La manera en la que se comunican las personas hoy, la forma en la que interconecta el mundo, la confirmación de la innovación y el emprendimiento como un mandato del sector empresarial y los cambios sociales que supondría para Colombia un escenario de paz plantean un futuro en el que la educación superior debe preguntarse cómo ofrecer una formación para el futuro. Frente a esa cuestión, directivos de EAFIT comparten su visión sobre la respuesta que está dando y que debería dar la academia.
En el ámbito nacional, una de las preguntas que podría plantearse tiene que ver con respecto al campo de acción de las ciencias sociales, teniendo presente el objeto de estudio del que se han ocupado tradicionalmente en un país en constante conflicto. Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad, considera que uno de los retos de este campo es el de aportar al fortalecimiento institucional, “que significa crear una burocracia bien formada académicamente en las regiones, en la periferia, y eso tiene que ver con formación de, por ejemplo, maestros, administradores públicos, jueces e inspectores”.
En el reporte del Banco Mundial de 2015 hay otras luces sobre el futuro de las ciencias sociales. En el prólogo del documento, titulado Informe sobre el desarrollo mundial 2015: Mente, sociedad y conducta, Jim Yong Kim, presidente de ese organismo, señala que “las investigaciones de los últimos tiempos nos han permitido conocer mejor las influencias psicológicas, sociales y culturales a que están sujetas la toma de decisiones y la conducta de los seres humanos, y han demostrado que dichas influencias tienen un impacto significativo en los resultados en términos de desarrollo”.
Con respecto a ese punto, el Decano manifiesta que la universidad está explorando cómo puede ayudar la academia al cambio mental de la gente, a la construcción de valores y a una reinterpretación cultural que permitan una transformación social en pro del desarrollo. En ese aspecto otro tema que se destaca es el de la necesidad de robustecer las capacidades ciudadanas, lo que tiene que ver con la formación de liderazgos sociales y culturales dando, nuevamente, relevancia a las regiones.
En el alcance que tiene la educación en los territorios periféricos de Colombia, Jorge Giraldo considera que se han logrado avances importantes si se considera que ahora llega a zonas en las que ni siquiera había educación secundaria, y en relación con la virtualidad cree que se deben mejorar los dispositivos didácticos y la conectividad, pero también la infraestructura para crear policentrismos en todo el país.
En esa correlación entre la virtualidad y la espacialidad, Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, valora el papel que juegan los campus universitarios en el proceso de socialización, en la formación de ciudadanos en convivencia, en vivir juntos, porque si bien “la educación en línea, a distancia, tiene muchos efectos pedagógicos, no contribuye a crear comunidad, cohesión social”.
Cualidades para la gestión
En Colombia la cultura puede ser un plus para la creación de empresas y productos, lo mismo que puede ocurrir con la biodiversidad. Pero ¿la educación de hoy está formando para aprovechar esas ventajas? La opinión de Manuel Acevedo Jaramillo, decano de la Escuela de Administración, es que hay una transición en la que el modelo y las asignaturas tradicionales están cumpliendo un ciclo.
No obstante, aclara Manuel, lo anterior no quiere decir que se debe refundar el aparato educativo, sino aprender a evolucionar en tres dimensiones desde las que ya se está trabajando en la Escuela. Una de estas es la de fortificar las dinámicas de aprendizaje experiencial, es decir, hacer que la práctica llegue al aula de clase, sin que siempre se tenga que enviar al estudiante a la empresa. En esa tarea el Decano destaca la labor que cumple en EAFIT Proyecto 50, una propuesta que nació en 2010 en la Universidad para potenciar las competencias de los docentes a través de la innovación en los procesos de enseñanza, aprendizaje e investigación creativa con el uso de TIC.
Relacionado también con la necesidad de fortalecer las regiones, en esa dependencia académica un segundo frente es el de ayudar a los universitarios a conocer el país que deben gestionar. “Sentimos que los referentes tradicionales se han quedado cortos y son a los que se remiten los estudiantes porque son los que conocen. Tenemos que hablarles del país que no conocen, de la biodiversidad que todavía no gestionan, de las diferencias culturales como fuentes de generación de valor; lo que han sabido aprovechar las industrias culturales y creativas. En esa medida los productos colombianos podrán ser valiosos para el mercado, en la medida en la que reconozcan la diversidad del país”.
En el área de la Administración también es necesaria la intercepción con las tecnologías en la gestión de las organizaciones y ese es el tercer campo de acción al que le está apuntando la Escuela de Administración. Pero esta no es la única dependencia de la Institución que tiene está involucrada en esa tarea. Desde Innovacampus, un programa creado en 2013 por Ruta N para robustecer la capacidad innovadora del sistema de educación superior de la ciudad, EAFIT busca continuar con su tradición de mantener una armonía entre su Plan Estratégico de Desarrollo y las necesidades de su entorno.
Innovacampus -en el que además de Administración también participa la Escuela de Ingeniería- convoca a instituciones de la ciudad para que creen propuestas innovadoras que enriquezcan los planes de desarrollo de cada universidad y repensar la academia como el pilar principal de transformación del entorno. Gabriel Jaime Arango Velásquez, director de Docencia de la Universidad, explica que la Universidad respondió a esa convocatoria que implica la formación de cerca de 20 personas que trabajan “en esa formación y lo hemos estado haciendo con mucho interés y entusiasmo, fortaleciendo la cultura de la información y pensando cómo innovar en EAFIT frente a las necesidades que hemos detectado en el país y en la región”.
Como parte de esa labor el próximo mes se presentarán propuestas que van desde nuevos programas de pregrado y posgrado hasta la creación de un centro de excelencia educativa. Adriana Pérez Pérez, experta en Gerencia en Innovación organizacional de Ruta N, expresa que “estamos replanteándole, a diferentes públicos de la Universidad, la pregunta sobre qué entienden por innovación, cuál es su definición propia y en un par de meses conoceremos el portafolio de proyectos que desarrollaron el grupo de gestores e innovadores de cada institución para evaluar su implementación en la academia”.
Que se plantee un centro de excelencia da luces sobre la respuesta a la cuestión de si en el futuro la universidad seguirá teniendo muros, si seguirán existiendo los campus universitarios. Lo que vislumbra el rector Juan Luis es un “campus bimodal, en donde si bien existirá un espacio geográfico determinado, ese será enriquecido por las nuevas tecnologías y permitirá conectar y dialogar con el resto del mundo. Los campus seguirán siendo muy importantes en un país como Colombia”.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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