Tras el anuncio por parte del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que aprobó de manera unánime la Segunda Misión de Paz en Colombia a partir del 26 de septiembre, y luego de culminar con éxito el proceso de desmovilización y entrega de armas por parte de las Farc, el organismo multilateral presentó el balance del primer año de intervención en el proceso de paz colombiano.
El balance fue presentado por Antonio Aranibar Arze, jefe de la Misión de la ONU en Medellín, e integrantes del cuerpo diplomático de paz en el país, que desde 2016, cuando se presentó formalmente la petición al organismo internacional, apoyan la resolución del conflicto armado en Colombia.
La presentación realizada por los representantes de la ONU estuvo enfocada en los logros del primer mandato de la misión, consistente en la verificación del cese al fuego y la entrega del material bélico por parte de la guerrilla. También se incluyeron los retos plantea la Segunda Misión, encargada de la seguridad y reincorporación a la vida civil de los excombatientes, que estará activa por los siguientes 12 meses, aunque se prevé que la ONU haga presencia en el territorio durante tres años.
“Hay un dato central de la realidad colombiana y es que el conflicto armado con las Farc se terminó. Por otro lado, el ELN ha anunciado un cese al fuego que esperamos sea un primer paso, entre una serie de pasos, que ayuden a profundizar la construcción de paz en Colombia. Hay un desafío mayor que tiene que ver con el desarrollo de las zonas rurales de Colombia. Es fundamental que se despliegue no solo esta cara del Estado sino la cara del desarrollo, estamos obsesionados en ONU por ver cambios transcendentales en la calidad de vida de las poblaciones más afectadas por el conflicto”, señaló Antonio Aranibar.
La ONU se sumó al proceso de paz luego de tres años de haberse iniciado el diálogo de La Habana (Cuba), y luego de la solicitud formal presentada por el Gobierno Nacional y las Farc se dio origen a la Misión de Monitoreo y Verificación.
La misión de paz en Colombia, según expresó el jefe regional, no es una operación clásica, pues es relativamente pequeña a las otras 16 intervenciones de paz que están activas en el mundo. Cerca de 450 observadores militares –no armados– y 180 funcionarios civiles integran la misión en el país.
En lo relacionado al alto de hostilidades, Naciones Unidas manifiesta que el cese al fuego en las distintas regiones del país se consolidó de una manera destacada, teniendo apenas algunos inconvenientes en los territorios. Según una cifra del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos, en 12 meses se ha prevenido la muerte de 2.796 personas.
“El hallazgo mayor, de más significado para las operaciones de paz en el mundo, es el establecimiento de un mecanismo tripartito para el monitoreo del cese al fuego, para lo cual es fundamental el concepto de separación de fuerzas. El 13 de noviembre se tuvo en el Sur de Bolívar el incidente más grave de ruptura y violación de cese al fuego, que fue un enfrentamiento entre militares y miembros de las Farc, en el cual resultaron muertos dos miembros de esa agrupación y uno resultó herido, posteriormente preso. Fue la única violación en términos clásicos de enfrentamiento entre estos dos actores armados”, aseguró Antonio Aranibar.
Por su parte, la dejación de armas se realizó con un riguroso proceso de identificación y monitoreo en las 26 zonas veredales, donde se reunieron en contenedores cerca de 7.100 armas, que finalmente fueron extraídas de las zonas el pasado 26 de agosto. Con la extracción de caletas, a su vez, se adelanta el proceso de verificación. Hasta el momento 640 caletas han sido desenterradas, de las 957 reportadas por las Farc.
La Segunda Misión y sus desafíos
Para los integrantes de la Misión de Paz en Colombia los desafíos que ahora presenta el posconflicto, luego de finalizar la primera etapa de desmovilización y consolidar el nuevo partido político de las Farc, tienen que ver con la reincorporación política, económica y social de los exguerrilleros y la garantía a su seguridad personal.
En la presentación se mencionaron retos como la disidencia –que según datos de la ONU en Antioquia es del 3 por ciento–, la seguridad de líderes sociales y cómo el Estado entra a ocupar los territorios donde hacía presencia la guerrilla para prevenir que estos espacios sean tomados por nuevos grupos criminales.
Mayores informes para periodistas
Alejandro Gómez Valencia
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: 2619500 ext. 9931
Correo electrónico: jgomez97@eafit.edu.co