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Agencia de Noticias / Abril 2010 Sí, se habla español, ¿pero es el mismo de Twitter, Facebook o el MSN?

Noticias abril

23 de abril de 2010

Sí, se habla español, ¿pero es el mismo de Twitter, Facebook o el MSN?

Las redes sociales han hecho que más personas, en especial jóvenes, incursionen en el medio con un lenguaje que no es comprendido por muchos. 

• La escritura en la web traza nuevos planteamientos al español y a la manera en que éste se vive. Docentes de EAFIT y conocedores analizan el fenómeno.
• Manifestación oral de escritura, subidioma o parte de un cambio generacional, son los calificativos dados a un hecho que se manifiesta a cada segundo.

La frase, según los evangelios, la lanzó Poncio Pilatos, el gobernador romano que condenó a Jesús de Nazaret a morir en la cruz. “Lo escrito, escrito está”, dijo hace ya dos milenios el controvertido personaje, quien de esa manera se cerraba a la posibilidad de corregir algo que él mismo había ordenado escribir.

Lo afirmado por Pilatos se volvió casi que un principio en el ejercicio profesional de quienes utilizaban la palabra para trabajar, caso los periodistas, sin embargo, habría que mirar, 20 siglos después, la cara de Pilatos si su intención fuera defender aquella misma frase ante a un auditorio repleto de jóvenes, quienes analizándolo de frente se preguntarían: “lo escrito, ¿escrito está?”…

El ejemplo de Pilatos es traído por el periodista Carlos Mario Correa Soto, docente del pregrado en Comunicación Social de la Universidad EAFIT, y quien toma partido en un fenómeno que se vive en lo cotidiano con el bombardeo de la tecnología y con la proliferación de las redes sociales. El asunto pasa porque los muchachos, habituales usuarios de estos medios, hablan entre ellos a través de sus teclados a unos ritmos que una persona que supera los 30 años difícilmente los sigue, o mejor, los entienda.

En ese sentido, ¿se está ante una nueva forma de comunicación?, ¿ante una escritura nueva que cuenta con sus propios códigos?, ¿frente a una manera de empobrecer o alimentar el español? Y qué mejor oportunidad que el Día del Idioma para sondear un fenómeno actual y real en el que es difícil ponerse de acuerdo, no obstante, es interesante observarlo desde la mirada de diferentes conocedores del tema.

Escritura oral
“Antes, quienes ejercíamos en prensa, pensábamos mucho antes de escribir o de hablar sobre un tema, pues se decía que lo escrito era casi que sagrado, es más, a uno le temblaba la mano y la conciencia por escribir bien”, dice el profesor Carlos Mario, quien de esa forma cuestiona las transformaciones que se viven en la actualidad.

El docente opina que con el Internet esta sentencia no existe, o pocos la tienen en cuenta, porque es un medio en el que si alguien se equivoca corrige en la marcha. “Yo creo que la escritura de Internet tiene el ritmo y la emoción del tecleo y los más veloces escriben al ritmo de ese tecleo, eso sí, sin pensar en la racionalidad que impone la ortografía y las normas básicas de escritura. Es una escritura muy oral, donde la gente escribe como habla, muchas veces sin pensar y solo con la velocidad de sus manos”.

Otra mirada tiene Juan José García Villegas, editor de Medios Electrónicos del periódico El Colombiano, para quien este tema debe analizarse como un subidioma (no parlache) por donde se encuentran formas de comunicarse y entenderse, aunque considera que afecta el lenguaje porque se utilizan palabras, formas de escribir y expresiones que no están aprobados por el ente regulador del idioma que es la Real Academia de la Lengua.

“Una dificultad es que aquellas personas que no estén dentro de las redes sociales o en la tecnología no entienden lo que les están diciendo. En este caso, el idioma deja de cumplir su función fundamental que es comunicar, que el mensaje llegue a un emisor y que éste comprenda lo que le dicen. De esta manera, es como si le estuvieran hablando en chino”, dice García Villegas.

El periodista aclara que los jóvenes que usan este tipo de lenguaje no lo hacen por la iniciativa de que las palabras sean escritas así, sino porque muchos de ellos tienen que acceder a dispositivos generalmente móviles. “Está, por ejemplo, el que está escribiendo en Blackberry y, como son palabras que van entrando en uso, busca suprimir la escritura de éstas por algo rápido, es algo más práctico”.

Ni empobrece ni alimenta, se transforma
De EAFIT también es el periodista Juan Gonzalo Betancur, docente del pregrado en Comunicación Social, quien sostiene que no cree ni en un empobrecimiento ni en un enriquecimiento del español. “Internet no solo está produciendo transformaciones en la manera en que se escribe sino también en la manera en que se lee, porque es un medio instantáneo y simultáneo, entonces en un chat estoy escribiendo con alguien e inmediatamente me contesta. El asunto es que en ese chat media la palabra”.

