El posible incremento de las lluvias en Colombia por cuenta de La Niña, la fase fría de un fenómeno climatológico mayor, cuya etapa cálida es El Niño, tiene en vilo a autoridades ambientales y comunidades en Antioquia, a pesar del último informe del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad, en el que se redujo al 48 por ciento la probabilidad de ocurrencia del mismo en el país.
Y es que cuando ya se acerca el último trimestre, momento en el que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) señaló el posible inicio del evento, los números aún muestran normalidad en Medellín, con 168 centímetros cúbicos de precipitación y 18 días de lluvia en lo que va de septiembre, cifras acordes con el promedio mensual de 181,8 centímetros cúbicos y 22 días de lluvia.
Que las precipitaciones se intensifiquen a principios de 2017, como advierte Omar Franco Torres, director del Ideam, se relaciona no solo con el enfriamiento de la parte ecuatorial de la Tierra, debido a los vientos alisios, sino también con la contaminación generada por los procesos de combustión de las actividades humanas, que aportan dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y otros gases de efecto invernadero con capacidad de modificar el balance de radiación. Esta última se queda en la atmósfera y afecta los fenómenos meteorológicos.
Así lo explica Alejandro Álvarez Vanegas, profesor de Ingeniería de Procesos y coordinador del Núcleo de Formación Institucional en Cultura Ambiental de EAFIT, para quien "esos contaminantes intensifican los patrones de lluvia y sequía. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) informó que, en 2016, se rompieron cinco récords en niveles de concentración de carbono en la atmósfera; aumento de la temperatura en la superficie; incremento de la temperatura de los océanos; nivel del mar, y afectación a los fenómenos de lluvia y sequía".
El experto afirma que La Niña, fenómeno que depende de cambios de temperatura y corrientes de viento, se ven intensificados por el cambio climático y el uso indiscriminado de combustibles fósiles, así como también por la deforestación producida por las prácticas de la industria ganadera.
En palabras de Alejandro, "los errores en temas de cambio climático se pueden cometer al generar muchas emisiones o al destruir los ecosistemas capaces de capturar esas emisiones. Sin embargo, Colombia no es un enorme generador de emisiones, porque no tenemos una industria muy desarrollada, pero sí tenemos un asunto muy grave de deforestación, lo que debilita los ecosistemas que podrían equilibrar y hacer frente al cambio climático".
Medidas que se proponen
Uno de los más afectados por las malas prácticas industriales y de producción en Colombia, especialmente a nivel de ganadería, ha sido el río Magdalena, el principal cuerpo hídrico del país, al punto que, según Juan Darío Restrepo Ángel, docente del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad, se ha perdido un alto porcentaje de las ciénagas, fundamentales para regular los ciclos de vida de muchos ecosistemas fluviales y terrestres.
En el caso de Antioquia, la posibilidad de afectación a los recursos hídricos y a las comunidades aledañas a ríos y quebradas, especialmente en el Oriente del departamento, hizo que Corantioquia destinara 21.000 millones de pesos para limpieza de quebradas y caños, sistemas de alerta temprana, estaciones de medición de fuentes hídricas, y otros proyectos de prevención del riesgo.
Alejandro Álvarez considera, no obstante, que aunque las administraciones municipal y regional -así como el sector industrial- están haciendo esfuerzos para reducir los factores que causan el calentamiento global y enfrentar sus consecuencias, hace falta materializar iniciativas más efectivas e inmediatas, pues la calidad del aire en Medellín exige medidas drásticas.
"Pero este no es un asunto solo de los gobiernos y las empresas sino de todos, y a las personas nos hacen falta muchos cambios de hábitos, porque no podemos esperar a que la Alcaldía o el Área Metropolitana nos estén mostrando el camino, que ya está más o menos trazado. Es un asunto de corresponsabilidad, debemos tener voluntad de cambiar nuestro estilo de vida", concluyó Alejandro.
Mayores informes
Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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