Se trata de unas plantillas especiales que se adaptan a cualquier tipo de zapatos, cómodas, con un grosor de seis milímetros y un peso de 90 gramos. Podrían pasar por una prenda convencional sino fuera porque están diseñada para absorber la onda expansiva que producen las minas antipersona al ser pisadas.
Este desarrollo le mereció a su creador, Mauricio Betancur Muñoz, el premio al mejor innovador del país menor de 35 años, un reconocimiento en el que participó junto a otros 10 jóvenes colombianos, y que le fue entregado el 13 de mayo por el Instituto tecnológico de Massachusetts (MIT) y la publicación Technology Review.
“El requisito es que fuera una innovación que, además de ser un producto inventado y novedoso, pudiera llegar al mercado y tener un impacto en la sociedad”, explica Mauricio Betancur, ingeniero mecánico de EAFIT y gerente de la spin off universitaria Tecnologías Marte.
Según el eafitense, este invento, en el que trabajó también el profesor Edgar Alexander Ossa, del grupo de investigación Materiales de Ingeniería, permite detener hasta 50 gramos de alto explosivo, que es la cantidad que tiene una mina antipersonal convencional y, de esta manera, evitar o minimizar su efecto. El prototipo, al que llegaron después de un año y medio de diseños, contó también con el apoyo del Ejército Nacional.
“Investigamos en blindajes biomiméticos o bioinspirados, es decir, los que toman principios de la biología y de cómo funciona la naturaleza. Por ejemplo, la protección que usan los peces, reptiles y tortugas”, agrega el egresado.
Y es que en el caso de las plantillas, estas cuentan con una protección que se asemeja las escamas de un pez y están provistas de tejidos unidireccionales con una parte rígida entre estos pero que permiten la flexibilidad.
Igualmente, imitan el caparazón de una tortuga, compuestas por un material blando y otro rígido que les confieren dureza contra una carga impulsiva de una explosión, pero, a la vez, flexibilidad y capacidad de absorber impactos.
Aunque las plantillas todavía no se han puesto a prueba en el área de operaciones, manifiesta que con el apoyo de Ruta N, a través de los recursos del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (CT+i), que obtuvieron luego de ganar una convocatoria, pretenden optimizar la investigación e industrializar el producto.
“Vamos a hacer 100 pares de plantillas antiminas para enviarlos a las zonas más afectadas de la región, según lo determine la Gobernación de Antioquia. Estas estarán disponibles para 2016”, anuncia.
Innovación social
Para Mauricio, haber nacido en Rionegro, un municipio perteneciente al Oriente Antioqueño, la región más minada de Antioquia, así como al departamento más minado de Colombia, y al segundo país del mundo donde esta problemática es más profunda, le hizo tomar conciencia sobre el tema desde que era niño.
Por esta razón, en el pregrado empezó a investigar en sistemas robóticos para combatir las minas, y avanzó en la investigación y perfección de los diseños, hasta llegar a creación de la empresa Tecnologías Marte, de la mano de la Universidad.
Desde hace 14 años Mauricio Betancur trabaja en invenciones para combatir las minas antipersonal y la munición abandonada sin explotar. Así mismo, ha trabajado en sistemas de blindaje para la Fuerza Aérea Colombiana, en chalecos y trajes blindados y, en 2013, empezó la investigación formal para realizar las plantillas, aunque solo hasta 2014 se dio inicio a las pruebas.
Dentro de sus logros se incluyen dos patentes concedidas, tres en trámite y otras seis por radicar.
“Siempre tuve claro que EAFIT era la universidad en la que quería estudiar por la visión de empresario y no de un investigador que está en un laboratorio haciendo cosas que se quedan ahí. Es una institución que está hecha para tener un impacto en la sociedad y eso siempre me ha gustado”, opina Mauricio.