Con esta innovación en biotecnología la empresa Progal BT, creada por emprendedores de EAFIT, desarrollaron el producto Ganogen, un aditamento nutritivo con el que enriquecen alimentos y bebidas batidas como el yogur.
Durante doce semanas investigadores de Progal BT -especializados en el desarrollo, producción y comercialización de complementos alimentarios elaborados a partir de hongos medicinales y alimenticios- desarrollaron, de la mano de la Federación Gremial De Trabajadores De La Salud (Fedsalud), un estudio clínico con 167 niños, quienes bebieron el yogur enriquecido con betaglucanos.
Con esta prueba se pretendía evaluar el efecto durante su consumo, el impacto epidemiológico sobre enfermedades infecciosas e impedir que los niños tuvieran infecciones repetitivas y cada vez más frecuentes. Los resultados de las investigaciones al respecto fueron presentados este martes 12 de julio en EAFIT.
"Este proyecto es una síntesis de lo que pretendemos que sea hoy la Universidad, integralmente unida con la sociedad. Como educador un tema que me preocupa es la infancia. En el partidor de la vida hay niños en Colombia que empiezan perdiendo, hay niños que su desarrollo cerebral no será igual al de otros que partieron en el mismo momento y ahí se genera toda la inequidad. Por eso, un proyecto como éste, que no solo garantice salud sino un desarrollo permanente, es un proyecto de equidad", señaló Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT.
La muestra clínica, realizada en dos grupos aleatorios de niños: unos que consumieron el yogur enriquecido con betaglucanos, y otros que lo hicieron tipo placebo, es decir, sin el aditamento, mostró como el producto aumentaba las defensas en el organismo y fortalecía el sistema inmunológico de los escolares que consumieron el producto enriquecido.
"Trabajamos en la población del barrio Santa Cruz, en el nororiente de la ciudad. En esta población de bajos ingresos económicos está ubicado el jardín infantil Lucía Jaramillo, que brinda atención y cuidado a los niños del sector. En este centro infantil se hizo el seguimiento del consumo y se evaluó, antes y después de la intervención, cuál fue el efecto inmunológico que se presentó", explicó el inmunólogo Edwin Higuita David, vinculado a la U.deA. e investigador principal del proyecto.
Las cualidades curativas del hongo Ganoderma Lucidum son conocidas desde la antigüedad y en varias regiones, particularmente en China donde está su origen y era llamado "el cáliz de la vida". Este hongo comenzó a ser reconocido en todo el mundo por potencializar la capacidad de defensa del sistema inmune y el tratamiento de diferentes enfermedades.
Actualmente, su uso cuenta con el soporte científico de países como Estados Unidos. Según estudios realizados, los efectos de su consumo no solo fortalecen el sistema inmune, si no que aumentan la capacidad del cuerpo contra virus y bacterias, previene la aparición de células cancerígenas y disminuye todo tipo de alergias.
"Desde el comienzo en EAFIT, la idea era poder innovar y desarrollar un proceso que nos permitiera obtener el betaglucano del hongo de una forma mucho más optimizada, en menor tiempo, con menores costos y un proceso más estandarizado, y así poder obtener el compuesto en mayor cantidad. Con este desarrollo biotecnológico pudimos obtener un compuesto que permite aplicar el ingrediente en cualquier tipo de matriz alimenticia; el producto no altera el sabor, ni el olor, ni la textura", manifestó Sergio Urrego, director ejecutivo de Progal BT.
La obtención del hongo, para la preparación del yogur enriquecido, se realiza a partir de la multiplicación celular en cultivos sumergidos y, por medio de procesos biotecnológicos, se reproduce el microorganismo extraído del Ganoderma Lucidum. Los betaglucanos extraídos del hongo, que también pueden ser obtenidos de distintos organismos como algas, bacterias y levaduras, son polisacáridos derivados de cereales como la avena y la cebada. A su vez, los productos lácteos son una de las principales matrices utilizadas para el diseño de alimentos funcionales.
"Lo más importante de esta innovación es sacar un producto que va a garantizar una buena alimentación a la niñez, que está dentro de unas buenas prácticas clínicas, apoyado por el sector de la alimentación y de la investigación en salud. Recordemos que en la primera etapa de la vida el niño comienza a desarrollar su cerebro, entonces esa alimentación y nutrición adecuada le permiten que posteriormente puedan educarse", señaló Mauricio Echeverry Diez, presidente de Fedesalud.
Por su parte, Federico Pérez, jefe de mercadeo de Colanta, destacó este emprendimiento como un gran aporte social. "Una innovación como esta ayuda a resolver un asunto de salud cotidiano. En la industria alimenticia la puedes aplicar de manera práctica. Ahora que se habla tanto de los alimentos funcionales me parece que esta innovación puede aplicarse de una manera amplia en alimentos como las bebidas".
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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