• Como testimonio de los 50 años de la Institución, el Grupo de Historia Empresarial le dio vida a un documento que narra la historia eafitense.
• Son cuatro partes de una obra académica en la que se cuenta el devenir de la Institución con testimonios de sus protagonistas. Fue publicado por el Fondo Editorial EAFIT.

20 años no es nada… El famoso verso del tango Volver, de Carlos Gardel, pasó por la mente de Juan Carlos López Díez cuando escribía la primera de las cuatro partes del libro EAFIT 50 años. Lo adaptó para el caso: "Que 50 años son mucho", y aunque fue otro el título que aprobó el Grupo de Historia Empresarial de la Universidad, responsable de la realización de la obra, el docente lo recuerda en su memoria.

En la memoria de EAFIT también quedará por siempre el testimonio de medio siglo de vida universitaria, la que se hizo tangible con este documento histórico que contextualiza el recorrido de la Institución en el tiempo.

Fotografías, voces y cuadros de datos, además de las vivencias, los hechos, los momentos más gratificantes, los más difíciles, la visión de los fundadores, la gestión de los rectores, los puntos de quiebre en la historia y todo lo que ha sido EAFIT para el país quedó plasmado en esta investigación que tiene como complemento de su título el siguiente lema: Ciencia y humanismo que señalan el futuro.

En la presentación fijada en la obra académica, Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, destaca que el libro tiene como intención recoger y perpetuar la historia de las ideas, de los principios que dieron origen a EAFIT y que la han inspirado durante sus primeros 50 años. “Esta es una historia colectiva. Gracias a la labor de cientos de hombres y mujeres que entregaron lo mejor de sus vidas al servicio de la Universidad, esta ha logrado ocupar un lugar de preeminencia en el entorno universitario”.

En cuanto a su conformación, el libro comienza con una primera parte dedicada al contexto y fundación de la Universidad. La segunda de las partes se titula EAFIT, proyecto de conocimiento; la tercera se centra en la evolución institucional de la Universidad; y la cuarta es para las nuevas realidades, en donde entran el Centro Cultural Luis Echavarría Villegas y símbolos de la Institución como son el Fondo Editorial o el proyecto de la Universidad de los Niños, entre otros.

Muchas correcciones
Cientos de hojas con ediciones y muchísimas más hechas en las cuatro correcciones de estilo a las que estuvo sometido el texto, reposan ahora en uno de los escaparates de la casa del profesor López, quien ya tiene claro que no las va guardar como recuerdo.

Pero él sabe que el capítulo no quedará cerrado, e incluso ya piensa en lo que podría ser un libro con motivo de los 60 años de EAFIT: “Yo no sé si me van a tocar las seis décadas, pero lo que sí sé es que voy a empezar a coleccionar la revista El Eafitense, porque aunque estará en la Sala Patrimonial, quiero hacer como Félix Londoño (director de Investigación y Docencia) conmigo, que llegó y me prestó muchos de estos ejemplares...así podré decirle a quien le toque: aquí le presto o le regalo”.

Cómo llegó a ser el autor
Juan Carlos López es contador egresado de la Universidad EAFIT en 1983. Trabajó en Cadenalco por tres años y se dio cuenta de que lo suyo era la vida universitaria y la docencia. Se lo tomó tan en serio que ingresó a la UPB a estudiar la Licenciatura en Pedagogía, y aunque creyó que iba a continuar en esta institución porque le parecía más afín a sus intereses humanísticos, en 1993 ingresó a EAFIT como docente de tiempo completo, al que entonces se llamaba Departamento de Contraloría y Finanzas.

Inició junto con Diana Londoño y Víctor Alvarez el Grupo de Historia Empresarial en 1999, además de la materia que lleva el mismo nombre; y paralelo a esto hizo la maestría en Historia de la Universidad Nacional. Mientras considera que sus colegas son "historiadores de raza", se autodenomina un "historiador de segundas nupcias", "porque me volví a casar con otro campo del conocimiento", comenta el profesor.

Recuerda entonces que en medio de la celebración de los 45 años de EAFIT, en 2005, Ana Cristina Abad, ex jefa del Departamento de Comunicación y Cultura, le dijo que ella quería y creía que él era la persona para hacer el libro de los 50 años. Tres años después, a finales de 2008, le recordó la propuesta, y le organizó una cita con el rector Juan Luis Mejía. Quince días después le entregó el anteproyecto del libro.

