La Universidad tiene ya 23 patentes. Sí, es que en los últimos días fueron otorgados dos más: una por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio, y otra por la Oficina de Patentes y Marcas en Estados Unidos.
Las dos, aunque son desarrollos que mejoran los procesos de dos industrias distintas, sin duda son muestra del compromiso y propósito decidido de EAFIT por hacer aportes de valor a su entorno.
La salud, foco de las nuevas creaciones
Un aparato milimétrico que viaja por los vasos sanguíneos hasta el cerebro para reparar los daños que causa el aneurisma cerebral es el dispositivo médico creado por ingenieros biológicos de EAFIT y expertos neurocirujanos de la Universidad de Antioquia, quienes unieron sus conocimientos en investigación científica para desarrollar, por primera vez en Colombia, este mecanismo que sirve para tratar pacientes con lesiones causadas por esta enfermedad.
Por esto, la Superintendencia de Industria y Comercio otorgó patente de invención al Dispositivo restrictor de flujo en aneurismas cerebrales y conjunto posicionador-liberador del dispositivo.
Y es que la Universidad de Antioquia y el Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB) de EAFIT tienen antecedentes de trabajos de investigación conjunta. El GIB es, hasta la fecha, uno de los grupos de investigación que suman más patentes en la Universidad, con un total de cuatro patentes de invención y dos de modelo de utilidad. Proyectos como el sistema normalizado para la toma de rayos x en pacientes odontológicos, el distractor de sínfisis intraoral y el dispositivo para medir la fuerza de mordida son algunos de sus desarrollos.
El proyecto en el campo médico fue liderado por el neurocirujano Carlos Mario Jiménez, profesor de la Universidad de Antioquia quien, desde su práctica cotidiana en el tratamiento de pacientes con aneurisma cerebral, identificó la necesidad de desarrollar un dispositivo más efectivo para ocluir los aneurismas.
“Una aneurisma no es otra cosa que un fondo de saco ciego porque se daña la pared de un vaso sanguíneo y se forma como una bolsa, una ampolla, y por ahí la pared se va debilitando progresivamente hasta que en un momento dado se rompe y causa una hemorragia cerebral que es muy grave. La mitad de personas con una aneurisma cerebral, lo que la gente llama derrame cerebral, se muere. Y de los sobrevivientes las dos terceras partes quedan con muchas dificultades y discapacitados para seguir trabajando”, comenta el neurocirujano.
Por eso, desde 2010 la Universidad de Antioquia contempló la posibilidad de desarrollar este dispositivo en Medellín. “Empezamos a trabajar y en la medida que fuimos entendiendo lo que queríamos, buscamos contactar a un grupo de bioingeniería que nos acompañara en el proyecto. Encontramos el Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB) de EAFIT, que ofrecía una experiencia y una formación de primera calidad, y se mostró interesado en el proyecto”, dice el médico Carlos Mario.
En cabeza del GIB está el ingeniero Santiago Correa Vélez, quien manifiesta que este “era un tema que nos interesaba mucho. Empezamos a desarrollar juntos todo lo que fue el concepto del stent -cánula implantable- y plateamos propuestas de investigación que fueron apoyadas por ambas instituciones. Iniciamos el desarrollo formal, que en este momento obtuvo la patente y estamos ad portas de hacer una prueba animal para poder validarlo”, señala el investigador.
El stent, que es un anglicismo médico para denominar un dispositivo con forma cilíndrica de uso endovascular, es una malla tubular que se implanta en algún tejido corporal, y que en el sistema vascular es muy útil porque permite remodelar los vasos sanguíneos. Con el diseño de este dispositivo, explican los investigadores, lo que se pretende es ocluir solamente el segmento del vaso sanguíneo que contiene la salida de la aneurisma.
Más innovaciones para el Metro de Medellín
La automatización del procedimiento para detectar malformaciones en las ruedas de los vagones del metro permite reducir tiempo y costos de operatividad a la empresa Metro de Medellín.
Ese es el resultado de una investigación de EAFIT que fue reconocido por la Oficina de Patentes y Marcas el 19 de mayo. La patente Sistema para detectar defectos en la redondez de las ruedas de un vehículo ferroviario es un desarrollo en el que trabajaron la Universidad, el Metro de Medellín y Colciencias para aportar a la seguridad de los usuarios del sistema metro.
En febrero de 2016 la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia ya le había otorgado patente a este invento, obra de los investigadores Germán René Betancur Giraldo, Pedro Fernando Melo y Leonel Francisco Castañeda Heredia, integrantes del Grupo de Estudios de Mantenimiento Industrial (Gemi) de EAFIT.
Para Leonel, director del Gemi, el mayor aporte de este avance tecnológico es resolver un problema del sistema de transporte que redunda en mayor seguridad para los usuarios. El proyecto de investigación, que soportó esta creación -dice-, se llamó Automatización de la evaluación técnica de ruedas ferroviarias para el Metro de Medellín. Desarrollos: DiagnoVision-Rueda y DiagnoDefecto-Rueda.
"Es un sistema conformado por sensores adheridos a los rieles de una vía ferroviaria que registran el paso de cada rueda del tren. Esta tecnología, junto con el método de procesamiento, fueron patentados. Permite identificar si las ruedas presentan algún tipo de defecto, por ejemplo, un aplanamiento de rueda", explica Germán René Betancur, docente investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica de EAFIT.
Mauricio Soto Garcés, jefe del área de Investigación, Desarrollo e Innovación del Metro de Medellín, celebra la patente del organismo estadounidense que se otorgó a este desarrollo y afirma que esta concuerda con el propósito de la entidad "de generar calidad de vida al transportar a las personas y conectar territorios", pues entre sus valores está el compromiso con la seguridad y el cuidado de los usuarios, siempre con un espíritu innovador.
Esta es la segunda patente por fuera de Colombia que reciben investigadores de EAFIT. El 3 de febrero pasado la Oficina Japonesa de Patentes concedió patente a la invención de un dispositivo que calcula los cambios volumétricos en una sustancia, usado en el sector constructor para medir la retracción de los fluidos de los materiales en los primeros minutos después de empezar la mezcla de cemento. El desarrollo fue fruto de la cooperación investigativa entre Cementos Argos y la Universidad.