Serge Haroche y David Wineland, quienes compartieron el premio Nobel de Física de 2012 por la manipulación y medidas de sistemas cuánticos individuales, estarán en Medellín el 18 y 19 de junio para hablar de la importancia de la luz como herramienta para conocer el universo en todas sus escalas.
Así lo explica Román Castañeda Sepúlveda, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia, miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, y presidente del Comité del Año Internacional de la Luz 2015, quien añade que las investigaciones de Haroche y Wineland confirmaron el cumplimiento de las leyes de la mecánica cuántica por átomos individuales en medio de ondas electromagnéticas de luz y microondas.
La visita de los nobeles hace parte de la celebración mundial del Año Internacional de la Luz y de las tecnologías basadas en la luz (IYL, en inglés), anunciada en 2013 por la Asamblea General de Naciones Unidas, por recomendación de la Unesco, y a la que se unieron cerca de 85 países, entre ellos Colombia.
En Antioquia, las jornadas del IYL se realizan desde marzo, y son organizadas por EAFIT, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), el Instituto Tecnológico Metropolitano, la Fundación Universitaria de Bellas Artes, el Parque Explora, el Planetario de Medellín, Ruta N, la Red Colombiana de Óptica, la Sociedad Antioqueña de Astronomía y el Institut Français Colombia.
Según Luciano Alberto Ángel Toro, decano de la Escuela de Ciencias de EAFIT, para la ciencia es importante esta celebración en la medida en que permite tomar conciencia de que el estudio de la luz y de las tecnologías asociadas solucionará muchos de los problemas tecnológicos actuales, además de apalancar diversos desarrollos en el futuro, con un gran impacto en temas de energía, desarrollo sostenible, comunicaciones y salud.
El rol de la luz como objeto de estudio científico y tecnológico a lo largo de la historia de la humanidad -indica el profesor Román- constituyó el argumento fundamental para que la Unesco propusiera a la Asamblea General de la ONU declarar el 2015 Año Internacional de la Luz, la celebración de una de las cimas más altas del conocimiento científico y tecnológico. "Nuestra participación en estas jornadas proyecta la región en el ámbito internacional en el campo de la ciencia y la tecnología de manera novedosa y, esperamos, que tenga efectos sostenibles en el tiempo", opina el docente.
Dos nobeles
El evento científico es relevante porque reúne en Medellín a dos galardonados con el Nobel, pero también propicia la visita de nueve investigadores reconocidos, entre ellos cuatro colombianos.
No obstante, aclara Román Castañeda Sepúlveda, la agenda de trabajo del grupo de invitados no se limita a la presentación de conferencias especializadas, también a charlas divulgativas en el programa Ciencia en bicicleta del Parque Explora, así como a visitas a diferentes instituciones y universidades, incluyendo el Instituto Jorge Robledo y Ruta N.
"De esta manera, los investigadores invitados tendrán un contacto de primera mano con la realidad académica, científica y de innovación en la ciudad, desde la escuela secundaria. Con esta dimensión de ciudad que le hemos dado al evento, esperamos mantener el interés colaborativo de los invitados en el desarrollo científico y de innovación de Medellín", afirma el profesor Castañeda.
El evento contribuye a la apropiación social del conocimiento porque tal como comenta Andrés Ruiz Acosta, jefe de programación académica y cultural del Parque Explora y el Planetario, toda la comunidad podrá acceder a los encuentros que se realizan en el contexto divulgativo.
Se trata de dos charlas que se realizarán en los auditorios del Parque Explora; la primera será con Serge Haroche, el 18 de junio, y la segunda con David Wineland, el 19 del mismo mes, ambas a las 6:30 de la tarde. Estas hacen parte de Ciencia en bicicleta, un ciclo de conferencias que incluye una producción televisiva, transmitida por los canales regionales y en directo, vía streaming.
En palabras de Román, lo más destacable de los invitados, es que los estudios que los hicieron merecedores del premio Nobel de Física en 2012 están encaminados a horizontes más amplios: el desarrollo de relojes atómicos de alta precisión y del computador cuántico, un sueño que se tiene desde hace varias décadas. Así mismo, mejoran la comprensión de fenómenos complejos, propios del micromundo, como los denominados gatos de Schrödinger.
"En una perspectiva personal es destacable la disposición de estos científicos para atender la invitación a nuestro evento, teniendo en cuenta las prioridades de sus agendas con grupos de países desarrollados", resalta el profesor.
En cuanto a la invitación a la comunidad, Ruiz Acosta señala que lo más importante es que aunque este tipo de encuentros suelen tener costos elevados, la comunidad podrá asistir de forma gratuita. A través del sitio web del Parque Explora se puede hacer la inscripción de hasta 100 personas, pero la recomendación es que los asistentes realicen la fila para asegurar la entrada al auditorio principal, cuya capacidad es de 300 personas, o al alterno, donde se dispondrá una pantalla para que otras 200 puedan ver las conferencias.
"Esperamos que la visita impulse mucho el interés por este tipo de ciencias, porque sus trabajos están relacionados con muchas áreas, desde la medicina hasta la astronomía, entonces la idea es que la gente de la ciudad pueda aprovechar bastante no solo la presencia de estos dos nobeles sino de todo el equipo de científicos que nos va a visitar, y poder acercarse a los conceptos de la mano de expertos", finaliza Andrés.
Impacto de la óptica y la fotónica en el siglo XXI
De acuerdo con Román Castañeda Sepúlveda, el siglo XX fue sui generis en el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
“Desde el siglo XIX se había demostrado la factibilidad de conducir luz a lo largo de elementos con propiedades ópticas específicas basada en la conducción de luz a lo largo de un chorro de agua. Ya en el siglo XX se refinó la conducción de luz a través de delgadas fibras ópticas que, junto con la codificación de información en haces de luz, condujo a la idea de reemplazar los canales de comunicación eléctrica por canales de comunicación óptica, lo que se hizo realidad antes de terminar el siglo XX”, refiere.
El profesor manifiesta que el conocimiento y desarrollo de componentes, dispositivos, instrumentos y redes dedicados a estas aplicaciones (y otras afines) de la luz se denomina fotónica, y va de la mano con el de los acoples entre estos elementos y los electrónicos, denominado optoelectrónica.
“La fotónica irrumpe en el siglo XXI con el ímpetu de reemplazar a la electrónica en su rol hegemónico de soporte de alta tecnología, principalmente en dos campos: las comunicaciones y la computación”.
Entre los aportes de la óptica menciona la bombilla eléctrica, primera fuente de luz no basada en el fuego, creada por el hombre; y dos líneas de desarrollo principales: los instrumentos formadores de imágenes, como los microscopios y los telescopios, y los instrumentos de medición óptica, como los espectrómetros y los interferómetros.
“El desarrollo de fuentes de luz más sofisticadas da lugar a los máser, los láser y, finalmente, los LED, una línea de desarrollo que, con seguridad, continuará sofisticándose durante el siglo XXI. Lo mismo está ocurriendo con los sistemas de formación de imágenes y los de medición óptica”, apunta.
Finalmente, plantea que las proporciones potenciales del impacto que prometen estos avances en la vida cotidiana son impresionantes, al abarcar campos tan disímiles como la salud -con el desarrollo de nanofármacos- y la moda -con el desarrollo de textiles nanoestructurados-.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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