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Agencia de Noticias / Mayo 2010 Academia / La tecnología, un medio y no un fin para enseñar

Noticias mayo / Especial Proyecto 50

31 de mayo de 2010

La tecnología, un medio y no un fin para enseñar

Marcela Velásquez y su grupo (izquierda), con el proyecto Help Manuel, se vale de las nuevas tecnologías para su desarrollo. Así mismo, el docente José Fernando Acevedo (derecha) hizo del salón de clase un espacio al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo.

Dos docentes de EAFIT, de diferentes generaciones, cuentan su experiencia con las nuevas tecnologías en el aula de clase y en sus proyectos académicos.
• José Fernando Acevedo, de Administración, y Marcela Velásquez, de Ingeniería, se apoyan en software y redes sociales para optimizar su trabajo pedagógico.

El docente José Fernando Acevedo Uribe, adscrito a la Escuela de Administración de EAFIT, recuerda que su primera clase, en el lejano 1978, la dictó, según sus mismas palabras, petrificado.

“Fue en la Universidad Pontificia Bolivariana, donde era instructor del laboratorio de Computadores I. Me acuerdo que me senté en una silla con espaldar y, durante dos horas, no me moví. A la segunda ya caminaba un poquito”, evoca con risas este profesor que ha hecho de la tecnología su principal aliada en el proceso de aprendizaje con sus alumnos, sobre todo de posgrado.

“¿Qué cuando empecé a probar con tecnología?, pues desde hace unos 31 años, cuando era instructor de docencia en la misma clase”, comenta José Fernando, quien alguna vez, cuando estudiaba Ingeniería Mecánica, vio una electiva que se llamaba Computadores y se enamoró del tema. Ahora, tres décadas después de que nacieran esos recuerdos, el profe se declara muy satisfecho y reconoce que sí es más fácil dictar clase ahora… ¡Pero también es más difícil!... ¿Entonces?

“Los muchachos son más irreverentes y eso me encanta. Ellos nacieron en esto, son nativos tecnológicos, mientras que nosotros somos migrantes. Hay que enseñarles, sí, a cruzar información, a que no traguen entero con Internet”, asevera e, implícitamente da a entender su anterior afirmación, en la que da un sí, pero también un no, a si es más fácil para un profesor pararse hoy frente a un grupo de estudiantes.

Acevedo Uribe, jefe del pregrado en Administración de Negocios y quien dicta en la actualidad tres materias en posgrado, cuenta que siempre ha estado cerca de la tecnología y de la gerencia. Habla, por ejemplo, del curso que ofrece en el MBA y que ha venido modificando, siempre tratando de actualizarlo. “Hace dos años decidí que quería estar de tiempo completo en la Universidad, y una de las cosas que quería era modernizar muchísimo más el curso y volverlo más agradable y divertido”.

Y aunque sus cursos no son virtuales, sí tienen muchos elementos de éstos. “Para uno de mis cursos tengo un salón adaptado con cámaras, micrófonos y otros elementos tecnológicos. Lo que busco es que si un estudiante no puede estar presencialmente pueda asistir desde donde esté; lo otro es que si el alumno, por cualquier motivo, no la puede ver entonces puede observarla porque queda grabada”.

En ese sentido, dice que ha tenido estudiantes que ven la clase desde China, Hong Kong, Suecia o Estados Unidos. “Hay unos alumnos que se conectan desde otras ciudades del país como Montería, y lo mejor es que se permanecen atentos toda la clase”. Y para que esta posibilidad sea posible (que los alumnos estén de forma virtual), EAFIT cuenta con un software que se llame Elluminate para que ellos puedan acceder a la clase a través de la herramienta de EAFIT Interactiva.

El profe destaca que su reto es mantener durante cuatro o más horas la atención y el interés de una persona, para lo que utiliza pausas. “Son muy graciosas. Una vez, por ejemplo, escuché que latía un perro, y le pregunté a una de las estudiantes que si era de ella. Ella lo llamó y nos lo presentó. Otro asunto positivo es que hace poco una alumna me dijo que durante los cuatro fines de semana que llevaba viendo la clase conmigo había utilizado más tecnología que el resto de su vida”.

