Una nube gris llegó con el amanecer de Medellín hace algunas semanas. Muchos pensaron que iba a hacer frío, que iba a llover, pero no. Durante ese primer día y los que siguieron la niebla seguía firme en el cielo de la ciudad, opacando las montañas del inmenso Valle de Aburrá.
¡Es contaminación!, y si bien las administraciones locales ya ha tomado algunas medidas para mitigar este fenómeno, EAFIT se une a la iniciativa e invita a toda su comunidad para que una esfuerzos y contribuya al mejoramiento del aire de la ciudad.
Por eso, con motivo de la campaña Gestos amables con el planeta, que viene implementando la Rectoría de la Universidad en conjunto con el Departamento de Comunicación desde hace algunas semanas, se presenta ahora el reto del aire, una iniciativa que propone algunas recomendaciones. Días atrás los eafitenses vivieron los retos de la energía, del cuidado y del agua.
“A este fenómeno se suman otras contingencias como la probabilidad de tener un apagón o los daños que tuvo la central hidroeléctrica de Guatapé, por eso es un momento de reflexión no solo del Estado, sino también de los ciudadanos para que cambiemos comportamientos, porque los recursos naturales no son infinitos y las acciones del hombre pueden generar su propia destrucción”, dice Juan Luis Mejía Arango, rector de la Institución.
Y agrega: “Por eso hemos encarado estas dos situaciones desde la reflexión y desde la profunda convicción de que nuestras acciones tiene un impacto en el medio ambiente y la naturaleza”.
Pero… ¿por qué hay contaminación?
El Fenómeno de El Niño trajo a la ciudad un periodo de larga sequía y la ausencia de la lluvia hizo que el aire y las partículas no se limpiaran. “Hubo una inversión térmica. Se estacionó una nube de polvo de la misma contaminación que hace que los rayos del sol reboten. Así, el suelo no se calienta y no sube el aire, por eso no hay disipación de las partículas contaminantes”, explica José Fernando Duque Trujillo, jefe del pregrado en Geología.
Además, dice el docente, han llegado arenas del desierto del Sahara y al ser el Valle de Aburrá tan cerrado se dificulta está situación. “Otra de las razones es que la ciudad tiene un gran número de carros y además hay un uso desmedido de este recurso por lo que todo el tiempo se está aportando polvo a la atmósfera”, indica el profesor.
Sin embargo, durante la Semana Santa y en el Día sin Carro del pasado fin de semana hubo una mejora en la calidad del aire, aunque dicen las autoridades municipales que la emergencia continúa y solicita la colaboración de todos los ciudadanos.
Todos a unirse al reto
Las recomendaciones comienzan con un buen tip: utilizar el sistema de transporte público como el Sistema Metro, los buses cuyas rutas llegan hasta el campus y los taxis.
Pero quienes tienen carro particular podrán apoyar esta medida compartiéndolo con otras personas que vayan en la misma ruta y disminuir al máximo los recorridos diarios. Esto, además de propiciar momentos de agradables conversaciones con los compañeros, se convierte en una manera de contribuir con la calidad del aire.
Por último, la sugerencia es evitar hacer actividades deportivas en horas de la mañana, pues es el momento en donde se podrían adquirir enfermedades respiratorias.
“Hace un buen tiempo tenemos parámetros científicos de muy alta calidad que nos informan de manera pertinente las condiciones del medio ambiente y hay que empezar a hacer uso de estos. De hecho, la primera parte de los cambios debe ser aprender a leer esa información que se emite de manera permanente en tiempo real”, señala el Rector.
Así, la invitación es también a consultar los índices ambientales a través de los sitios web del Área Metropolitana o del Sistema de Alerta Temprana (Siata) en
www.metropol.gov.co o
www.siata.gov.co. Así mismo, en las pantallas de la Universidad, las redes sociales y el Portal Web Institucional tendrán esta información para que la comunidad tome acciones que le permitan proteger su salud y contribuyan al impacto ambiental.
Además, este miércoles 6 de abril, a las 11:0 a.m., en el auditorio 103 del bloque 38, la comunidad eafitense está invitada a participar en el evento ¿Qué respira la gente en el Valle de Aburrá?, a cargo de Carlos David Hoyos Ortiz, director del Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá.
“Se requiere pensar como sociedad en pleno para tomar decisiones que les garantice a las próximas generaciones convivir en un lugar limpio y apto para su desarrollo físico, social y mental. No podemos ser inferiores a este reto que hoy nos plantea el medio ambiente. Al contrario, se tiene la oportunidad de asumirlo con audacia e innovación”, concluye el directivo en el comunicado que envío a los eafitenses.