Parecía que el aguacero iba a ser largo este jueves 19 de marzo pero la lluvia cesó justo antes de las 10:00 a.m., apenas a tiempo para el inicio de la sexta edición del Trueque Literario, una actividad abierta a toda la comunidad que promueve el Centro Cultural Luis Echavarría Villegas de EAFIT.
El evento se hace desde 2010 con la intención de fomentar el hábito de la lectura. Y es que según la encuesta de percepción ciudadana, Medellín Cómo Vamos, en 2014, el número de libros leídos por persona fue de cinco, entre quienes dijeron leer, mientras que el promedio general, entre personas de 18 o más años, fue de casi dos libros leídos al año.
"Desde la primera edición los mismos usuarios, particularmente adultos mayores, nos solicitaron habilitar un espacio de trueque literario en la biblioteca, para intercambiar libros todo el año. Así lo hicimos y tenemos la llamada Esquina del Trueque, a la que asisten muchas personas", cuenta Juan Carlos Restrepo Aristizábal, comunicador del Centro Cultural de la Institución.
Juan Carlos agrega que "para EAFIT la lectura es muy importante. Por eso también tenemos el Premio de Narrativa Colombiana, que dirige Héctor Abad Faciolince y que este año cumplirá su segunda edición. También tenemos desde el año pasado el proyecto Audio Libro y estamos pensando además en otra actividad que se llama Libros Libres, que haremos detrás de la Biblioteca, para que se lleven los libros, los lean y los vuelvan a traer".
Personas de todas las edades, estratos y lugares de la ciudad visitan el Truque Literario. Una de las primeras en llegar este jueves 19 de marzo, primer día del evento, fue Nelly Gambica, ama de casa, madre y esposa, que deshoja sus días entre amenas lecturas y estimulantes pinturas.
"Yo disfruto mucho de estos espacios. Vengo todos los años a este trueque y trato de ir a todo evento literario que se haga en la ciudad", cuenta Nelly, que ya perdió la cuenta de los libros que ha leído.
"Yo trabajé muy poco, me dediqué a la familia y a mis gustos artísticos como la pintura, la decoración de muñecas y el bordado. Y claro, también me la paso leyendo, sobre todo novelas", dice.
El año pasado visitaron el Trueque Literario cerca de 700 personas. El primer día de esta edición, que culminará el viernes 20 de marzo a las 7:00 p.m., se presentaron cerca de 200 personas tan solo en horas de la mañana.
Los organizadores de la actividad pusieron 1.700 libros a disposición de los participantes, entre los cuales había varios títulos sugestivos como La pasión de Gobernar (Belisario Betancur), Volver para qué: crónicas del desarraigo, Secuestrada (Leszly Kalli), En torno a Cioran (M. L. Herrera), Oficios del goce, El mundo de afuera, Abogados y jueces dentro de la literatura universal y Crónicas de Indias, entre muchos otros.
21 editoriales aportaron libros al evento, incluyendo a Random House Mondadori, Planeta, Norma, Panamericana, Susaeta, Sílaba Editores y Tragaluz Editores. Además participan el Fondo Editorial y la Librería de EAFIT y la Biblioteca Luis Ángel Arango.
"La Universidad se ha convertido en un espacio para la lectura, definitivamente, y eso hace que cada vez uno la quiera y la valore más", señaló Gonzalo Sierra, asistente.
Para los organizadores, una de las cosas más importantes es que al evento no sólo asisten los estudiantes o funcionarios de la Institución, también personas de toda la ciudad, como lo certifica Juan Carlos Restrepo Aristizábal. "Vinieron 700 personas el año pasado, de las cuales el 50 por ciento fueron estudiantes de EAFIT, el 10 por ciento profesores y 40 por ciento personas que no tenían ningún vínculo con la Universidad y eso nos satisface mucho".
Los estudiantes de colegios también son activos en el Trueque, como lo demuestra Miguel Ángel Restrepo González, de 16 años, quien desde hace nueve años hace parte del programa Universidad de los Niños. Él, quien está a punto de graduarse del Iném José Félix de Restrepo, dice que quiere estudiar periodismo, porque le gusta escribir crónicas y reportajes.
"Me gustan estos espacios porque uno puede intercambiar y relacionarse con otras personas. Me voy feliz para la casa porque me llevo Guerra y Paz de Tolstoi, y un libro de crónicas periodísticas de los años 40", manifestó.
Como él, muchas otras personas han salido y entrado al Truque con una sonrisa de oreja a oreja, y todo gracias a los libros, esos cofres mágicos que guardan grandiosas historias, tan reales, aunque sean ficticias, que llegan a convertirse en parte de nuestras propias vidas.
"Uno es lo que lee y lo que come. Parte de lo que uno es se forma gracias a la experiencia de lo que ha vivido, y esas vivencias no siempre son empíricas, sino que se presentan a través de la lectura", dice, acertadamente, Miguel Ángel Restrepo González.
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