En cuanto a su metodología, expresa que tiene varias actividades virtuales, entre estas un caso del que cuenta con su autoría intelectual y en el que los estudiantes asumen roles que deben mostrar por medio de videos. De las ayudas tecnológicas, habla por ejemplo del Web 2.0, que se trata de comunidad, de colaboración. “Los objetivos son meterlos en las tecnologías y enseñarles a que busquen con criterio en Internet”.

José Fernando opina que las herramientas vuelven divertida la clase y es enfático en señalar que si le dicen que tiene que devolverse a dictarla como lo hacía hace cinco años su respuesta sería esta: “¡no por Dios!”.

Ante lo anterior, asume que la tecnología puede ser una gran herramienta y un gran aliado en el proceso de enseñanza-aprendizaje. “Es mi experiencia y es muy divertido, tiene sus cuentos, pero no tengo problema en salirme de la fila”, concluye.

Al final, anota que si algo ha aprendido es que la tecnología debe ser discreta, pues si el alumno se ve rodeado de cámaras o micrófonos puede asustarse, por eso, en su materia, tiene un cuarto oscuro desde el que se maneja la clase. “Esto es fácil y amigable, ellos no tienen que aprenderse ninguna dirección”, dice el José Fernando de ahora, que ve en la lejanía a aquel joven profesor quien, con tiza y tablero, supo que había que dar un paso más. Ese paso se llama tecnología…

A Marcela la acompañan las TIC
Marcela Velásquez Montoya es una joven docente que se desempeña como jefe del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT. Entre sus estudiantes se destaca por tener siempre a la mano una solución y porque hace uso de las tecnologías para volver más dinámicos sus proyectos académicos.

De las TIC dice que siempre han sido para ella una herramienta de acompañamiento. “Desde que salen las primeras noticias sobre los software me interesa conocerlos y saber si sirven o funcionan para una aplicación específica que esté necesitando”.

En lo personal, comenta que Facebook ha funcionado bien, pero en lo académico lo ha hecho aún más, y en ese caso se refiere a proyectos específicos como Help Manuel, que se hace en colaboración con una universidad en Holanda que se llama TU Delft. En esta institución Marcela hizo un semestre de intercambio y después cursó una maestría, lo que aprovechó para entablar contactos y darle vida a esta iniciativa.

“El proyecto lo lideramos dos profesores, una docente desde Holanda y yo desde acá. Se trata de la unión de dos instituciones en pro de la unión de conocimientos y de ganas de realizar algo de innovación social”. Y como la relación y la comunicación se tiene que hacer casi a diario, ahí es donde entra de lleno el tema tecnológico.

“El primer índice de comunicación fue por medio del correo. Luego utilizamos el MSN y el Skype. Recuerdo que al formalizar el proyecto hicimos una videoconferencia, y a partir de su crecimiento se fueron estructurando otras herramientas como abrir una cuenta en Google Document, en donde todos los documentos, archivos, cronogramas e ideas, se comparten”, explica Marcela y destaca las facilidades que le ha brindado la tecnología a los estudiantes, tanto colombianos como holandeses que hacen parte del proyecto.

“Help Manuel se pudo llevar a cabo por la combinación de todas esas herramientas, además abrimos un wiki, pero este se estructuró después. Ahora lo más sencillo es Google Documents, Facebook y Skype”, anota Marcela.

La docente enfatiza en que si bien su iniciativa incluye a dos países, si lo que se fuera a montar fuera local también deberían utilizarse los mismos medios. “Ya uno no dice que en la casa de tal nos encontramos las 8:00 p.m. Estas son unas herramientas que al saberlas usar de una buena manera hacen excelente el trabajo”.

Para Marcela, este tipo de instrumentos hacen que se necesite más del docente para que haya una visión más general del contenido. “Si no hay acompañamiento alguien se  puede perder muy fácil. Uno como profesor está para hacer preguntas y para hacer reflexiones, porque puede convertirse en un sitio de reunión social”.

Como conclusión, Marcela Velásquez enfatiza en que los docentes deben aceptar las TIC pero con todo el cuidado que éstas necesitan. “Las tecnologías son amigables y no son un fin, sino son un medio. No hay que ser expertos en todo, pero sí hay que seleccionar lo que más interesa”.

Mayores informes
Juan Carlos Luján Sáenz
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: (57) (4) 2619500. Ext. 9931
Correo electrónico: jlujans@eafit.edu.co

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Última modificación: 26/05/2011 10:03