El profesor Betancur manifiesta que los muchachos tienen sus propios códigos, como es el caso de un elemento gráfico como el emoticón, por lo que se debe entender que es distinto. “Esto no es bueno ni malo en sí mismo. Digamos mejor que el lenguaje formal, si lo vemos desde las normas de la academia, se está transformando”.

Ante lo anterior comenta que la publicidad también transforma las reglas del idioma, y cita ejemplos como el nombre de Almacenes Exito sin tilde o el logo de EPM en minúsculas (epm). “Ese es otro código, y lo mismo ocurre con el Internet. El medio está llevando a esas nuevas prácticas de comunicación, en la emisión y en la recepción”.

El docente expresa que el problema existe cuando no hay una diferenciación entre el mundo del chat, el mundo de Internet y otros espacios de escritura. “Es que ojo: hay periódicos, blogs y otros medios formales en Internet que son distintos a otro blogs donde se despacha alguien contra alguien. La lucha con ellos (los jóvenes) es que creen que el mundo del chat es la misma vida, y no, hay que saberlo diferenciar, así como pasa en el mundo de la publicidad con alteraciones que están permitidas”.

A su vez, el docente Mauricio Vélez, del Departamento de Humanidades de la Universidad, considera que hay un cambio generacional en el uso que se le da al lenguaje por parte de los muchachos. “La discusión es similar a que si el libro digital acabará con el físico. El libro físico se sigue vendiendo de manera multitudinaria y con el lenguaje sucede igual: las dos formas van a coexistir, y por momentos la convivencia será conflictiva y por momentos será armónica”.

De todos modos, a Vélez le llama mucho la atención que la velocidad implícita en la red esté generando un fenómeno que él denomina de acortamiento del lenguaje, como si todo aquello que pudiera escribirse, por fuerza tuviera que ser recortado. Este fenómeno hace que los jóvenes crean que no hay diferencia en el tipo de destinatario al que va dirigido el mensaje. “Ellos suponen que así como se escribe en la máquina se puede escribir en cualquier escenario”.

También, especifica que algunos teóricos señalan que los seres humanos llegamos a la captación del mundo a través de un fenómeno que es la lectoescritural. “Leímos y escribimos y gracias a eso tuvimos conciencia de algo … Nuestro contacto con la tradición era a través de la escritura y la lectura; pero hace diez años, tal vez, se produce un cambio, y eso está generado por la introducción de una cosa nueva, que es la imagen, entonces estos muchachos están entrando a la modernidad no por la vía de la lectoescritura sino por la vía de la imagen, y esta, a diferencia de la escritura, es tiránica, es decir, llega de frente”.

Se está ante un fenómeno diferente
Por su parte, la lingüísta Sonia López Franco, jefe del pregrado en Comunicación Social de EAFIT, afirma, simplemente, que la escritura en la web es diferente. “Es más sintética, analítica y apelativa. Es ágil e hipervinculante, pues debe contar con un lector que ya no lee de manera lineal sino más hacia otros niveles de búsqueda y comprensión”.

Para Sonia, la lengua es un sistema vivo y dinámico. “Es la parte social del lenguaje, y en ese sentido es variada y multigenerativa, es decir, con pocos elementos (28 fonemas) se generan millones de posibilidades lingüísticas. Esos cambios, esas economías de habla y de escritura usuales por los jóvenes para chatear o enviarse mensajes de textos, dan cuenta de la evolución de la lengua, no de desconocimiento”.

Finalmente, Juan Orellano Valdivia, editor de Global Voices en español, proyecto internacional que promueve el periodismo ciudadano, por un lado defiende este tipo de lenguaje y por otro lo critica. “En un medio como Twitter o los SMS que te limitan a una cierta cantidad de caracteres, esta forma de escribir se hace prácticamente necesaria, tanto para expresar más en menos como para transmitir fácilmente lo que hace falta en estos medios modernos, el cara a cara o las inflexiones de la voz”.

Y añade: “por otro lado, en medios como los blogs o foros, donde no tenemos las limitaciones mencionadas, sí es contraproducente su uso pues los menores, quienes aún no cuentan con una sólida base en ortografía o gramática, pueden llegar a pensar que esa es la forma correcta de expresarse. Lo que no hay que olvidar es que un idioma crece, absorbe, evoluciona, caso contrario muere”.

El fenómeno no se puede desconocer, pues Colombia tiene una alta participación en redes como Facebook o Twitter, de hecho solo en Facebook se cuenta con más de cinco millones de usuarios. El asunto es que de por medio prima la palabra, la misma que sirvió para que los grandes escritores de habla castellana plasmaran sus mejores obras, la misma que alimenta a diario los periódicos de Iberoamérica.

Y en medio de este análisis queda, entonces, replanteada la frase de Poncio Pilatos, para quien lo escrito, escrito está.

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Juan Carlos Luján Sáenz
Periodista del Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: (57) (4) 2619500. Ext. 9931
Correo electrónico: jlujans@eafit.edu.co

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Última modificación: 23/06/2011 14:58