Noticias Julio
1 de julio de 2010

Medellín sí suena, pero… ¿qué tan alto se escucha?

​• ¿Qué tan amplia y de calidad es la oferta musical que se produce y se presenta en la ciudad? Expertos eafitenses y otros gestores toman posición sobre este tema.

• El Congreso Iberoamericano de Cultura, que se realiza entre el 1 y el 4 de julio, es una oportunidad para que Medellín se revise y mire qué tiene para ofrecer.

La música es una de las tantas marcas de ciudad que; debido a manifestaciones como el tango, los boleros, lo tropical, el rock, el metal o lo clásico; se encarga de mostrarle al mundo a qué suena esta metrópoli.

Y si suena, suena a Juanes, a Gardel, al Combo de Las Estrellas, a la Orquesta Filarmónica de Medellín, a Jaime R. Echavarría, a los niños de la Red de Bandas, a la Sinfónica EAFIT, a la Banda La República, a Puerto Candelaria, a Teresita Gómez o a la maestra Blanca Uribe, es decir, a toda una diversidad de sonidos y de melodías que se cruzan en este ir y venir de músicas y de gustos.

No obstante, según la voz de varios expertos, hay que escuchar qué ocurre en otras latitudes y ofrecerle al público espectáculos que abran el abanico, lo que sin duda ocurrirá en esta edición del Congreso Iberoamericano de Cultura que, entre el 1 y el 4 de julio de 2010, se realiza en la capital de Antioquia y que tiene como tema central precisamente ese: la música.

Esta oferta debe incluir propuestas diferentes y de calidad, como también brindar la posibilidad de que todos los géneros tengan su espacio. Tampoco puede dejarse de lado el hecho de que muchos artistas viajen al exterior, algo que demuestra que el producto que se origina en la ciudad es bueno. Ante el hecho, académicos de la música y artistas ligados a EAFIT, así como también a otros proyectos como la Red de Bandas, analizan el hoy de esta manifestación cultural.

Medellín produce, pero no consume

Para el eafitense Juancho Valencia, director de Puerto Candelaria, de la Banda La República y productor musical de Merlin Studios Producciones, Medellín es productora de música, pero se puede decir que la capacidad de consumirla no es proporcional ni al tamaño de la ciudad ni a la cantidad que se está produciendo.

“Por ejemplo –afirma Juancho-, Bogotá produce mucha música, casi el doble de Medellín, pero esa es una ciudad el doble de grande, además, la gente es proporcional al consumo de música que se produce, porque hay más alternativas en emisoras, hay lugares nocturnos como bares y discotecas donde se puede escuchar diversidad, así mismo hay más conciertos”.

Según el artista, en Colombia, en estos momentos, se están gestando las ideas más originales de música en toda América. “Brasil, México y Cuba, que han sido los grandes exportadores de música, de cierta manera, han saturado el mercado y la gente quiere escuchar cosas nuevas, y Colombia es el siguiente en la lista para hacerlo. No es gratuito que Juanes haya participado en el concierto de inauguración del Mundial de Fútbol”.

Sin embargo, asegura que en Colombia no se están consumiendo estas nuevas ideas, lo que ha llevado a que grupos como Puerto Candelaria, Bomba Estéreo o Mojarra Eléctrica realicen más de una decena de conciertos internacionales en Europa, Estados Unidos y Suramérica, pero en el país pocas personas sepan quiénes son.

¿Y la calidad de la oferta?

Por su parte, el comunicador social Juan Camilo Arboleda, estudiante de la maestría en Estudios Humanísticos de EAFIT y director del programa radial de metal Melodías de Acero, analiza -refiriéndose al tema de la calidad- que a partir del ingreso de las tecnologías se han facilitado muchas cosas y existen bandas que se han dedicado a esta parte técnica. Cree que otras se han enfocado en explorar y no quedarse con lo que les llega, porque muchos de los géneros que aquí se proponen son transnacionales y se ha notado un creciente interés por un tecnicismo.

A su vez, Andrés Posada Saldarriaga, jefe del Departamento de Música de esta Universidad, comenta que la calidad ha subido mucho en Medellín, tanto en la música clásica como en la popular, porque cuando existen buenas oportunidades de estudio, los músicos se profesionalizan, adquieren buenas técnicas, bagaje y tienen buenos maestros que son modelos, por eso independiente del género que realicen, lo harán mejor.

“Antes existía mucho empirismo y había una división muy grande entre la música académica y la popular, como si no se pudieran retroalimentar. Esto se ha ido rompiendo”, opina el académico.

Y por supuesto que a este tema se liga también la oferta, lo que sin duda se ha incrementado en una ciudad que, pese a que todavía requiere de espacios y de programación para muchos gustos, tiene más de dónde escoger.

