En la región de Galicia (España) un diminuto insecto invasor se está propagando por los cultivos de patatas. Son 31 municipios que, analizados por las autoridades agrícolas de la comunidad gallega, se han declarado en alerta por la presencia de la polilla guatemalteca (Tecia solanivara Polovny), un lepidóptero huésped exclusivo del tubérculo de la papa, al que Diego Fernando Villanueva Mejía, jefe del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT (Escuela de Ciencias), le ha dedicado parte de sus tareas investigativas.
Entre los distintos bichos que atacan este cultivo, la plaga originaria de plantaciones centroamericanas es de las más peligrosas para el tubérculo, por su rápida reproducción. La polilla se detectó desde hace más de 70 años en América Latina y en 1999 se conoció en Islas Canarias (España), siendo el único lugar en Europa donde se ha reportado su presencia y desde donde se presume ha llegado el contagio a Galicia.
Este bicho de color marrón, que no mide más de 13 milímetros, es precisamente materia de estudio de Diego Fernando, que ha hecho investigaciones sobre la diferenciación genética de la polilla guatemalteca y su poder invasivo, cuyos hallazgos hoy son tomadas como referencia por autoridades y especialistas agrícolas de Galicia quienes buscan erradicar la plaga de sus plantaciones.
“La información que existía era muy poca, unos vacíos científicos enormes. Empezamos a abordar las soluciones para controlarla. Conocer cómo se distribuye, qué tanto influye su temperatura en el ciclo de vida y predecir el daño de las plagas en el cultivo y, desde la genética, ver qué tanto se parece a esas poblaciones que vienen de Centroamérica para darnos cuenta de su poder invasivo. Las investigaciones nos han llevado a ser referentes en el tema y ahora con el problema de esta plaga en un país diferente, obviamente se alarman y nos encuentran como posibles asesores para darle manejo”, cuenta el investigador.
Diego Fernando es biólogo y doctor en Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia. Desde hace cinco años se desempeña como docente en EAFIT, donde comparte su experiencia en biología molecular aplicada a plantas, bacterias e insectos, campo de investigación en que ha realizado varias publicaciones científicas.
En más de 10 años de investigaciones, sus estudios sobre la polilla guatemalteca los ha desarrollado con los grupos de biotecnología vegetal de la Universidad Nacional Sede Medellín y de la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB), junto a científicos como Rafael Arango Isaza y Clara Saldamando Benjumea.
“La papa es un cultivo muy tradicional, nosotros lo abordamos desde la CIB en el año 2010, desde que el profesor Rafael Arango decidió empezar una línea de investigación en el tema. Es un esfuerzo de muchos años, en los que hemos tratando de entender ese insecto, todo lo que hace y los daños que ocasiona en un cultivo tan importante para el país y el mundo”, afirma.
Referencia en Latinoamérica
En Colombia los métodos de control de la polilla guatemalteca han sido insuficientes, a pesar de los avances en investigación biotecnológica. El profesor Diego Villanueva advierte que en los cultivos de papa donde se presentó la plaga, la pérdida fue entre el 25 y el 50 por ciento de la cosecha. Incluso, en muchos cultivos, la pérdida fue total.
“Es un insecto que cuando está en estado adulto es muy lento, de hecho casi no se mueve. Nosotros hemos hecho pruebas y realmente las distancias que puede recorrer este insecto es poco. Pero lo que ha facilitado su dispersión es, precisamente, el tubérculo. Cuando hay movimientos transfronterizos de comercialización de semilla, por ejemplo. Si hay tubérculos infectados con larvas, esto facilita que la plaga se vaya moviendo entre países. Y ahora entre continentes”, señala el investigador.
Ante este fenómeno las autoridades españolas han decretado medidas para combatir la plaga y evitar su propagación en las regiones vecinas. Una ley aprobada recientemente sanciona a quien cultive o produzca patatas en los 31 municipios infestados.
“La plaga se controla muy puntualmente con químicos, una alta dosis que en su mayoría son tóxicos y acarrean problemas asociados a la salud humana. No es solo el problema de la plaga en lo económico, sino también el mal manejo que se le ha dado, por la falta de entendimiento y control del insecto”, expresa el experto.
Actualmente, los estudios de este biólogo de EAFIT son consultados por los productores agrícolas gallegos para el control del insecto. Diego Fernando Villanueva continúa sus investigaciones sobre la polilla guatemalteca, en busca de una proteína tóxica que combata la plaga por medio de la modificación genética del tubérculo.
“La investigación está en proceso, hemos llegado a un punto muy avanzado, somos referentes latinoamericanos sobre este desarrollo, pero hace falta un poco más”, sostiene el investigador.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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