Utópica EAFIT extiende sus fronteras. La spin off de EAFIT, que desarrolla soluciones habitacionales flotantes para inundaciones aluviales, fue reconocida como una de las tres buenas prácticas en Colombia por su adaptación al cambio climático y despertó interés de organizaciones del sudeste asiático por el impacto ambiental aplicable a ese territorio.
La Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC-Colombia) y la organización Procasur le entregaron una mención a Utópica por el proyecto de Aulas Flotantes en el corregimiento de Sempegua (Chimichagua, Cesar), que ayuda a que los jóvenes puedan asistir a sus jornadas escolares sin poner en riesgo su integridad, debido a las múltiples inundaciones características de esa zona.
Este proyecto de tecnología anfibia llamó la atención de Indonesia, Vietnam, Tailandia, Malasia, Filipinas y Mongolia, vinculados a la ruta de aprendizaje llamada Buenas Prácticas Locales y Comunitarias en Gestión Integral del Riesgo como medidas de adaptación al cambio climático, un programa de la Apci y Procasur que hace parte de las actividades de cooperación entre Colombia y las naciones de esta región de Asia para concretar alianzas específicas y ayuda bilateral.
Lina Marcela Cataño Bedoya, cofundadora de Utópica, explica que la visita de delegados de estos países se dio gracias al interés particular de transferencia de conocimiento en Colombia que puede satisfacer las necesidades tecnológicas y de prevención de desastres en sus territorios, algo que, precisamente, Utópica EAFIT hace en el campo de adaptación al cambio climático.
La visita de delegados de países del sudeste asiático, la Apci y Procasur se realizó entre el 22 y 28 de octubre, en desarrollo de la ruta del aprendizaje que busca poner a disposición de estos aliados el conocimiento, las capacidades, las metodologías y las herramientas que permitan a estas naciones implementar soluciones de adaptación al cambio climático en sus comunidades, una de las regiones del mundo con mayor índice de inundaciones y territorios afectados por las fuertes temporadas de lluvias.
La intención con el proyecto de Aulas Flotantes en el corregimiento de Sempegua “nació como un modelo piloto que pudiese aportar soluciones más económicas a las que se hacen en otros países, con el propósito de suplir necesidades de vivienda a comunidades de bajos recursos económicos y vulnerables al cambio climático”, agrega Lina.
Entre los criterios más importantes que la ruta de aprendizaje destacó del proyecto de Aulas Flotantes de Utópica EAFIT se encuentra la pertinencia y aporte a la Escuela Nuestra Señora del Carmen que debía suspender clases, inclusive por cuatro meses, debido a las inundaciones. También por ser pionero en su tipo en Latinoamérica y contar con sistemas auto-sostenibles para la recolección de agua lluvia y pozos sépticos integrados.
Es una idea, además, adaptable a cualquier lugar en donde haya inundaciones aluviales permanentes y vincula a las comunidades como gestores de cambio, entre otros atributos y criterios relevantes del proyecto, explica Andrés Walker Uribe, cofundador de Utópica EAFIT.
La tecnología anfibia que desarrolló la spin off está en proceso de patente y, en el caso de Sempegua, “con un alcance social muy especial que benefició a una comunidad que lo necesitaba con urgencia y que llamó la atención de los países del sudeste asiático por su aplicabilidad”, expresa Andrés.
Para Adriana García Grasso, directora de Innovación EAFIT, esta mención destaca un esfuerzo merecido con proyectos que aportan a la sociedad y son innovadores en su género. “La necesidad de aportar a problemas críticos y reales para la sociedad son la razón de ser de estas ideas, además de fortalecer propuestas emprendedoras con un impacto social”, complementa el eafitense.
Ahora, Utópica-EAFIT espera avanzar en la etapa de investigación para el escalamiento industrial de la tecnología y lograr plataformas prefabricadas para construir poblados flotantes, además de dar a conocer el proyecto a otros países y clientes internacionales.
La idea de los fundadores de Utópica es llegar a otros países que, como ocurre en Colombia o el sudeste asiático, sufren de temporadas de lluvia fuertes y que requieren no solo la construcción de hábitats o casas flotantes, sino un planteamiento u otro tipo de solución que sirva a las comunidades en las temporadas invernales y mitigue múltiples problemas que surgen a raíz de esas situaciones.
Aportes de las Aulas Flotantes
Es una medida de infraestructura orientada a enfrentar las inundaciones aluviales que se empleó en la Escuela Nuestra Señora del Carmen, ubicada en el corregimiento Sempegua, del municipio de Chimichagua en Cesar, una zona de riesgo mitigable que colinda con la ciénaga de Zapatosa, lugar al que llegan las aguas de los ríos Cesar y Magdalena.
Cuando se desbordan, estos ríos ocasionan que la ciénaga se convierta en una isla a la que solo se puede llegar por medio de transporte fluvial y que afecta, aproximadamente, a 60 niños que deben acudir al sector diariamente para cumplir con su jornada escolar.
Su estructura autosostenible se basa en sistemas de flotación, construcción y anclaje que mantienen a la plataforma fija en un solo lugar, lo que permite que las tres aulas que la componen pasen de terrenos secos a condiciones de inundación (más de 60 centímetros) de forma estable y lenta sin que haya interrupción de las actividades escolares.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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