El camino para ser libro
Viernes 8 de enero de 2010, 00:34 a.m. Fue la fecha y hora en la que Juan Carlos le dio "enviar" a través de su correo electrónico a la última parte del libro de los 50 años. A las 5:30 a.m. volvió a verificar que lo hubiera enviado bien.

El momento más crítico fue entre septiembre y octubre del año pasado. Tras un primer semestre de recolección de datos, y unas vacaciones de 15 días a mitad de año en las que se dedicó a hacer entrevistas, López había comenzado a escribir el libro el primer día de regreso a las actividades académicas. Se propuso redactar un capítulo por semana, pero poco a poco otros compromisos lo fueron apartando de su ideal.

"¡La ley de Murphy! Explotaron dos contratos con el Centro de Innovación y Consultoría en el segundo semestre", compromisos que lo mantuvieron un mes y medio separado del proyecto del libro. Cuando volvió a retomarlo se sintió en déficit, "con el sol a las espaldas", y recordó cómo en los primeros 15 días no lograba sacar las ideas de su cabeza. Pero pronto recuperó la seguridad, aunque vio que posiblemente no iba a tener muchas vacaciones en ese mes.

Nunca se durmió más tarde de las 11 porque no era bueno trasnochando, pero siempre madrugó. Algunos de sus momentos de escritura fueron caóticos por el volumen de datos que lo rodeaban, porque dependiendo del tema, utilizaba algunas de las entrevistas que había hecho, los informes operativos de los departamentos, el Plan Quinquenal de 1978, que fue el primer plan formal de la Universidad para regir sus destinos. De 1996 en adelante se servía de la revista El Eafitense.

"Hay un número bellísimo de cuándo se inauguró la biblioteca en 1999, que curiosamente no tiene serial, y tuve que poner en el pie de página sin fecha o sin número (...) De ese número extraje muy bellos testimonios para el capítulo sobre la biblioteca", señaló López. En cuanto a las entrevistas, realizó entre 60 y 70. Primero a todos los ex rectores, menos a uno de la década del 60 por su delicado estado de salud. La entrevista más larga fue con uno de ellos, Héctor Ochoa Díaz (1975 - 1983), que duró tres horas en la Universidad Icesi de Cali.

Entrevistó también a antiguos directivos. Continuó con los actuales y con algunos empleados antiguos. "En las entrevistas hay una descarga de energía impresionante".

Experto en hacer paréntesis
Juan Carlos López mezcla las anécdotas de sus fuentes con partes de su vida que marcaron su forma de pensar en la Universidad.

Rescata dos momentos personales que lo marcaron y que tienen que ver con EAFIT: El esfuerzo de su madre, quien decidió que sus hijos estudiaran en esta universidad a pesar del esfuerzo económico; y el momento en la que Universidad se volcó hacia el desarrollo de su lado humanístico.

"Para lo único, tal vez, que sea bueno es para hacer paréntesis, entonces, como soy incapaz de controlar eso, me hice el propósito de no dejar paréntesis abiertos", arguyó, para explicar que algunas veces interrumpía la escritura del libro para hacer labores relacionadas, como el cuadro con los hitos de la Universidad que le pidió el vicerrector Julio Acosta Arango.

En ese cuadro habló del Plan Quinquenal, el hito más importante de los setenta porque significó el nacimiento de la Escuela de Ingenierías, la creación de las salas de cómputo, y la importación del primer computador para los estudiantes de Ingeniería de Sistemas.

También mencionó en éste, la llegada de la Calidad Total y la Gerencia japonesa de los noventa, y de 1995 para acá dijo que se le facilitó mucho al ser testigo de toda la transformación humanística de la Universidad.

Para él, con el modelo de Universidad Parque, la Universidad de los Niños, la internacionalización, y el Instituto Confucio, lo que ha habido es un proceso de consolidación, que lo hace pensar que en menos de 10 años EAFIT va a ser una referencia internacional muy importante.

Finalmente, la semana pasada le dijo a sus estudiantes del curso de Estudios Empresariales que debían dedicar una semana a la historia de EAFIT, y se atrevió a hacer el siguiente pronóstico respecto al tema con el que cierra su libro, Universidad Parque:  "En el 2015 la Universidad EAFIT va a tener el campus más bonito de todo el país".