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Noticias Julio
29 de julio de 2010

Help Manuel sigue tendiendo manos desde la ingeniería

• Estudiantes de EAFIT y de la Universidad TU Delft de Holanda realizaron su segunda visita a La Cruz, en Medellín. Su objetivo es transformar, desde el diseño, algunos espacios.


• Entre las necesidades que detectaron fue la de integrar lugares públicos de educación y recreación, como también la generación de estrategias para incentivar el trabajo comunitario.

Para la señora María Cecilia Hernández Llanos fue una alegría volver a recibir en su casa, ubicada en el barrio La Cruz de Medellín, a los muchachos de EAFIT y de la Universidad TU Delft de Holanda. “Son muy sencillos y queridos”, atinó a decir cuando los miró.

Tanto ella, como sus hijas y sus sobrinas, con quienes vive, se sentían escuchadas por ellos y, como si fueran grandes amigos, les respondían con naturalidad a preguntas como: ¿qué hacen todo el día?, ¿estudian?...

Y si existe esta naturalidad a la hora de preguntar es gracias a la alianza académica Help Manuel 2010, que inició su segundo proyecto Building Pride -Construyendo Orgullo-. Su objetivo es realizar un aporte a la comunidad del barrio La Cruz por medio de un proceso de innovación y propiciar una transformación social.

Se trata de una metodología de innovación que es aplicada a la construcción de viviendas de interés social en el sector, que hace parte de un proyecto del Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed) -organismo encargado de gerenciar la vivienda de interés social en el Municipio. 

La del miércoles 28 de julio fue la segunda visita de los estudiantes, tanto del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT, como de la maestría en Diseño Estratégico del Producto, de la Universidad TU Delft.

En esta ocasión se enfocaron en observar, con mayores detalles, las condiciones de vida de las familias y sus necesidades, porque desean contribuir a mejorar sus relaciones, puesto que el Isvimed tiene como plan construir 15.000 viviendas en esta zona.

“Ahora queremos saber más de su entorno, dónde comen, su rutina, qué hacen, porque buscamos ayudar, no en lo relacionado con la infraestructura de la casa, sino más en comunidad. Por ejemplo, con la familia que estamos trabajando, la señora dice que no tiene un lavadero, entonces necesitamos mirar la forma en que lo comparta con su vecina. La idea es que piensen en grupo, porque de esta manera pueden conseguir mucho más”, señala Ana López Triguero, estudiante de la Universidad TUDelft de Holanda.

Y si opina lo anterior es porque, en el recorrido, se dio cuenta de algo que le confirmó la necesidad de integración de esta comunidad: “Cuando caminábamos, la madre de la familia con la que trabajamos nos decía que no le gustaba que sus hijos estuvieran fuera de casa por las malas influencias, y yo le preguntaba a uno de los pequeños si a él le gustaba la calle y me decía que en el fondo quería estar en su hogar porque fuera se aprenden cosas malas. La señora no se relaciona con sus vecinos porque dice que los ve muy distintos a su estilo de vida”, detalla Ana.


La comunidad reclama espacios comunitarios
El barrio tiene un aire rural y en esta última visita se acentuó aún más esta característica, porque la lluvia había dejado los caminos empantanados, además, la gente lucía con la misma tranquilidad del campo y muchos niños se veían jugando por todos los alrededores. 

Y hasta allá llegaron las eafitenses Juliana Zuluaga y Manuela Calle, quienes estuvieron con la familia de la señora María Cecilia, hogar que se compone de siete mujeres y un niño de cinco años. Allí pudieron detectar la necesidad de espacios de recreación y educación, pues este grupo familiar necesita divertirse y capacitarse porque la mayor parte del tiempo está en la casa viendo televisión.

“Para el barrio no hay ninguna zona de intervención desde el espacio público. Eso sí, hay un sector potencial para ser desarrollado en este tema y es uno en donde se registró un deslizamiento en 2007. La gente está pidiendo este lugar para los jóvenes, los niños y la tercera edad. También se necesita recuperar un sitio central que la comunidad tenía: una cancha que inicialmente era donde ahora es la capilla, pero que ahora fue trasladada a una curva muy peligrosa”, cuenta Paula Andrea Ospina Uribe, trabajadora social de la Empresa de Desarrollo Urbano (Edu).

Por ahora las propuestas del grupo de estudiantes están en una fase previa, porque después de una etapa, que ellos llaman de oír, empiezan sesiones creativas por dos días, las que permitirán desarrollar ideas que luego serán la base del reporte de los proyectos que propondrían para mejorar las necesidades de las familias del barrio La Cruz.

Sin embargo, Anne Jansen, estudiante de la Universidad Tudelft de Holanda, ya tiene en mente algunas iniciativas para el trabajo comunitario, como es el caso de un lugar donde puedan estar todos los niños con madres del sector que los cuiden para que ellas tengan un empleo y así la población infantil esté vigilada.

Otro tema para mejorar, asegura Ana López, es el de las basuras, porque dice la gente que nadie las recoge. En ese sentido, otra idea es crear un adecuado sistema de manejo de desechos con todos los vecinos.

“Tienen muchas necesidades económicas y de espacios, porque la señora de la familia nuestra dice que los niños se pelean porque no tienen donde estudiar. También hay carencias de agua y la señora reza para que la pipeta de gas no se acabe. Por eso es necesario crear una propuesta de comunidad que autogestione sus recursos, por ejemplo, que busquen un sistema en el que todos colaboren para que salgan ganando”.

Una experiencia con todo el compromiso

Para Anne la vista al barrio fue fantástica por el paisaje y por la pasividad de las personas. Así mismo, pudo experimentar que la comunidad la había acogido cuando uno de los niños le decía Thank you.

“Nosotros, que venimos de fuera, valoramos más estos detalles, por eso sería bueno que usemos estas bondades para que el barrio se sienta orgulloso de donde vive, y para que las personas tengan sentido de pertenencia y trabajen juntas. Vi a la gente muy desagregada, no hay una plaza, y nos parece importante que haya un sitio de reunión para que las personas hablen de sus problemas, satisfacciones, de la vida”, expresó Jansen.

Finalmente, la trabajadora social de la Empresa de Desarrollo Urbano comenta que la labor del proyecto de alianza académica internacional, Help Manuel, es un aporte importante para ayudar a satisfacer algunas de las carencias que tiene este barrio.

“Hemos visto a los muchachos muy comprometidos. Han estado muy interesados en conocer a las familias. Hasta el momento nos ha parecido que ha habido un sano proceso y quisiéramos que esta experiencia se siga repitiendo y que ellos sean los voceros con sus otros compañeros para que se llegue a multiplicar”, resalta.

Help Manuel 2010 culminará el viernes 30 de julio en cuanto a su trabajo de campo, no obstante, la labor por medio de las redes sociales, entre los estudiantes de Holanda y de Colombia, continúa a lo largo del año. Durante esta edición, también se ayudó a intervenir desde un punto de vista productivo a microempresarios de los sectores de Belén y de San Cristóbal, ambos en Medellín.

Mayores informes
Marcela Velásquez Montoya
Jefa de carrera de Ingeniería de Diseño de Producto
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9943
Correo electrónico: mvelas11@eafit.edu.co
www.helpmanuel2010.blogspot.com