en temas de interés, ahondar estudios y, en ocasiones, participar del desarrollo de proyectos de la vida real, con problemas existentes. Los semilleros revisten un gran enriquecimiento, por esto la importancia de incrementar la participación en los mismos".
En EAFIT, 1.125 estudiantes —cerca del 10 por ciento de la población total de alumnos— participan en procesos de investigación, a través de los 104 semilleros creados en los diferentes programas. Se trata, en su mayoría, de jóvenes matriculados en programas de pregrado, aunque hay varios candidatos a maestría y doctorado.
Una pasión
Los semilleros de investigación de EAFIT permiten también adquirir diversas habilidades, mediante trabajo en equipo, así como interactuar con investigadores reconocidos en el ámbito local, al otorgar a sus integrantes referentes de estudio y trabajo.
Para Félix Londoño esto "les permite contribuir a la creación de nuevo conocimiento y les brinda la oportunidad de participar en procesos de exposición de los resultados de investigación, en eventos mundiales en los que interactúan con investigadores de otras universidades".
Varios egresados, cuyos primeros acercamientos a la investigación se dieron en los semilleros o en la Universidad de los Niños de EAFIT , trabajan en centros de investigación de destacado alto nivel. Es el caso de Luz María Martínez Sierra, quien inició su recorrido en el pregrado en Ingeniería Física y el Grupo de Astronomía Quásar de la Institución y hoy ejerce su profesión en el Jet Propulsion Laboratory de Nasa. O de Andrés Mejía Posada, ingeniero de sistemas eafitense quien lleva cinco años trabajando en las oficinas de Google en California (Estados Unidos).
Al referirse al proceso académico de inspiración para los futuros investigadores, Félix señala que "gracias a la Universidad de los Niños hay chicos que empiezan desde los ocho años motivándose con la investigación, y continúan su proceso en los semilleros. Estamos convencidos de que, así como hay escuelas de fútbol y los músicos se empiezan a formar desde muy temprano, el gusto por la formación en ciencias puede adquirirse desde la infancia".
La prueba de esto no solo la encarnan Luz María y Andrés Mejía, sino la cantidad de egresados cuyas hojas de vida evidencian su desempeño en entidades como el Banco Mundial, la Universidad de California en Berkeley, la Orquesta Sinfónica de Colorado, el Grupo Nutresa y otras empresas en países como Alemania, Holanda, Australia, Estados Unidos, Colombia, entre otros.
El testigo lo tienen ahora los jóvenes investigadores de los semilleros que, como explica Daniel Cadena Marín, se enfocan hoy no solo en encontrar respuestas a sus propios cuestionamientos científicos sino también en acercar a las personas a temas de ciencia, tecnología y humanidades.
"La investigación es el futuro —concluye el estudiante—. Debemos aplicar todas las tecnologías que se desarrollan en hallar formas de ayudar a las personas. El enfoque debe ser educativo: incentivar a la gente a conocer para generarles una mejor calidad de vida".
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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