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Noticias marzo
12 de marzo de 2010

Siempre recordará a Haití como el país de las cometas

• Esta fue una de las percepciones de Luz Jeannette Mejía, egresada y docente de EAFIT, y quien hizo parte de una comisión enviada por Antioquia Presente.
• Esta geóloga, que vivió de cerca las secuelas del terremoto del pasado 12 de enero en esta isla caribeña, pudo observar la otra cara de esta población.

El silencio se venía cada vez que se miraba las manzanas completamente devastadas. Las sensaciones eran múltiples cuando, con la tragedia en las narices, se es consciente de que en cualquier momento se puede perder todo, y no es solo lo material, es también verse sin familia y, ahí sí, entender el significado de la palabra desesperanza.

No lloraban sus construcciones porque son personas desapegadas por lo poco que tienen, además no se ve a nadie sentado en una esquina pidiendo dinero porque el del lado es más pobre aún.

Estos fueron los sentimientos y percepciones de Luz Jeannette Mejía Chavarriaga, egresada y docente del Departamento de Geología de la Universidad EAFIT, cuando realizó los primeros recorridos en diversos sectores de Haití, país que el pasado 12 de enero fue devastado por un terremoto en el que el número de víctimas, según los reportes de las autoridades, nunca se sabrá en su totalidad.

Luz Jeannete estuvo en este país, calificado como el más pobre de América, como integrante de una comisión enviada por la Corporación Antioquia Presente y de la que hace parte la Universidad. Allí trabajó en el análisis de las condiciones técnicas en las que se encontraban las viviendas para determinar si eran habitables o no. Su misión también era considerar la seguridad del terreno. Esta labor la realizó desde el 24 de enero y se extendió por un mes.

“Siempre recordaré a Haití como el país de las cometas… Los niños las fabricaban con bolsas y jugaban en medio de familias encima de los escombros, en un albergue, entre cuatro palitos y una sábana. Al ser una región caribeña tiene vientos todo el año, por eso nunca faltaron en las caminatas estos objetos que volaban. En aquellos momentos me asaltaba la sensación de que existía esperanza”, expresa con los ojos aguados de emoción al darse cuenta que su estudio de tantos años fue puesto al servicio de una comunidad a la que nunca imaginó poder ayudar.

Rumbo a la isla

Por medio de la Alcaldía de Medellín, donde Luz Jeannette trabajó por 12 años, propusieron un grupo interdisciplinario para esta misión. Fue así como se escogieron cuatro personas y, por la práctica de la docente en el área de prevención de desastres e inspecciones por riesgos, le encomendaron la tarea de implementar una metodología para evaluar un grupo de la población afectada por el terremoto y así, a través de Antioquia Presente, beneficiarla con un programa de vivienda.

La profesional asegura que con las imágenes de satélite y los recorridos se pudo determinar que casi el 70 por ciento de Haití amerita una demolición. No obstante, si se hace un buen ordenamiento, se puede recuperar con mejores características, ya que el problema era que la mayoría de las construcciones tenían deficiencias técnicas. Le impactaron las historias de los que decían: “No lo encuentro, no lo pude rescatar” o había otros que se veían llorando y rezando y cuando ella les preguntaba si era que se le había muerto un ser querido, contestaban: “no alguien de mí sangre, pero todos somos haitianos, por eso son mi familia”.

Muchos se regresaban a tratar de sacar elementos que les iban a servir, pero no sabían que estaban exponiendo su vida, porque quizá su residencia estaba bien pero la de sus vecinos se les iba a venir encima. Además, la gente es muy respetuosa de los extranjeros y muchos de ellos decían: ‘yo no entro a mí casa si un blanco no va’ porque sentían que nosotros éramos quienes podíamos decirles si la vivienda se levantaba o se podía volver a caer”, narra Mejía Chavarriaga.

“Con esta experiencia ahora sé que fue el primer país negro libre en el mundo y cuando veía su bandera era como ver la de Colombia porque un pedazo de Haití está en mí corazón”, manifiesta Mejía.

Nunca faltó la ayuda humanitaria

De acuerdo con la eafietense, la ayuda humanitaria nunca faltó y el único lugar en donde hay desorden público es City Soleil (Puerto Príncipe), que es un barrio conflictivo por problemas históricos. Cuando estuvo en el barco que llevaba todas las ayudas de la Cruz Roja Colombiana vio que las personas hacían la fila, la respetaban y ninguno le quitaba nada a nadie. Esta fue otra de sus misiones, entregar la ayuda.

“Lo que sucede es que un desastre de esta magnitud sobrepasa la capacidad de cualquier país, porque así haya plata destinada a comprar camiones no hay los suficientes para entregar todas los auxilios de manera oportuna. Sin embargo, sentimos que en ese mes que estuvimos se resolvió mucha parte de este problema, porque en las diferentes partes habían llegado donaciones hasta dos y tres veces”.

Así mismo, detalla que el haitiano es una persona humilde, apacible, porque ellos han sufrido mucho, no solo por desastres naturales, sino también por problemas políticos, por eso han vivido de las donaciones y saben cómo es.
“Siempre estuvimos acompañados de personas que nos facilitaban la comunicación con los habitantes, pero la gente de Haití tiene mucha habilidad para los idiomas porque la mayoría además del inglés habla francés y en todas las familias siempre hay alguien que sabe español”, describe la profesora.

Adiós a los muertos desde distintos credos

Comenta que la situación más crítica para los haitianos es no poder enterrar a sus muertos porque para ellos este rito es vital. Cuando se cumplió un mes de la tragedia se hicieron tres días de duelo y una ceremonia con el credo de los protestantes, católicos y los pastores del Budú, para que independiente de la creencia, todos sintieran que se estaba haciendo un acto simbólico por todas las personas que se encontraron y las que aún no habían sido rescatadas.

“Con esta vivencia, la lección principal que le puedo dar a mis estudiantes es que más allá de los libros y de la información, lo importante es entender que cualquier actividad, arte u oficio que uno haga en cualquier momento tiene que estar disponible para darle la mano al otro, porque todo lo demás se adquiere, pero esa voluntad altruista se tiene que formar desde antes”, concluye la docente.​​

Además de la geóloga Luz Jeannette, de la comisión también hizo parte Jorge Iván López Jaramillo, miembro de la Cruz Roja Colombiana y especialista en atención prehospitalaria; Carlos Mario Peña Jaramillo, presidente de la Fundación Oleoductos de Colombia, y Ronald Fuerst Zehetner, director de la Corporación Rescate Antioquia. En Haití fue el responsable de la logística del barco colombiano.

 Proyecto de vivienda a largo plazo

Según la docente Luz Jeannette Mejía, el proyecto de Antioquia Presente en Haití es a largo plazo. “Por ahora está en la fase de consecución del lote para construir 100 casas, aunque se podrían llegar a sumar más. Pero hay un problema de tenencia del suelo y por eso están esperando a que el Gobierno lo entregue. Después de esto sería hacer un prototipo de las viviendas para que cumpla con las especificaciones del clima y la composición familiar. Luego se postulan los beneficiados y, adicional a esto, se dejará un equipamiento comunitario instalado.


Mayores informes
Luz Jeannette Mejía Chavarriaga
Egresada y docente del Departamento de Geología
Teléfono: 2619500 Ext. 9128
Celular: 3003236055
E-mail: luz_mejia@yahoo.com