Un proceso de paz que terminó con más de 50 años de conflicto armado y los desafíos para la historia que trae este nuevo escenario social y político, sin duda un momento de trascendencia histórica para Colombia, son el motivo de reflexión para los académicos que se reunirán, entre el 10 y 13 de octubre, en el XVIII Congreso Colombiano de Historia, que tiene a Medellín como anfitrión después de 20 años.
El Congreso Colombiano de Historia (CCH) es convocado por la Asociación Colombiana de Historiadores (ACH), y cuenta con la participación de las principales universidades públicas y privadas del país. Este encuentro académico, desde su creación en 1977, se ha convertido en uno de los eventos más importantes para historiadores profesionales interesados en la historia de Colombia.
EAFIT, junto a las universidades de la región que cuentan con departamentos y docentes de historia, conformaron un comité académico interinstitucional para la programación académica de este encuentro, que espera la participación de más de mil profesionales y estudiantes en el Centro de Convenciones Plaza Mayor.
“La historia tiene un papel de toma de conciencia frente a las problemáticas del pasado, es una forma de racionalizar el pasado, de conocerlo, que permite tener una postura frente a esos problemas para definir e iluminar procesos de transformación social, una sociedad que no conoce su pasado no se puede proyectar hacia el futuro”, dice Juan Carlos Jurado Jurado, doctor en Historia de la Universidad de Huelva (España) y profesor en el Departamento de Organización y Gerencia de EAFIT.
Este Congreso despierta principal interés entre los historiadores locales y extranjeros, y demás profesionales de las ciencias sociales, por la relevancia del caso colombiano y el proceso de paz. La presente edición está dedicada a reflexionar sobre la historia y la memoria en el mundo actual, con el fin de identificar los desafíos que enfrenta la disciplina en relación con las transformaciones sociales y el nuevo panorama para el estudio académico.
“Mientras la memoria se justifica como ética y políticamente correcta por los sentimientos que suscita, por el contrario, la historia echa mano de pruebas, análisis de documentos y de razones. Cómo poner a dialogar esas dos cosas es interesante y esa es la discusión: ¿cómo asume la sociedad colombiana su historia, la memoria y qué lugar hay que darle? Esa pluralidad de voces debe dar lugar a una pluralidad de relatos, no hacer una historia oficial, sino que cada quien tenga un espacio en esa construcción, si no, no es posible construir democracia”, manifiesta Juan Carlos Jurado.
Durante el concilio de historiadores, conferencistas y panelistas nacionales e internacionales participarán de plenarias que abordarán temas relacionados a la historiografía nacional o colombianista y discutirán, además, la importancia de la enseñanza dentro del sistema educativo. Entre los invitados destacan investigadores como Álvaro Tirado, Malcolm Deas, Andrew Paul Higginbottom, Sandra Rodríguez Ávila y Mbuyi Kabunda.
“Es una forma de reunirnos y de dar cuenta de las investigaciones que se están haciendo, de cuáles son las metodologías y la problemática que tiene la disciplina. Tendremos panelistas de países como Alemania, Inglaterra, España, Estados Unidos, México, Argentina y El Salvador, lo que nos permite dialogar con otras experiencias de posconflicto para ver cómo se ha reflexionado el asunto de las guerras, los conflictos, las violencias y contrastar la experiencia colombiana”, apunta el profesor.
En el Congreso, además, se destacará la obra del historiador Jaime Jaramillo Uribe, uno de los más influyentes investigadores y director del primer programa universitario de historia en el país. La idea, dicen los organizadores, es reflexionar sobre su contribución a la investigación desde los años sesenta, época en que la historia comenzó a ganar un espacio dentro del sistema educativo colombiano.
De las 27 mesas de trabajo especializadas que tendrá el Congreso, apoyadas por 52 profesores de 20 universidades del país, cuatro serán coordinadas por historiadores y académicos eafitenses: Música, arte y sociedad, Historia económica y empresarial, Historia intelectual y de las ideas, e Historia global y transnacional.
“Volver a enseñar historia, a pensar los procesos históricos colombianos, en particular a los niños y jóvenes les permitirá tener una mejor comprensión de su sociedad, tanto del presente como del futuro. Ahora estamos en una coyuntura muy importante en Colombia porque se adelanta un proyecto de ley para que la materia historia vuelva a ser independiente en la formación de los estudiantes de primaria y secundaria”, señala Juan Camilo Escobar, historiador de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París, y profesor de la Escuela de Humanidades de EAFIT.
Los investigadores, docentes, estudiantes y demás interesados en participar en el XVIII Congreso Colombiano de Historia pueden realizar su registro en la página web de la Asociación Colombiana de Historiadores, www.asocolhistoria.org.co.
Según las disposiciones del evento académico las tarifas van desde 40.000 pesos para estudiantes de pregrado, hasta 250.000 para personas que no hacen parte de la agremiación de historiadores y las entidades participantes. Para más información también pueden escribir al correo ana.puerta@contacticacomunicaciones.com
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Alejandro Gómez Valencia
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