Los nanotubos de carbono son, hasta el momento, los materiales más fuertes conocidos por el ser humano. Se dice, incluso, que sus propiedades serían las ideales para construir, si fuera el caso, un ascensor espacial. Después de su descubrimiento, en 1991, la ciencia ha encontrado que al ser mezclados con polímeros se hacen más fuertes y pueden conducir electricidad.
Nanotubos de carbono y polímeros son los dos temas de investigación de John Alexander Zapata Hincapié, y su dedicación y hallazgos en este campo lo hicieron merecedor de la beca Perkin-Elmer Scholarship, un reconocimiento anual otorgado por la compañía Perkin Elmer Instrument, en asocio con la División de Polímeros Compuestos de la Sociedad de Ingenieros del Plástico.
El premio le fue otorgado el pasado marzo, en desarrollo de la Conferencia técnica para la industria del plástico (Antec), que se realizó en la ciudad de Orlando, Florida (Estados Unidos). Para este encuentro, el ingeniero de procesos eafitense entregó un resumen de 250 palabras sobre su investigación en el área de polímeros y que luego fue revisado por un grupo de representantes de la industria y un panel de expertos.
John Alexander sometió a evaluación la investigación que actualmente adelanta en sus estudios de doctorado en la Universidad de Oklahoma, y con la que busca introducir una nueva metodología para crear un puente entre diferentes polímeros a partir de nanotubos de carbono. Se trata, en palabras del egresado, de una opción de anclaje de materiales que, hasta el momento, solo ofrece soluciones parciales.
Justamente, los evaluadores destacaron que se trata de un proyecto pertinente, de relevancia investigativa, pionero en su tipo y que representa la posibilidad de crear nuevos materiales.
“Este premio es muy importante para mi carrera investigativa, porque es un reconocimiento al esfuerzo en un tema que me apasiona mucho. Adicionalmente, recibirlo en la Conferencia Antec, el evento más importante en el mundo de los polímeros y plásticos, fue un logro muy satisfactorio”, expresa el ingeniero.
La entrega de esta distinción se realiza en dos partes. El primer año, John Alexander recibirá un apoyo económico, una placa por parte de los organizadores y todos los gastos pagos para asistir al siguiente encuentro de Antec.
Igualmente, el ganador puede optar por un nuevo estímulo académico al segundo año, una vez la investigación descrita en su resumen, sea presentada como un artículo en la conferencia anual.
Becado durante toda su carrera académica
La pasión de John Alexander Zapata Hincapié por los biopolímeros nació justamente en EAFIT, cuando cursaba el sexto semestre de su pregrado en Ingeniería de Procesos y participó en la investigación del Grupo de Materiales de Ingeniería. Se trató de un interés profesional que, más tarde, le permitió realizar una pasantía de ocho meses en la Universidad Federal de Sao Carlos, en Brasil.
El egresado llegó a la Universidad gracias a una beca otorgada a los mejores puntajes en las entonces pruebas Icfes. Pero este no fue el único estímulo educativo que ha recibido en su recorrido académico, ya que afirma que uno de sus mayores orgullos es que toda su educación, desde la primaria hasta el doctorado, ha podido cursarla gracias a becas que reconocen su esfuerzo, dedicación y constancia.
En 2008 se decidió por esta Institución, y por el pregrado en Ingeniería de Procesos, con la visión de desarrollar su afinidad y habilidad en el campo de la química y las ciencias exactas. Su perfil siempre se perfiló hacia la investigación y lo ratificó con su paso por grupos como el de Diseño de Productos Químicos y Biotecnológicos, y el de Materiales.
Fue en dos ocasiones Joven Investigador de Colciencias, desde su época de estudiante ya había alcanzado la publicación de sus papers en inglés y portugués, y se graduó con la beca de Reconocimiento a la Investigación de EAFIT. Ahora, desde la distancia, mira con agrado el crecimiento de su alma mater y el posicionamiento de su carrera.
“Ser un eafitense me ayudó a ser una persona más integra, pues en la Institución no solo aprendí conocimientos específicos de mi carrera, sino también a desarrollarme como ser humano en otras áreas del saber. La Universidad me brindó una posibilidad única de realizarme como deportista, estudiante e investigador”, concluye.
Más premios y satisfacciones como ajedrecista
A los siete años su mamá le enseñó las reglas y jugadas del ajedrez y, a los 14, decidió llevar su interés por este deporte más allá. John Alexander combina su pasión por la investigación con sus movidas en el tablero, las mismas que lo han llevado a integrar las selecciones Antioquia y Colombia de esta disciplina, y a participar en torneos nacionales e internacionales. Incluso durante su estancia en Brasil representó a la Universidad Federal de Sao Carlos.
Recientemente, y junto al reconocimiento obtenido en la Conferencia Antec, este egresado se convirtió en el mejor jugador de ajedrez del estado de Oklahoma, con 10 de 12 torneos ganados, y venciendo a los mejores contrincantes de esta región.
“Integrar el ajedrez y la investigación no es nada fácil. Sin embargo, cuento con el apoyo del Departamento de Ingeniería Química y de mi orientador, que me otorgan flexibilidad para asistir a los torneos. Aunque muchas veces tengo que dejar de jugar debido a los exámenes o las clases, intento ir a los más importantes para seguir compitiendo con los mejores de Oklahoma y de Estados Unidos”, afirma.
En su futuro como ajedrecista, este ingeniero de procesos de EAFIT no descarta la posibilidad de convertirse en Maestro Internacional y, desde ya, tiene en la mira su participación en el Millonaire Open, uno de los certámenes más importantes en esta disciplina, celebrado en Las Vegas (Estados Unidos).