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8 de marzo de 2010No es solo tener creatividad, es también saber cómo administrarla
• Un estudio con 26 empresas culturales y creativas permitió verificar el cumplimento de factores críticos para ser viables, sostenibles y socialmente responsables.• El proyecto, desarrollado por el grupo de investigación en Innovación y Empresarismo, detectó que la producción creativa y el proceso empresarial deben ir de la mano.Determinar cuáles son aquellos aspectos que permiten en una organización del sector cultural o creativo el cumplimiento de sus objetivos, ser económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente responsable fue el eje de un estudio desarrollado por el grupo de investigación en Innovación y Empresarismo (Guie) de la Universidad EAFIT.
Para establecer lo anterior, un total de 26 empresas relacionadas con el diseño, las artes gráficas, las artes escénicas, el patrimonio, y los sectores editorial y audiovisual fueron analizadas para verificar en qué grado cumplían con 34 factores críticos de desempeño, establecidos por medio de un recorrido de fuentes y la experiencia en emprendimiento de este grupo, adscrito a la Escuela de Administración.
Luego, estos indicadores fueron organizados por el grupo en seis categorías asociadas a atributos humanos, el mercado, la propiedad intelectual, el proceso empresarial, la producción creativa y el contexto.
“Uno de los hallazgos es que existe una hipótesis sobre la dependencia de estas industrias hacia el talento individual, no obstante nos encontramos que no ocurre así, porque aunque éste es el que le da el ADN a estas entidades, el no estar acompañados de gestiones empresariales y creativas articuladas que les permita ser productivos, pues sencillamente hacen nada”, señala María Paola Podestá Correa, investigadora principal del proyecto y directora de la línea de Empresarismo en el grupo.
La producción creativa se refiere a la materialización de ese acto creativo. El estudio arrojó que para las entidades indagadas esta categoría tiene 33.8 por ciento de importancia. El proceso empresarial obtuvo 28.3 por ciento de relevancia.
“La mayor fortaleza de las personas que trabajan en estas industrias es la capacidad para concebir bienes con un valor agregado. Pero hay una gran falencia en la parte administrativa y en la concepción del talento como una fuerza de empresa”, afirma Beatriz Eugenia Bedoya Velásquez, asistente del proyecto y docente en la cátedra de empresarismo en EAFIT.
Encontrar sostenibilidad
Según Podestá Correa, en el emprendimiento cultural y creativo es importante proteger las creaciones, sin embargo, cuando averiguaron por este ítem en dichas empresas, se encontraron con que hay mucho desconocimiento en los procesos de explotación y aplicación de la ley en la propiedad intelectual.
En cuanto a los mecanismos y posibilidades que los países deben tener para que estas industrias sean sostenibles, las entidades aseguraban que si bien había leyes que les daban beneficios, los trámites eran tan largos o con tantos procesos burocráticos, que cuando el producto creativo iba a salir ya no tenía más vigencia en el mercado o al equipo de trabajo que se había conformado le resultaba otras propuestas de trabajo que los dispersaba.
“El estudio nos arrojó una herramienta de diagnóstico para las empresas culturales y creativas, porque esos factores críticos de desempeño se convierten en la posibilidad de hacer una identificación sobre cómo está una organización, incluso, para hacer un proceso estratégico con una industria que ya esté conformada o va empezar un proceso de crecimiento”, especifica Podestá.
La primera prueba de este instrumento se hizo en Pereira con un taller organizado por la Corporación Ciudad Latente al que asistieron 52 emprendedores creativos, quienes requerían una guía para iniciar sus planes de negocio. Precisamente, uno de los factores críticos de desempeño es el concepto como tal y el propio modelo de negocio, de hecho ambos puntos fueron los más álgidos en esta actividad con los artistas.
“Hicimos un análisis del Circo del Sol, que es una empresa exitosa. En este caso hay que observar las cosas que se pueden aprender y qué falta en las industrias de Colombia para que puedan ser sostenibles y vivir de lo que hacen bien”, explica María Cristina Hernández Monsalve, investigadora en el estudio y docente del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto.
Por eso, uno de los aspectos que se señalaron en este trabajo es que si la organización o persona no tienen claro los conceptos anteriores, es muy difícil que los consumidores sepan por qué es mejor ir a teatro que a cine o a ver una obra que otra.
“Los artistas son una fiesta. El secreto está en encontrar la forma de articular este espectáculo con otros mecanismos para que no muera la organización. A nosotros no nos interesa volver administradores a los creativos, sino que los elementos que giran alrededor de lo que saben hacer se fortalezcan para que puedan llegar al público de manera sostenible y competitiva”, concluye Podestá Correa.
| Modelo pedagógico para las entidades |
Este año el grupo de investigación desarrolla la segunda fase del estudio, que consiste en la elaboración de un modelo pedagógico o marco de referencia donde se pueda vincular estos indicadores y hallazgos con las empresas para ayudar a mejorar las competencias de una persona o empresa creativa.
“La elaboración del marco de referencia pedagógico permitirá que quienes tengan interés en formular planes de formación como cursos, seminarios, pregrados, talleres o conferencias tengan una guía para que puedan construir su propio programa de educación”, expresa María Paola Podestá Correa, investigadora principal del proyecto.
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Mayores informesMaría Paola Podestá CorreaDirectora de la línea de empresarismo del grupo de investigación en Innovación y Empresarismo (Guie)Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9602Correo electrónico:
mpodesta@eafit.edu.co