Por ejemplo, en palabras de Gabriel Arango, coordinador académico de la Red de Bandas de Medellín, la oferta es altísima en conciertos y en proyección de las agrupaciones. “En esto Medellín es privilegiada porque ya cuenta con muchos grupos musicales que hacen presencia desde el barrio más desconocido. Está la Orquesta Filarmónica con su presencia, EAFIT, las orquestas de proyección de la red”.

A lo anterior, la maestra Cecilia Espinosa Arango, directora de la Orquesta Sinfónica EAFIT, agrega que Medellín tiene mucha oferta musical en este momento, inclusive va desde el rango clásico hasta lo más popular. “Medellín cuenta con grandes instrumentistas como Blanca Uribe, Teresita Gómez y Martha Senn”.

María del Rosario Escobar Pareja, coordinadora de Extensión Cultural de EAFIT, califica como muy buena la oferta, pero asevera que podría ser mejor. “Uno ve que en los últimos años ha habido una evolución enorme en el trabajo cultural de muchas instituciones y también la presencia y la participación de nuevos músicos, compositores, ensambles; y creo que ha dinamizado una nueva generación que está haciendo aportes importantes desde todos los ámbitos musicales, no solamente desde la gestión, sino también desde la interpretación y composición”.

Lo que sí piensa la maestra Cecilia Espinosa es que la oferta cultural nunca es suficiente porque faltan violinistas, instrumentistas de cuerda, además las ofertas varían. “Tenemos unas épocas en que hay pianistas, cantantes, en otras lo popular brilla, por eso sería tonto, si uno es crítico con su país y entorno, decir que es suficiente”.

Más optimista es Juan Camilo Arboleda, para quien es evidente que se están haciendo esfuerzos para mostrar un crecimiento vertiginoso de la música que se produce en la ciudad. “Si uno analiza a partir de los eventos, diría que aunque no es suficiente, sí se puede encontrar una gran diferencia y riqueza en cuanto a los espacios que se están generando desde la Administración Municipal, por ejemplo, dos festivales específicos como Altavoz, comprendiendo todos los géneros que reúne, y el Festival de Tango”.

Presencia más fuerte de la academia

Otra voz que entra en este debate es la de la mezzosoprano Martha Senn Rodríguez, directora del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de EAFIT. En su opinión, las ofertas culturales son procesos susceptibles de ir creciendo y aumentando, en función de que existan políticas públicas que fomenten la circulación de talento, la formación de públicos, las industrias y las empresas culturales, y la formación de los músicos.

La artista destaca la existencia de la Orquesta Sinfónica EAFIT y la Filarmónica de Medellín, el trabajo de redes de orquesta, la Universidad de Antioquia y su facultad, y las escuelas privadas. “Hay escenarios bien importantes para que el talento circule. He podido ver la infraestructura y un evento como el Congreso Iberoamericano de Cultura visibiliza la ciudad”, expresa, al mismo tiempo que indica que se requiere de una triangulación esencial entre la academia, las políticas públicas y la empresa.

Un asunto sí es claro: la oferta debe crecer aún más porque, solo de esa forma, se formará un público crítico y amante de la buena música. “Ojalá la oferta creciera más porque me parece que hacen falta salas de música de cámara, más pianos, darle más proyección a las salas que ya existen y, más que hacer nuevas, es mejorar las que tenemos”.

Finalmente, Juancho Valencia celebra el que en Medellín haya sucedido algo “increíble” en los últimos seis años: “El presupuesto para la cultura ha sido muy bien administrado y este ha sido uno de los factores del porqué ha habido un crecimiento musical tan importante”.

Y claro que se celebra el crecimiento, pero la realización del Congreso Iberoamericano debe poner a reflexionar a quienes producen cultura y la hacen visible. Y, en el caso de la música, ofrecer calidad y variedad para que todos los ritmos que tiene esta ciudad le digan al mundo a qué suena Medellín.

El Congreso Iberoamericano de Cultura y Medellín En Medellín se vivirá hasta este domingo el tercer Congreso Iberoamericano de Cultura, en el que participan 23 países y alrededor de 250 artistas. En el evento, que tendrá como tema central la música, se cuenta con representantes de esta industria y de expertos en esta temática. Según Luis Miguel Úsuga, secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, el Congreso es una extraordinaria oportunidad que tiene la ciudad para mostrarles a los países visitantes un proyecto cultural muy poderoso. “Lo importante es que hay muchos creadores, entidades y personas que han estado trabajando en este sector y toda la construcción conjunta que se ha hecho tiene procesos, como, por ejemplo, es el Centro Cultural de Moravia, que se ha convertido en un referente internacional”. El Secretario considera que esta es la razón que hizo que España eligiera a Medellín como ciudad para realizar el Congreso.

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Juan Carlos Luján Sáenz
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