Ecosistema de Aprendizaje Activo en EAFIT
"En el contexto de los ambientes de aprendizaje, la arquitectura trasciende su dimensión espacial para convertirse en una herramienta pedagógica en sí misma. La manera como una institución aplica un sistema pedagógico, un método de enseñanza o un concepto de educación define aspectos esenciales del espacio, que definitivamente no se pueden concebir como un contenedor vacío".
-Giancarlo Mozzanti
En coherencia con el lema “Inspira, Crea y Transforma”, y con la visión y los principios rectores del Proyecto Educativo Institucional, en los que se manifiesta la búsqueda de la mejora de la experiencia de aprendizaje por medio del uso de tecnologías avanzadas y un modelo educativo centrado en el proceso de aprendizaje del estudiante; la Universidad EAFIT modifica su planta física, con el objetivo de consolidar un ecosistema de aprendizaje que incentive en los estudiantes un espíritu innovador, creativo, reflexivo, de trabajo colaborativo y autónomo, y, sobre todo, de aprendizaje activo.
Lo anterior, partiendo de la idea de que la infraestructura cumple un papel de gran importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, motivo por el que debería ser objeto de una planificación rigurosa que se enfoque en adaptar los espacios de acuerdo con opciones metodológicas encaminadas a promover, fundamentalmente, el aprendizaje activo.
Eso, sumado al hecho de que, actualmente, las instituciones y universidades se enfrentan a cambios cada vez más vertiginosos, en el que los espacios físicos y las nuevas tecnologías desempeñan un rol clave, impulsaron a la Universidad a transformar las aulas tradicionales, de manera que los profesores puedan implementar estrategias pedagógicas innovadoras para sus cursos y que sus estudiantes logren desarrollar prácticas de estudio novedosas que favorezcan su aprendizaje.
En ese sentido, a día de hoy, la Institución cuenta con espacios físicos (salones, laboratorios, sitios de reunión, zonas para la creación y el esparcimiento, etc.) orientados a incentivar metodologías didácticas, que favorezcan la puesta en práctica de los conocimientos abordados en el curso de las clases, talleres o semilleros; puesto que ese factor didáctico ayuda a definir la situación de enseñanza y aprendizaje, y permite crear un ambiente estimulante que fomente en los estudiantes la motivación, la comunicación, la interacción, el desarrollo de competencias y habilidades, y la consolidación de los saberes transmitidos en los espacios de formación.
Además, así como la infraestructura se convierte en un escenario que propicia la interacción, el diálogo, el intercambio de ideas, el desarrollo de actividades dinámicas y el empoderamiento de los estudiantes en sus procesos de aprendizaje; las herramientas tecnológicas (como los tableros digitales, proyectores, tabletas y dispositivos móviles incorporados por la universidad) también juegan un papel transformador en los procesos de enseñanza-aprendizaje que, a grandes rasgos, consiste en establecer un puente entre estudiantes, profesores y entornos digitales, para posibilitar la formación, creación e innovación en el marco universitario.
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