Como una feliz coincidencia. Así define Juan Pablo Valencia Heredia sus primeros acercamientos con la Fundación Nacional Batuta y que, años más tarde, le permitieron convertirse en el director nacional sinfónico de esta Institución.
Y es que a finales de 2013, este eafitense fue invitado por Batuta a desempeñarse como profesor de violonchelo y contrabajo en un proyecto musical en Quibdó (Chocó). Casualmente, se presentaron algunos inconvenientes con el director de la Orquesta Libre del Chocó y Juan Pablo, que se encontraba culminando su maestría en Dirección, asumió el liderazgo.
No solo el Presidente, la Primera Dama y algunos ministros que se encontraban presentes pudieron conocer el talento y profesionalismo del egresado, sino que la misma fundación lo invitó, meses más tarde, a presentarse a la convocatoria oficial para la dirección sinfónica. Un proceso en el que demostró ser el candidato indicado.
Ahora, la base de operaciones del músico, quien también se desempeña en la actualidad como violonchelo principal en la Orquesta Sinfónica EAFIT, se traslada a Bogotá para atender sus principales retos al frente de este cargo.
“Una de mis principales responsabilidades es el desarrollo artístico de la Orquesta Sinfónica Juvenil Metropolitana de Batuta, que es la punta de lanza de la Fundación y que en la actualidad cuenta con cerca de 100 jóvenes. Queremos realizar una programación y un trabajo constante con ellos”, expresa.
Igualmente, otra de sus prioridades son los 184 centros orquestales distribuidos en 95 municipios del país, las 44 orquestas sinfónicas, los 678 ensambles de iniciación musical y los 298 coros infantiles, que se convierten en epicentros para el mejoramiento de proyectos de vida a través de la música.
“Ese es otro de los frente de Batuta: poner empeño, exigencia y constancia en la música para generar transformación social”, sostiene Juan Pablo, quien, además, agrega que este cargo le permite encontrar un equilibrio entre lo administrativo y su vocación artística.
Según el egresado, el panorama de la música orquestal en Colombia ha ido progresando durante los últimos años, pero reconoce que los proyectos culturales son resultado de la paciencia, el compromiso y la convicción.
“Ahora hay un boom de orquesta juveniles e infantiles porque nos estamos dando cuenta de que la música es una herramienta que realmente funciona para la formación integral de las personas. Lo que sigue es fortalecer las orquesta profesionales para que aquellos que toman la decisión de seguir en el camino musical, tengan a donde llegar”, explica.
EAFIT, una segunda casa para el músico
Juan Pablo Valencia Heredia es egresado de la primera promoción de la Red de Escuelas de Música de Medellín, una iniciativa creada a finales de los noventas por la Fundación Amadeus y la Alcaldía de Medellín.
Tenía 12 años cuando descubrió que la música era a lo que quería dedicarse y, su posterior paso por la Red, su formación en EAFIT y su profesional lo confirman.
“Siempre me consideré un eterno estudiante y siento que eso me abrió muchos caminos. EAFIT me pareció la mejor opción en música por su calidad e importancia y quedarme aquí se convirtió en un reto. Comencé con una beca parcial y mi rendimiento y méritos académicos permitieron que, más adelante, fuera un auxilio completo”, recuerda el egresado, quien también cuenta con un posgrado en interpretación del Conservatorio Superior de Música de Salamanca.
La Institución, en sus palabras, se convirtió en una segunda casa donde pudo compartir y aprender de la mano de profesores y compañeros, lo que le dejó no solo conocimiento en el área de violonchelo, sino una amplia capacidad de relacionarse y comunicarse con los otros, de respetar y de llevar a todos lados la impronta eafitense.
Ese vínculo permanente es decisivo a la hora de pensar en oportunidades de trabajo conjunto entre la Universidad y la fundación que ahora lidera, con el propósito de construir espacios para el aprendizaje, el intercambio de experiencias y la gestión musical y cultural. “Sé que hay intenciones por parte de EAFIT y Batuta, ahora hay que concretarlas”, concluye.