Expertos de diferentes países latinoamericanos se dan cita por estos días en EAFIT para aprender sobre "los vínculos existentes entre el comercio, la inversión, las finanzas y el desarrollo, en particular en el contexto de las negociaciones comerciales internacionales", según lo anunció Mukhisa Kituyi, secretario general de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
Los 22 diplomáticos se reúnen hasta el 31 de julio en EAFIT, donde se ofrece el Curso Regional sobre Cuestiones Fundamentales de la Agenda Económica Internacional, que organiza la Universidad con el apoyo de la Cancillería de Colombia, y que se enfoca en los aprendizajes para sobreponerse a las vulnerabilidades de las economías de América Latina y el Caribe.
En representación de EAFIT está Maria Alejandra Gonzalez-Perez, profesora de la Escuela de Administración, quien opina que más allá de las posibles consecuencias que el colapso del euro puede traer para América Latina y el Caribe, es importante analizar lo que esta situación puede significar para la región.
El colapso del euro, no obstante, no es el único desafío y según explica Widler Dorssaint, economista sénior de la Dirección de Estudios Económicos en el Ministerio de Economía y Finanzas de Haití, aunque las vulnerabilidades son casi comunes en todos los países del Caribe, para las naciones de Latinoamérica son un poco diferentes.
Ese país antillano, por ejemplo, tiene problemas de logística, pero según Dorssaint están procurando que el Gobierno aproveche las potencialidades que representan los más de mil kilómetros de costa y mar para guiar el desarrollo a través del comercio internacional.
La visión que tiene Lavaughn Pritchard, especialista sénior en relaciones internacionales en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Trinidad y Tobago, es que las debilidades se relacionan con que la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe son independientes en uno o más sectores, muchos tienen una deuda muy grande, a lo que se suma un tema bastante nuevo, que es el cambio climático, por lo que el desafío es ser capaces de competir con las naciones desarrolladas.
Julián Veiras, economista jefe de la Dirección Nacional de Estrategia de Inversiones y Comercio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cultura de Argentina, identifica otro reto que tienen actualmente los países emergentes. Se trata de superar un contexto internacional que es más desfavorable, en relación con los años previos, con la caída de los precios de las commodities y de la demanda importadora de ciertos socios comerciales.
"En el caso de Argentina, que tiene un mercado de 40 millones de personas con su socio comercial en Brasil, es importante fortalecer el mercado interno ante la caída del mercado externo, tratar de lograr mayor diversificación de las exportaciones. El mayor desafío se encuentra en el deterioro del frente externo y hay que trabajar mucho en el ámbito local para superarlo", añadió.
La visión que tiene desde México Esperanza Velasco Nuncio, subdirectora de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del país azteca, es que los países de la región se han ido integrando bilateralmente y uno de los grandes espacios que se tienen todavía es lograr una integración regional con miras a la diversificación productiva.
Y es que, en palabras Eric Cerpas Castillo, director de Política Comercial del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua, todos los países latinoamericanos compiten por los mismos flujos financieros y de inversión extranjera, por lo que cuando ocurren eventos como la desaceleración de la economía en China, la crisis en Grecia y la ocurrida recientemente en Portugal y España, además de la posible ruptura del bloque de la Eurozona, podría haber algún problema en la región.
Adicionalmente, señaló que buscar una mayor conexión con otras zonas obliga a los países a mejorar el tema relacionado con la logística del comercio exterior que, aunque es la principal fuente de divisas de las economías, es muy lejano que como región se llegue a establecer un centro internacional de logística para carga y pasajeros como se ha hecho en otras zonas del mundo.
Compartir conocimiento
Los asistentes al curso de la Unctad coinciden en que han tenido la posibilidad de conocer cuáles son las acciones que se toman en otros países frente a retos similares. Lavaughn Pritchard, por ejemplo, cree que el programa le ha abierto los ojos "sobre varias iniciativas que se hacen hoy en el mundo y los efectos que estas tendrían sobre los países de Latinoamérica y el Caribe, más específicamente los que hacen parte de la Comunidad del Caribe (Caricom)".
El enfoque de Unctad también es muy positivo para Eric Cerpas Castillo porque aborda las políticas públicas -no solo las que son estrictamente de índole comercial- y cómo estas podrían complementar las políticas comerciales y hacer que estas iniciativas de desarrollo y apertura comercial sean más eficientes y, sobre todo, más efectivas.
Por ejemplo, en el caso de México, Esperanza Velasco Nuncio dijo que este curso representa una muy buena base de asistencia técnica, a partir de las experiencias de las demás economías, sobre todo las caribeñas, para detectar espacios de política pública en los que todavía puede haber una intervención mayor.
"A diferencia de estos países pequeños, en tamaño, México tiene una gran extensión pero está dividido en entidades federativas que pudieran perfectamente replicar algunos modelos de política que se aplican en estados más pequeños. Entonces creo que la posibilidad que brinda Unctad de interactuar y conocer otras perspectivas y formas de tomar decisiones es muy muy positiva", apuntó.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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